El fin justifica los medios
Corrió hasta asegurarse de estar a salvo. Se escondió en un callejón y lo sacó del bolsillo. Era un móvil precioso y carísimo, seguro. El Trueques le pagaría bien.
Sonrió. Podría hacerle un regalazo e invitarla a cenar. Vanessa no se le resistiría. Ya era hora de perder la virginidad.
Sonrió. Podría hacerle un regalazo e invitarla a cenar. Vanessa no se le resistiría. Ya era hora de perder la virginidad.
Un pícaro de última generación en toda regla. Robo de un móvil costoso, venta ilegal y seducción de la chica con la pasta en el bolsillo. Cambian los tiempos, pero no las arraigadas costumbres de quienes disponen de poco y cometen pequeños delitos para conseguir lo que anhelan.
ResponderEliminarMe ha gustado tu micro picaresco, Yolanda. Un beso.
Muchas gracias, Carmen, no había visto el comentario hasta hoy. Un abrazo
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