Vida sexual

Le digo que hace cinco días que no hacemos el amor. Me responde: "Pues eso tampoco es tanto tiempo". Así que me doy una vuelta por el techo, me detengo, me froto las patas delanteras y pienso con resignación: "Este idiota no debe de saber que apenas vivimos un mes".
Escrito por Enrique Angulo - Twitter

40 comentarios :

  1. Imaginativo y muy divertido tu microcuento, Enrique. Me he partido de risa al llegar al final. Magístral el ir desvelando sutilmente quién es el protagonista.
    Me ha encantado, amigo.

    Un abrazo.
    Pablo

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    1. Pablo, si he conseguido que te rías, creo que esa es la mayor de las recompensas que uno puede obtener con un microcuento de este cariz.
      Las moscas son muy familiares, como decía Antonio Machado en su poema, y bien merecen aparecer de vez en cuando en alguna historia.
      Un abrazo.

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  2. El tiempo es oro, para una mosca más. Aunque Víctor Jara dijese que "la vida es eterna en cinco minutos" un mes es muy poca cosa y no deja espacio para remilgos. Por seguir con las frases hechas recuerdo aquella popular que dice: "Disfruta y bebe, que la vida es breve", que aunque suene a ripio y quizá no haya que tomarla de forma literal, tiene su trasfondo, como este relato, en el que haces gala de tu visión lúcida y llena de comicidad.
    Muy divertido, Enrique
    Un abrazo

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    1. La vida es eterna en cinco minutos, desde luego, sobre todo en esos cinco minutos que alcanzan una intensidad que no se da con mucha frecuencia en toda una existencia. Eso no es óbice para cumplir también con el tópico de disfruta y bebe –o cualquier otro verbo que quiera poner aquí uno-, que la vida es breve.
      Por otra parte, al hacer protagonistas de mi microcuento a un par de moscas, vienen enseguida a la mente esos latinajos que nos recuerdan lo efímero de la vida –aunque la ciencia va consiguiendo que cada vez sea menos efímera- : carpe diem, tempus fugit...
      Por último, como curiosidad, hay moscas que sólo viven un día y se lo pasan copulando, y no sólo eso, se llaman efímeras, efémeras o cachipollas, este nombre último se le debió de poner algún bromista.
      Y estas moscas también darían para un sugestivo microcuento, pues el macho, tras el apareamiento, cae muerto en el agua donde la hembra pone sus huevos para caer muerta también.
      Muchas gracias por tu comentario, Ángel, un abrazo.

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  3. Muy bueno este relato, Enrique. La pobre mosca, para ella cinco días es una eternidad. Esta claro que al señor mosca le falta información.
    Muy divertido y muy buen relato, Enrique.
    Un abrazo enorme.

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    1. Desde luego que mi intención era escribir algo ligero y divertido, no sé hasta dónde lo he conseguido llevando esos problemas sexuales de las parejas a una pareja de moscas. Ese macho, aunque es mosca, es un tanto zángano y está un poco en la inopia, así que no sé si la mosca hembra volverá a la carga tras su paseo por el techo, frotarse las patas y su desahogo verbal.
      Muchas gracias por tu comentario, Javier, un abrazo.

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  4. Enrique, qué relativo es el tiempo y la vida, todo depende de la especie a la que pertenezcas. Con este relato y con tu sentido del humor lo demuestras, sobre todo cuando nos descubres quién es el protagonista.
    La moraleja es que hay que aprovechar todos los momentos para ser felices o al menos intentarlo. Ya decía Ramoncín "Más vale pájaro en mano que pollo en fotografía". Jajaja
    Muy original tu micro. ¡Enhorabuena!
    Besos muy apretados, amigo.

