La cartera

Recibieron un aviso de la policía. Un envío había sido manipulado y emponzoñado. La estafeta debía paralizar todas las entregas; un grupo de expertos las examinaría. Desconocían procedencia o destino.
Sonia respiró hondo, con parsimonia abrió su nómina. Sus dedos adquirieron un leve tono violáceo. Los relamió cuidadosamente. Entrega efectuada.
Escrito por Alfonso Picó Torrano

2 comentarios :

  1. Veo que el tema postal está estos días de moda, pues entre las cartas bomba de los americanos y los sobres ponzoñosos, empiezo a entender que el correo electrónico se esté imponiendo de manera definitiva, además antes teníamos claro quien llamaba a nuestra puerta pues el cartero siempre llama dos veces, pero ahora la cartera no sabemos cuantas veces llama.
    un muy buen e inquietante relato.
    Un abrazo

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