De ciertas vocaciones
Hubo una vez un oficial de Marina que hubiera deseado ser odontólogo. Su padre, Almirante, se opuso tenazmente al intento de transgredir la tradición familiar. Cuando debía interrogar un prisionero, el oficial se complacía en arrancarle los dientes con una oxidada tenaza. A cada uno gritaba, riendo: "¡¡Por vos, papá!!".
Me encanta el gore. Me gusta tu relato, la ironía que tiene...Es bonito saber que el protagonista ha sabido reconducir y canalizar su vocación finalmente.
ResponderEliminarUn saludo Elisa
Me alegra que te haya gustado, gracias por tu comentario Raquel.
EliminarElisa