Pachín, pachín
Después de jugar tocan sus llamadas. No puedo evitar escuchar:
—Lo estoy pasando bien —dice mientras se desliza una lágrima—, pero os echo de menos.
Decidí que, aquella noche, durante la velada, cantaríamos al fuego su favorita: "Pachín".
Le di la mano, y su sonrisa al bailar dibujó mis sueños.
Escrito por Enrique Caño
—Lo estoy pasando bien —dice mientras se desliza una lágrima—, pero os echo de menos.
Decidí que, aquella noche, durante la velada, cantaríamos al fuego su favorita: "Pachín".
Le di la mano, y su sonrisa al bailar dibujó mis sueños.
Cuentas una historia llena de sentimiento. Parece que alguien que cuida a un niño y contemplarlo feliz le hace a ella soñar.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo, anónimo.
No sé, me cuenta la historia de una persona en una residencia. Vuelta a la infancia. Echando en falta a su familia. Y la auxiliar ... "pachon" la hace feliz.
ResponderEliminarTiene varias interpretaciones, creo...
ResponderEliminarVeo las dos que han dicho los compañeros anteriores, y también veo un niño en un campamento de verano y le llaman sus padres para ver que tal... No sé. La historia es bonita, no obstante...
Muchos besos.
Poco tiempo para ocuparse de ellos. Pisos pequeños. La fatalidad de las visitas de fin de semana. La distancia. La soledad de los padres ancianos. Todo contado en muy pocas palabras.
ResponderEliminarUn emotivo micro. Saludos