Su mamá me mima

—Mira, bonito, he comprado el jamón que te gusta. Y también agua mineral, que es más sana.

—Mami, ¿está la cena?

—¿Quieres callarte, imbécil? Si queréis cenar, recalienta las lentejas de la semana pasada y no molestes. ¡Lárgate! ¡Me tenéis harta! Ven, Boby, cariño. ¡También te he preparado unas torrijas!
Escrito por Jesús Garabato Rodríguez

33 comentarios :

  1. Por dios, está claro que hay que tener amor por los animales, pero de ahí, ya no solo quererlos más que a tus propios hijos, si no además tratar al pobre chaval de esa forma. En esa casa Boby es el rey, no hay duda.
    Jesús, un simpático relato, me ha gustado.
    Un abrazo.

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  2. Jajaja, Jesús, me divierte tu micro. Tu faceta humorística es genial (aunque no menor calidad tienen tus textos reflexivos y poéticos). Boby es tratado entre algodones, pero el propio hijo es despreciado... no me parece tan absurda la situación, desgraciadamente. Todos conocemos algún caso.
    Besos.

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  3. Hola, Jesús. Además del humor, yo veo un micro profundo con una carga de crítica. Es obvio que hay que querer a los animales, pero hasta cierto punto, no se debe exagerar y humanizarlos, aunque es cierto que muchos de ellos están más humanizados que algunos humanos.
    Me has hecho recordar una conversación que tuve con dos amigas hace un tiempo: una era madre, y otra dueña de un perro. Esta última nos decía que ella, sin tener hijos, sabía cómo era nuestro amor a ellos pues ese amor maternal era el que sentía por su perro, a lo que mí otra amiga, le respondió que era imposible esa comparación. La dueña del perro insistió que era igual su amor por su perro que el de la otra por sus hijos y la madre zanjó la cuestión haciendo una pregunta que no tuvo respuesta: ¿Tú darías la vida por tu perro? Porque yo no dudaría un momento en darla por mis hijos.

    Gran propuesta, Jesús, y muy bien escrita.
    Un abrazo, amigo.
    Pablo

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    1. Has puesto la tapa en el pomo, y la guinda en el pastel, con este agregado al micro en tu comentario Pablo. Esa conversación es genial, definitivo. Dar la vida por los hijos, eso es otra historia. Y además, agrego que los padres quieren a sus hijos tan incondicionalmente que ese amor no mengua un ápice a pesar de que los hijos sean malagradecidos o hasta malignos, mientras que una mascota es todo lo contrario, siempre tan fáciles de querer y mimar, pues la mascota devuelve igualmente un amor incondicional, y en el caso de los perritos si estoy seguro que un perrito da la vida por su amo.

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  4. Muchas gracias Javier, María José y Pablo por vuestros comentarios tan amables. Aunque sea un texto con tintes humorísticos y arriesgándome a que alguién se ofenda he querido mostrar una situación que creo que no es tan rara, pues yo mismo he presenciado casos similares (el de la historia puede que sea algo exagerado, lo reconozco). Saludos.

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  5. Carmelo Carrascal9/8/17, 14:38

    Jesús, muy bueno!
    Sí, sí, yo de mayor quiero ser mascota.
    ¿Cómo? Ahora mismo.
    Fdo.: Guau-guau.

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  6. Pues no sé si habrá torrijas ni jamón para tantos que se apuntarían, pero si quieres probar... Gracias, bonito, digo, Carmelo.

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  7. Enrique Caño9/8/17, 17:11

    ¡Vaya cambio de registro de la protagonista!
    Es capaz de pasar de tener una dulzura y cariño especial a convertirse en una persona tremendamente ofensiva -en menos de medio segundo-.

    Entiendo la crítica del micro; es cierto que hay personas que tienen auténticas conversaciones profundas con su perro.

    Bajo la perspectiva de que todo ser vivo merece cariño y respeto por estar todos bajo el mismo sol, es cierto que, a veces, intentamos enseñar hasta a leer a nuestras mascotas y les humanizamos de forma innecesaria.

