Monumento a la diversidad

Hizo los pliegues torcidos, trazó la silueta sin guías y, al recortar, el folio le bailaba. Resultaron unidos seres deformes, flacos y gordos, arrugados, con manchas y algún amputado.

Suspendió plástica. Aparentemente, la manualidad del Día de la Paz consistía en una fila de hombres blancos idénticos dándose la mano.
Escrito por Isabel Ballester Torremocha

1 comentario :

  1. Muy bien, Isabel. Así es la naturaleza: vidas imperfectas. Un abrazo.

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