Crisis
Tras pasar más de una semana sentado frente a mi cuaderno de notas, y no haber sido capaz de escribir una sola palabra de mi nuevo libro, comencé a pasar de una en una las hojas en blanco, hasta llegar a la última página, en la que escribí maquinalmente "FIN".
Creo que este escritor está en el momento apropiado para empezar a escribir una historia al revés. De procesos narrativos está el mundo de los relatos llenos.
ResponderEliminarMiedito da tanta página en blanco. Saludos, Crispin.
Lo difícil y lo importante es empezar, aunque sea por el final. Una vez comenzado ya solo le queda continuar; como es un hombre de extremos, quizá lo haga con el título.
ResponderEliminarUn saludo, Crispin.
El terror de la página en blanco, cuando se escribe por obligación y bajo presión. Dile a tu protagonista de mi parte que se levante ya de la silla y que salga un poco a la calle, seguro que la inspiración llega.
ResponderEliminarUn abrazo, paisano.
Es de suponer que este escritor tiene algo que contar, de otro modo no se habría sentado a escribir. Y siendo así no creo que tarde en empezar a emborronar ese cuaderno.
ResponderEliminarUn abrazo, Crispín.
Peor es lo que le ocurrió al protagonista de El resplandor, que no dejaba de escribir la misma frase: “Mucho trabajo y poca diversión hacen de Jack un tipo aburrido”. En cualquier caso, comprar un cuaderno y no tener nada que escribir en él resulta terrible. Y te lo dice alguien a quien le ha pasado.
ResponderEliminarSaludos, Crispín
Este relato me ha encsntado...Una pregunta: Ese FIN se refiere al fin de la historia nunca escrita o al fin del hecho de escribir pq al protagonista no se le ocurre nunca nada..?
ResponderEliminarA todos nos ha pasado más de una vez. Lo mejor es no obsesionarse y prestar atención a otros asuntos. Si alguien está decidido a escribir, la idea llegará aunque tarde más de lo deseado.
ResponderEliminarUn abrazo, Crispín.
Me suena muy familiar y, por lo que veo, a más de un@. Vamos a pensar que son "gajes del oficio" y como dice mi querida amiga Carmen, lo mejor es no obsesionarse, porque creo que es peor.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato, Crispín.
Un fuerte abrazo y un me gusta.
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarEl personaje del relato es totalmente de ficción, aunque es cierto que muchas veces, concretamente cuando lo escribí, pasaba muchas hojas en blanco (y por vuestros comentarios creo que no es a mi solo al que le ha ocurrido).
Para vuestra información, el protagonista de la historia ahora está escribiendo a toda máquina.
Un abrazo.
Para los escritores profesionales la situación que describes es terrible, y es mucho más común de lo que parece, recomiendo al respecto el libro de Enrique Vila-Matas Bartleby y compañía.
ResponderEliminarPara el resto, para quienes escribimos por otros motivos y no estamos obligados a ganarnos la vida con nuestra pluma, o nuestro teclado, esas crisis de escritura también pueden ser irritantes, quizá desesperanzadoras, pero así como a Humphrey Bogart y a Ingrid Bergman en Casablanca siempre les quedaba París, a nosotros siempre nos quedará leer, pues si uno escribe es porque antes ha sido lector y lo seguirá siendo mientras el andamiaje neuronal aguante.
Mi enhorabuena y una abrazo, Ezequiel.