Fracaso de un pequeño dios
Atrasó las manecillas hasta los Tiempos Oscuros y desterró a los filósofos a profundas cuevas. Allí perviven descarnados, confundidos con duendes. Los chiquillos perdidos en el bosque les sirven de alimento, y ya se van revistiendo de un cartílago frío que les permite avanzar con paso vacilante hacia la escuela.
Los filósofos suelen ser molestos porque exponen verdades que no son políticamente correctas. Por muchos obstáculos y penurias que se les impongan sus enseñanzas resucitan en cualquier tiempo.
ResponderEliminarUna parábola perfectamente estructurada con imágenes inquietantes.
Esto es lo que me ha sugerido tu relato, Belén.
Besito virtual
Por mucho que se quiera negar al ser humano su esencia, ese preguntarse continuo por el sentido de la vida nunca desaparecerá del todo, podrá relegarse un tiempo, pero ha de volver de forma inevitable. A una etapa de tiempos oscuros le ha seguido siempre otra llena de luz.
ResponderEliminarUn relato diferente, distinto y profundo. Ese "cartílago frío" impacta. Cincuenta palabras que sorprenden.
Un abrazo, Belén
A ese abrazo le ha faltado añadir un "grande".
EliminarOh, Belén Sáenz, ¡qué relatazo! Magistral tanto en interpretación fantástica como en la parábola que esconde la realidad de los tiempos oscuros que estamos atravesando. Que siga creciendo el cartílago de las descarnadas alimañas del conocimiento. ¡Mola!
ResponderEliminarBelén, ojalá el conocimiento salga de esos tiempos oscuros, como bien ha comentado, Ángel, esto es cuestión de ciclos. Y como muy bien narras en tu relato poco a poco los filósofos y la filosofía vuelvan a la escuela.
ResponderEliminarBelén un relato reflexivo, profundo y muy bien escrito
Besos.
Magistral.
ResponderEliminarGracias por compartirlo, Belén.
Salut.
Intensa atmósfera que genera palpitar de vísceras y una vuelta a los instintos primarios que arrincona a la razón. Potente, Belén. Saludos.
ResponderEliminarEste micro no puede dejar frío a nadie, es reflexivo y metafórico al pintarnos esta atrocidad para la razón que proponen los nuevos sistemas educativo. Además, tu micro es genial en cuanto a la forma, con esas imágenes tan oscuras e impactantes.
ResponderEliminarUn beso, capitana.
Qué miedo, Belén. Parece que estoy oyendo a las madres decir a los niños eso de “Como seas malo vendrá un filósofo y te comerá". Me encanta el modo en que has dado forma a tan excelente idea. Y espero también que la luz espante pronto estas tinieblas en las que nos están sumiendo.
ResponderEliminarSobresaliente propuesta.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Muchas gracias a todos por vuestra visita y amables comentarios. Ojalá estos tiempos oscuros pasen y se abra un nuevo mundo de esperanza. Besos enormes.
ResponderEliminarA mí también me ha gustado este microrrelato, sobre todo, como decís algunos compañeros, por esa atmósfera tenebrosa e inquietante. Y también por la gran metáfora de los filósofos como representantes de nuestro actual y penoso sistema educativo.
ResponderEliminarLa Filosofía y las Humanidades en general están siendo apartadas del sistema educativo, porque no interesa formar ciudadanos que piensen, sino individuos obedientes y productivos. Estos son los Tiempos Oscuros en los que se pretende que permanezcamos. Tú nos lo cuentas con una fantástica y angustiosa parábola, con imágenes escalofriantes.
ResponderEliminarEnhorabuena, Belén. Besos.
Una extraña vuelta de tuerca al mito de la caverna. ¡Qué miedo dan los filósofos! ¿Será por eso que el gobierno ha desterrado la filosofía de las escuelas?
ResponderEliminarUn micro inquietante. Saludos, Belén
Brutal, Belén. ¡Qué miedito da! Y qué real es.
ResponderEliminarLas imágenes son impresionantes, impactantes. Lo interesante sería dar un giro de 180º y llenarlo todo de luz. No entiendo ni quiero entender la vida sin filósofos.
Un beso, enhorabuena.
Malu.
Belén, son malos tiempos para el conocimiento. En estos tiempos los valores han cambiado y la oscuridad nos está alcanzando. Habrá que despertar de este letargo y volver a la luz.
ResponderEliminarUn micro lleno de metáforas. Enhorabuena.
Besos apretados.
La voracidad de la sinrazón produce monstruos fobosóficos creados para relegar a la madre de toda disciplina: la filosofía.
ResponderEliminarExcelente alegoría, Belén. Enhorabuena.
Un abrazo.