Vidas paralelas
Sólo supieron de su doble vida cuando la perdió. Un amigo en común las presentó en el depósito. "Lo siento", dijo Encarna, con cara de circunstancias. La viuda miró al finado como si quisiera rematarlo. Después, el tiempo caprichoso hizo de las suyas. Y ellas tan sólo se dejaron querer.
Las dos tenían otras cosas en común aparte del finado. Aquí viene bien el dicho (retocado una miaja) "El muerto al hoyo y la viva al bollo"
ResponderEliminarSaludos.