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    1. La vida es tiempo, esa lección no sé cuántos la han aprendido, seguro que la mayoría suspenderíamos al examinarnos de ella, pues muchas veces cambiamos ese oro por pura hojalata. Así que nada más verdadero que lo que dices de aprovechar todos los momentos –sobre todos los buenos momentos, o los que podemos convertir en buenos con un poco de voluntad e imaginación- para ser felices. La frase de Ramoncín no la conocía y me parece muy original y muy humorística.
      Muchas gracias por tu comentario, Pilar, besos apretados igualmente.

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  5. Ya se sabe que los moscardones son más torpes que las moscas. Ni siquiera saben huir hacia la luz, con lo cual te siguen dando la paliza aunque les abras las ventanas. Sigo pensando que la importancia del macho es puro mito.
    La mosca lleva razón.
    Un abrazo por tu buen micro y otro por nuestra amistad virtual.

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    1. Los moscardones, aparte de ser unos plastas, son bastante torpes, en efecto, y es cierto que les abres la ventana de par en par y ellos son incapaces de salir por ella, así que, a veces, uno se enfada ante tanta ineptitud y acaba sacudiéndolos. Por tanto, no es de extrañar que el macho de mi historia sea tan lerdo.
      En cuanto al macho en general, Marco Ferreri ya rodó una película titulada Adiós al macho, así que los machos que queramos tener cierta importancia tenemos que cultivar nuestro lado femenino.
      Recibo ese par de abrazos y te los devuelvo amplificados.

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  6. Pues creo que el tópico dice que suele ser él quien de modo habitual está más deseoso de llevar a cabo esas prácticas pero, curiosamnete, en el caso de estos bichitos es ella la que parece tener el reloj biológico (ese del que tanto se habla) en su punto. Curiosa situación la que nos muestras en tu relato, Enrique. Me ha gustado. Un abrazo y suerte.

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    1. No entiendo mucho de la vida sexual de las moscas –ni siquiera entiendo mucho de la vida sexual de los humanos- y no sé cómo se comportan en esas situaciones, me imagino que habrá de todo, pues otra cosa no tendrá la naturaleza, pero prodigalidad la tiene a raudales, pero como la ficción lo admite todo –hasta que una mosca reflexione- pues uno puede permitirse ciertos dislates que serían inconcebibles en otros ámbitos.
      Mucha gracias por tu comentario, y si te ha gustado, me doy por muy satisfecho. Un abrazo.

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  7. El tiempo es tan relativo... Nada más ilustrativo que la vida de estos insectos. Dejar que pasen los días sin apurar el placer -sexual, en este caso- es inconsciencia o estupidez. Has aplicado los tópicos literarios del "tempus figit" y el "carpe diem" de un modo inteligente e irónico, Enrique. El macho de la fábula necesita una lección.
    Un micro profundo envuelto en humor. Soberbio. Enhorabuena y un fuerte abrazo.

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    1. En definitiva, de lo que se trataba era de reflexionar sobre eso tan escurridizo e incomprensible que es el tiempo, y de esas ideas que ya se han convertido en tópicos acerca de su fugacidad y de la necesidad de aprovecharlo, pues, como cantaba Franco Battiato, en La estación de los amores, los horizontes perdidos no regresan jamás.
      Hacerlo con un poco de humor creo que le quita la gravedad que tiene al tema, no sólo el del tiempo, también el del amor, o sus simulacros, pues sobre ese asunto habría muchísimo sobre lo que reflexionar.
      Muchas gracias por tu comentario, Carmen, un abrazo.

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  8. Ironía dipteriana para presentar un relato originalísimo donde, como casi siempre, el macho no se entera de su efímera existencia. Sin duda, esta prolongada castidad dará vía libre a la conciencia de la hembra para buscarse otras alas con que retozar. Un abrazo, Enrique.

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    1. El macho está un poco a por uvas en lo que a la fugacidad de su existencia se refiere, como tantos otros machos no parece enterarse de nada. Así que la hembra está teniendo mucha paciencia con él, la cual, quizá se acabe de un momento a otro.
      Muchas gracias por tu comentario, Salvador, un abrazo de vuelta.

