¡Cortamos por lo sano!

El cepillo camina por la mata rizada. Un nudo frena bruscamente el recorrido vertiginoso hacia las puntas. No se desenreda con delicadeza, ni con acondicionador. Para evitar tirones y alaridos, sentenciamos cortar el nudo. Cogemos del neceser de mamá las tijeras con las que le cortó las alas a papá.
Escrito por Manuela Balastegui

1 comentario :

  1. La dificultad de desenredar la mata de pelo rizada la comprendo perfectamente, pero los niños imitan lo que ven y parece que mamá no es un buen ejemplo a seguir.
    Un beso, Manuela.

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!