    Creo que, como sociedad, estamos buscando ese equilibrio entre dos posturas: una de ellas lucha por sensibilizarnos de los derechos más vitales de los animales, -a la vista están los casos de maltratos, abandonos...-; la otra busca no caer en maltratar a las personas por pretender endiosar innecesariamente a los animales como bien ilustra el caso de este genial micro. Ni lo uno, ni lo otro.

    Te felicito, Jesús. El micro, verdaderamente, invita a la reflexión de una forma muy cómica y bien contada. La protagonista creo que está un poco confusa.

    Un abrazo.

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  8. Muchas gracias por tu lectura y por regalarme tus interesantes rezonamientos, Enrique. Saludos.

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  9. ¡Ay carambas!
    Para comenzar, no sé decir si Boby es un amiguito del hijo, o es acaso la mascota consentida de la casa, quizás un perrito. Como quiera que sea, que madre desnaturalizada. Pobre niño.
    Un relato satírico ciertamente, de lo terrible que puede ser una madre en ciertos aspectos. Aplausos.

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  10. Entre el amor a los animales y el maltrato infantil se mueve la protagonista de tu micro. De modo humorístico nos ofreces una crítica al abandono, la despreocupación y el maltrato que sufren algunos niños en su propio hogar, mientras que algunas mascotas viven mimadas de modo exagerado y ridículo.
    Buena reflexión, Jesús. Un abrazo.

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  11. Jesús, en tu relato veo dos tratos muy diferentes por parte de la madre, uno de maltrato psicológico y de abandono hacia el hijo y otro de amor desmesurado hacia su perro.
    A veces suceden estas actitudes antinaturales, ya que nada impide dar amor a ambos. A un hijo se le ama por encima de todas las cosas, a pesar de que algunos no lo merezcan. Una madre lo perdona todo.
    Buen micro, que de forma satírica pone sobre la mesa un tema como este.
    Felicidades. Buen micro.
    Besos.

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  12. Jesús, todavía me estoy recuperando de tu famosa boda con receta incluída, y ahora me encuentro este micro... Eres genial, me encanta ese tono exagerado que inyectas a tus historias, le dan el toque de J. Garabato. Es una seña de identidad propia.
    También te digo que no dista demasiado de ciertas conductas reales... . Los animales se quieren a la vez que hay que darles su justo lugar, ni más ni menos. Y la actitud con la familia, hostil hasta límites que rozan lo soportable, igualmente se produce en ciertos entornos. Lo dicho, amigo mío. Has creado un nuevo género, je je. Muy bueno.

    Besitos.

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  13. Muchas gracias Alejandro, Carmen, Pilar y María José por vuestros generosos comentarios. Me emociono y aprendo al leerlos. Saludos.

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  14. "¡Me tenéis harta!"... ¿Nadie lo habéis dicho? La gata en cambio no me da ningún motivo... el animalico! Jejeje
    Vaaale... lo has llevado al límite, y claro, suenan como suenan las palabras de la madre... Que para eso, pretende su puntito cómico.
    Por cierto... esas torrijas no sé yo cómo le van a sentar al pequeño Boby.
    De las lentrjas ya ni hablamos! Jajajaja
    Genial tu cincuenta. Bravo, Jesús!

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  15. Las formas que puede adoptar la estupidez humana son infinitas, como dijo Einstein, una de ellas es la que tú denuncias en este microcuento. Y no es nada inusual, esa clase de papanatismo se da con mucha frecuencia hoy en día, y no sólo por parte de la gente corriente, también se han contagiado los legisladores, los nuevos iluminados de no sé qué ideologías, dándose el caso de que un perro puede tener más derechos que un ciudadano que cumple sus obligaciones con el estado.
    Por poner un ejemplo, hay muchas personas que han llegado al desquiciamiento por culpa de los ladridos de los perros de sus vecinos y la justicia no ha hecho nada por defenderlos, o lo ha hecho cuando ya tenían los nervios destrozados.
    Sin embargo, si uno denuncia a la sociedad protectora de animales que un perro sufre de abandono por parte de sus dueños, es decir, que lo dejan muchas horas solo encerrado y el animal se queja con lastimeros gemidos, la actuación es más rápida y más contundente.
    Es decir, se protege más al perro que al ciudadano, lo que es totalmente absurdo, y con eso no quiero decir que se puede tratar mal a los animales, sino todo lo contrario, pero parece que eso, como tantísimas otras cuestiones de sentido común son de lo más abstruso de entender para quienes hacen las leyes.
    Así que la protagonista de tu microcuento representa a la perfección esa necedad que flota en el ambiente, y es ella la que está con la torrija, o con una buena empanada.
    Enhorabuena, Jesús, por poner el dedo en esa llaga. Un abrazo.