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  9. Teniendo en cuenta que, extrapolando al tiempo humano, lleva unos 15 años sin cumplir, claramente le está engañando con otra mosca.
    Yo de ella, reservaba habitación en el mejor estercolero de la ciudad y me largaba con un buen especimen macho de mosca cojonera. Y a vivir, que son 30 días.
    Si te digo que me ha encantado, me quedo corto, Enrique. Un grandísimo micro marca de la casa.
    Un abrazo.

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    1. No sé si el macho en cuestión tendrá por ahí una aventura con otra mosca o, simplemente, su actitud se debe a cualquier otra circunstancia que pueda existir en el mundo de las moscas; en el mundo de los humanos las circunstancias podrían ser muchas, dado lo raritos y complejos que solemos ser para todo.
      Lo que sí puede sorprender un poco es la paciencia de la mosca, estoy contigo en que debería hacer lo que dices o algo parecido.
      Me encanta, Antonio que te haya encantado este pequeño divertimento en el que, como en todo a lo que se le aplica el humor, he tratado de ironizar sobre esas cuestiones tan espinosas y, a veces, trágicas, que suelen ser las relaciones amorosas, por no hablar del paso del tiempo, misterio entre los misterios.
      Muchas gracias por tu comentario, Antonio, un abrazo.

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  10. cuán presto se va el placer;
    cómo después de acordado
    da dolor;
    cómo a nuestro parecer
    cualquiera tiempo pasado
    fue mejor.
    Qué sabia la mosca, amigo Enrique, qué golosa, qué disfrutona, qué instalada en su presente. Asombra que compartan tanto gen con nosotros siendo tan mínimas, tan poca cosa; será por ello que nos engreímos sintiéndonos superiores en el escalafón animal, y sin embargo,torpes y mal hallados, somos los causantes de ese mal mayor que abate por miles y días a las especies mayores y a las menores, pues ninguna escapa de este nuestro desconcierto desafinado que atenta contra los finísimos oídos de la Creación.
    Leerte relativiza el mundo circundante y como dicen en mi pueblo, se me viene el sombrajo encima. Ese punto tuyo que ironiza con la elegancia y la enseñanza de las fábulas, es a la vez, divertido y atizador, pues mueve las ascuas de un brasero que, a nuestras espaldas, el tiempo se ha empeñado en convertir en cenizas.
    Make love not war, fue el fantástico dicho del movimiento hippy, que salvando las diferencias, tomaron nota del vuelo de las moscas y quisieron como tu alada protagonista, abrir un camino diferente al mundo donde el goce del amor y de la vida libre, contrapesara este vicio por la desmesura del tener, explotar y consumir recursos como si nos fuera en ello la eternidad.
    Me despido haciéndome eco tu mensaje, sabedor ahora de que no todo tiempo es oro, que hay un tiempo sexo que nos recuerda que el amor es presente, tiempo precioso para todas las moscas que sobrevolamos este efímero pastel sobre el que acabaremos "presas de patas en él".
    Tus micros, amigo Enrique, son un respiro de alivio maravilloso. Gracias. Abrazos.

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    1. Nada más lógico que recurrir a Jorge Manrique cuando se habla del tiempo y su fugacidad, de los asombros que nos deja cuando echamos la vista atrás, cuando nos damos un paseo con cierta tranquilidad por las avenidas de nuestra memoria y descubrimos, atónitos, que tal hecho que os parece de ayer mismo sucedió hace unos cuantos años.
      Y sí, resulta curioso que la mosca comparta tantos genes con nosotros, es lo malo que tiene la ciencia, que nos ha ido despojando de ese pomposo título de reyes de la creación que nos habíamos dado para reducirnos a una menudencia en unas inmensidades espacio-temporales que somos incapaces de entender.
      Pues cuando llega un tal Leonard Susskind –no sé si será un primo lejano del autor de El perfume- y dice que el número de universos posibles es 10 elevado a 500, pues ya es que te quedas apamplado, aunque no sea cierto; al igual que te quedas apabullado y sin nada que decir ante lo incomprensible de la conducta humana en tantísimas ocasiones de pesadilla de las que Joyce decía que deseaba despertar.
      Así que ante todo eso creo que nos queda el humor y la bondad, dos campos en los que me gusta competir, aunque lo haga sin mucho éxito; por tanto, si este pequeño microcuento con su moraleja acerca de que el tiempo es oro ha hecho sonreír o reír a alguien, ese el único pago que esperaba; pues, en definitiva, como bien dices, el pastel de la vida cada vez se hace más pequeño como la piel de zapa de la novela de Balzac, así que antes de que muramos presos de patas en él como moscas de Samaniego, debemos intentar hacer algo bueno con nuestra vida.
      Muchas gracias por tu generoso comentario, Manuel, un abrazo fuerte.

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  11. He empezado a hacer cuentas con la calculadora y no sé si estoy mejor o peor que esas moscas.
    Ingenioso micro. Enhorabuena, Enrique. Saludos

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    1. Mejor no sacar la calculadora en este casos porque nos podemos llevar una desagradable sorpresa, y podemos caer en aquello de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el propio, con lo cual, la mosca macho podría echarnos en cara nuestra crítica con eso tan socorrido de ¿y tú qué?
      Muchas gracias por tu comentario, Plácido, un abrazo.

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  12. Pobre mosca!! Tiene el tiempo contado, pero lo raro es que ella lo sepa, jajaja. Muy original. Besos.

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    1. Sí, debe de ser una mosca muy espabilada para haber llegado a esa conclusión a la que no llegan o llegamos -vaya usted a saber-, muchos humanos, que también tenemos el tiempo contado aunque vivamos mucho más que esos dípteros, como ha dicho anteriormente Salvador Esteve.
      Muchas gracias por tu comentario, Olga, un abrazo.

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  13. Un placer poder reírse un poco. Hay que aprovechar el momento. Un beso.

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    1. Pues sí, creo que a la vida hay que echarle mucho humor y, aun así, a veces en que ni el humor puede minimizar ciertas historias terribles que pasan cada día en nuestro mundo.
      Muchas gracias, Maite, por tu comentario, un beso de vuelta.

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  14. No hay tiempo que perder que cambie de pareja ya!!!! Un mes!?!?!?

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    1. Desde luego que el tiempo apremia para esa mosca, no sé si llegará pronto a la conclusión de que lo mejor es que cambie de pareja cuanto antes, que en su caso, ser infiel está más que justificado, pues con ese macho zángano no va a ninguna parte.
      Muchas gracias, Luisa, por tu comentario, un abrazo.

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  15. La percepción del tiempo es relativa. Cinco días, un mes... Un tesoro cuando se tiene contado, marcado, limitado. Cada dia cuenta... Cada instante.

    Buen micro!

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    1. La percepción del tiempo desde luego que es algo relativo, a veces, en la vida, en muy poco tiempo se acumulan los acontecimientos alegres o luctuosos, y luego pueden pasar años de rutina, o de una vida que en nada se parece a la que soñamos. Lo que nos cabe hacer es gestionar tanto lo bueno como lo malo de la mejor forma que sepamos, que no siempre somos inteligentes, ni mucho menos, en tan importante negocio existencial.
      Muchas gracias por tu comentario, Galilea, un abrazo.

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  16. Buena lógica la del bichito. ¡Hay que aprovechar cada minuto, segundo y décima!. Y máxime cuando solo se dispone de un mes para alegrarse la vida.
    Un abrazo virtual, Enrique

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  17. La vida es breve, decían los sabios de antaño, brevísima en el caso de una mosca, aunque no sabemos cómo perciben ellas el tiempo, sea como fuere, lo de aprovechar el tiempo, lo de vivir el momento, es también una máxima que viene de antiguo, pero ya se sabe que hasta lo más obvio hay que repetirlo.
    Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo de vuelta.