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    1. Estoy de acuerdo con todo lo que dices, Enrique. Mi intención era, a través del humor, dar que pensar un poco en esas contradicciones tan humanas, por otra parte. Gracias por tu lectura y por dejarme tu amable e informativo comentario. Un saludo.

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  16. Muchas gracias, Galilea, por tu doble comentario. No me los merezco. Sin bromas, gracias por dejarme tus amables y simpáticas palabras. Saludos.

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  17. Claro que van en el mismo sentido que mi relato, Jesús, tu también dejas claro que a veces nosotros los X de ellas, no somos mas que ceros a la izquierda. Un abrazo y animo por ese buen relato.

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  18. Creo que a quien se refiere es al marido.

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    1. Muchas gracias, José María, por leerme y molestarte en dejarme el comentario. Un saludo.

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  19. Tu micro presenta brillantemente, de forma humorística y mediante la utilización de la exageración, una realidad innegable: que hay muchos animales que son tratados mejor que los niños, aunque no creo que esto suela darse bajo un mismo techo.
    Muy buen tema y muy bien escrito, Jesús. Enhorabuena.
    Permíteme un comentario al margen:
    Para interpretar un relato debemos ubicarlo en un tiempo y un lugar determinados y si alguno de estos elementos cambia, también puede cambiar la interpretación. El título importa y también la firma. Si a tu micro le sacáramos su título y además lo firmara Dickens, perdería todo su humor, las torrijas devendrían pudding y seguramente Boby, o Bobby, no sería una mascota.
    Un cordial saludo.

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    1. Muchas gracias por dejarme tus curiosas e interesantes apreciaciones, Georges. Saludos.

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  20. ¡Por Dios, qué mujer tan cariñosa y qué madre tan malhumorada!
    Un buen micro. Saludos, Jesús

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  21. Pues sí, parece un poco bipolar la señora. Para desgracia de los suyos, eso es lo malo. Gracias por leer y comentar, Plácido. Un saludo.

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  22. Jesús, un personaje de armas tomar y una situación, que llevada al extremo ilumina las filias y las fobias de las que todos somos presa alguna vez.
    Subrayando los aspectos más gruesos del carácter del personaje has conseguido una caricatura realmente divertida y contrastada. Un abrazo.

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    1. Muchas gracias, Manuel. Siempre se agradecen tu lectura y tus sagaces y cariñosos comentarios. Un saludo.

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  23. Pues yo creo que tu micro no es una exageración. Es indudable que algo parecido existe en la realidad.
    Nos dejas un tema para reflexionar.
    Suerte y saludos, tocayo.

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  24. Muchas gracias, María Jesús. Me alegran tu lectura y comentarios. Saludos.


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  25. Creo que esta madre está muy desbordada y no siente reconocido su papel en la familia. O tal vez quiere que todos en casa sean tan sumisos a sus órdenes como el perro. Muy interesante el tema que planteas, Jesús, caricaturizado con mucho acierto. Un abrazo.

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  26. Muchas gracias, Juana, por comentar y leer mi texto. Saludos.

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  27. Muy divertido tu micro, Jesús. No es nada fácil componer historias en clave de comedia y tú lo has logrado con creces. Y el título, que ni 'pintao'
    Enhorabuena.Jesús.
    Un fuerte abrazo

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    1. Muchas gracias, Antonio. Aunque, realmente, soy un bastante serio, sí que me gusta plantear situaciones que nos lleven a pensar a través del humor. Un saludo.

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