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  18. Yo estoy por decir que él sí que sabe que solo disponen de un mes de vida, y que se ha reído, socarronamente, para sus adentros. Por lo que veo, estos animales (quizá otros muchos también) tienen los mismos problemas que los humanos, sobre todo cuando se trata de hacer cosas para las que tienes que contar con otra persona.
    Simpático y ocurrente relato, Tocayo, en el que la relatividad de las cosas convierte la situación, normal en apariencia, en graciosa e irónica.
    Enhorabuena y un abrazo, Enrique.

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    1. A lo mejor es una mosca zángano, aunque en las colmenas de abejas los zánganos son los que copulan con la reina, pero eso les cuesta la muerte, por tanto, parece que hasta en el reino animal andan juntos Eros y Tánatos.
      Así que también es posible que la mosca macho tenga sus miedos al respecto y se haga el longuis o la longuis, pues es femenina por mosca y masculina por macho, qué lío –por cierto, hacía mucho tiempo que no utilizaba esta expresión que me ha venido ahora a la mente-, así que todo tiene siempre más matices de lo que parece a simple vista.
      Muchas gracias por tu comentario, Tocayo, un abrazo.

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  19. "Carpe Diem" querido Enrique, y "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", y mucho menos si es algo susceptible de tener uno varios orgasmo... Me ha gustado, sabes, porque hay mucho moscardon suleto por ahi jajajaja

    un abrazo,

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    1. Cierto lo del carpe diem, pues en la vida todo es precario, y sólo hay una seguridad: que no hay seguridad. Esa es una sabiduría que viene de siempre, así que cada instante no deja de ser un regalo, pues cualquier accidente puede cambiar nuestra vida de un momento para otro, por no ponerse en lo peor.
      En cuanto a los moscardones, no puedo estar más de acuerdo en ello, suelen ser legión y dan vergüenza ajena.
      Muchas gracias por tu comentario, Raquel, un abrazo.

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  20. Me ha encantado, Enrique, tu micro. Comienzas jugando un poco al despiste y acabas aclarándonos quién es, realmente, el que "habla". Desde luego, lo de que todo es relativo está muy claro en tu relato. No es lo mismo cinco años de abstinencia en una vida de varias décadas que tener una vida tan corta como la de las moscas. Me ha hecho reflexionar y me ha divertido, por igual. Otra muestra más de tu maestría con la palabra. Felicidades. Te deseo un año 2018 repleto de buenas letras y de satisfacciones en tu vida. Un abrazo.

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  21. Todo es absolutamente relativo y el paso del tiempo es una realidad que creo que somos incapaces de comprender, tal es así, que, pienso, en muchas circunstancias no nos entenderíamos con el que fuimos en el pasado.
    Por otra parte, el tiempo de vida que la naturaleza da a cada especie puede ser también motivo de reflexión, desde las más efímeras, hasta las más longevas de algunos animales que viven más que nosotros que dimos en llamarnos los reyes de la creación.
    Así que hay que bajarse un poco los humos y aplicarnos el humor, ese gran invento del ser humano que nos puede salvar de muchas neuras.
    Por otra parte, también te deseo lo mejor en el ámbito laboral, familiar y de relaciones, y que no nos falte la lectura, la escritura, la música, las artes y todo eso que hace la vida más rica y digna de ser vivida.
    Muchas gracias por tu comentario, María José, un abrazo.

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  22. Aunque tarde, decirte que me parece muy ingenioso, divertido y aleccionador tu micro. Pues sí, tenemos que ser conscientes del paso del tiempo y de que día que pasa, no vuelve.
    Te deseo lo mejor para el 2018, Enrique. Un abrazo.

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