Azul y naranja (II)

Atardece en el Mediterráneo y con la pleamar algunas olas mojan un chaleco de color naranja en una playa. Nadie lo olvidó en la arena, lo perdió un corazón, mar adentro.

A esa misma hora, en el Centro de refugiados de Cruz Roja una manta azul se seca al sol.
Escrito por Carmen Martagón E. - Twitter
Parte I | Parte II | Parte III | Parte IV

40 comentarios :

  1. Muy bueno y muy actual, Carmen. Me ha gustado mucho.
    Saludos.
    Vicente

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Vicente. Siempre de actualidad este drama humano. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Antonio B.28/9/15, 18:05

    Colores que se desprenden de esperanzas disueltas en la salada dureza del mar, colores que también acompañan impotentes y repintan la cruz de un rojo cada vez más intenso y espeso.

    Un vibrante relato de colores y objetos, de peones vulnerables en el tablero del agua. De huidas y de cerrajeros que cierran las puertas de la orilla del cielo.

    Un estupendo relato que expresa mucho más de lo que muestra.

    Enhorabuena Carmen.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Antonio por tan bellas palabras. Merece la lena asomar con cincuenta palabras sólo por las maravillosas respuestas a las que dan lugar los relatos.
      Un abrazo!!!

      Eliminar
  3. Carmen me has emocionado; que 50 palabras más bien escritas, retratas una realidad de mucha actualidad con una sensibilidad enorme, además tu texto es una fotografía, uno te lee y lo ve, lo siente.
    Un me gusta enorme, y gracias por escribir siempre tan bien. Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias siempre a tí Javier por asomarte a leer mis palabras. Un drama que vemos cada día plasmado para que nadie se olvide. Un abrazo grande amigo.

      Eliminar
  4. Por desgracia, socorrido tema... ¡qué penita tener que hablar esto!
    Me ha gustado mucho, Carmen.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ojalá termine alguna vez Rosy. Gracias por asomar a leerlo. Abrazos.

      Eliminar
  5. Me ha gustado muchísimo la continuación de tu relato del mes pasado. Cómo has jugado con los colores para transmitir las emociones y con cuánta sencillez expresas un drama tan duro.
    Y preciosa la metáfora de la esperanza, con esa mantita azul puesta a secar (si no he metido la pata).
    Un abrazo, Carmen.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Patricia. Justo cuando salió mi relato del mes pasado una avalancha de noticias mostraban chalecos salvavidas en el mar. Tenía que darle esperanza a ese viaje entre madre e hijo... Un abrazote y mil besos.

      Eliminar
  6. El naranja que simbolizaba la esperanza de la protagonista, se hundió en el inmenso azul, de una inerte manta azul... Sueños de futuro mojados.
    Bonito relato. Utilizando solo objetos y colores cuentas una historia cargada de sentimiento.
    Enhorabuena

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Raquel. Un tema triste que necesita que nadie olvide para poder darles un futuro. Ojalá las palabras se hagan realidad. Un abrazo lleno de esperanza.

      Eliminar
  7. Cuentas muchas cosas con un par de objetos abandonados y unas pocas pinceladas de color y lo haces, además, aportando mucha sensibilidad. Me ha gustado mucho, Carmen. Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Matrioska. Es un tema tan doloroso que sólo la sensibilidad puede lograr que tenga solución. Besotes

      Eliminar
  8. Una historia actual contada a través de la contraposición de dos colores: el naranja y el azul.
    Yo interpreto -corrígeme si me equivoco, Carmen- que el naranja (el chaleco salvavidas) correspondió a alguien que, lamentable y tristemente, no pudo salvarse (quedó mar adentro); el azul (la manta), por su parte, sí sirvió para su propósito y ayudó a que alguien pudiera secarse y, en esta ocasión sí, salvarse.
    Va mi "Me gusta" y, con este, mi enhorabuena por tu relato, perfectamente narrado.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias José Antonio. Nada que corregir en tu magnífica aportación. Ojalá no más chalecos perdidos ni más mantas. Sólo vidas en paz. Un abrazo grande.

      Eliminar
  9. Carmen, que hermoso relato y que duro lo que describes. Cuanto me gustaría que todos hubiesen llegado sanos y salvos a la playa. Sabes que me encanta todo lo que escribes, por la sensibilidad con que lo haces. Un me gusta y un gran aplauso. Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Pilar. También a mí me gustaría que todos llegarán sanos y salvos. Ojalá nadie tuviera que dejarse hogar nunca. Un abrazo amiga.

      Eliminar
  10. Muy bueno Carmen, poetizas un drama tan cercano y que vemos tan lejano. Que sirva de homenaje, posiblemente póstumo, para quién llevase ese chaleco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias amigo por asomarte. Me alegra que te guste.Que sirva de homenaje y que nadie se olvide pese a la distancia. Un abrazo.

      Eliminar
  11. Me gusta la sensibilidad y sutileza con la que tratas la dramática situación de tus personajes. A ninguno de los dos se les ve, pero están presentes; el dramático final de uno y el inicio de un camino esperanzador para el otro.
    Mucha hipocresía y poca voluntad para resolver un drama sin fin.
    Nunca está de más retomar este tema, siempre de actualidad.
    Enhorabuena, Carmen. Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Jose. Siempre viene bien recordar que hay personas sufriendo mucho. Entre todos podemos aportar sensibilidad a quienes no la tienen. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.

      Eliminar
  12. La negra desesperación hace que algunas personas se arriesguen hasta el extremo de tener que pasear por el borde de una caprichosa cuchilla; algunos desafortunados todo lo pierden en el intento y visten de naranja, para otros aún queda esperanza, no importa que sea azul o verde.
    Conmueve ese corazón perdido mar adentro.
    Un abrazo, Carmen

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Ángel. Es conmovedor verles luchar por un futuro incierto y arriesgar la vida. No importa el color si hay esperanza... Un abrazote amigo.

      Eliminar
  13. Dos suertes bien distintas para ambos colores. ¿Alguna historia que vincule a sus dueños?
    Bravo, Carmen, por este grito de dolor y esperanza.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Enrique. No sé si podemos hacer algo más que gritar por sus vidas truncadas, al menos gritemos para que no se olviden. Ojalá la vinculación entre las historias sea siempre la vida y la esperanza. Un abrazo.

      Eliminar
  14. Contar dos escenas sin nombrar a un protagonista, y a la vez retratar en la reina del lector perfectamente la escena, sólo está al alcance de escritoras muy grandes, como tú. Enhorabuena por tan soberbio micro.
    Un beso.
    Pablo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Pablo. Me abruman tus palabras. Me alegra infinitamente que te haya gustado y que tengas ese enorme concepto de mis letras. Aprendiendo estoy, especialmente en este lugar lleno de maestros. Un abrazo grande.

      Eliminar
  15. Querida Carmen, solo alguien que domina las letras como tú es capaz de contar un drama de una forma tan suave, tan bonita y con un final tan esperanzador.
    Me gusta mucho esta continuación que le has dado a tu relato del mes pasado.
    Un beso.
    Malu.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Malu. Me alegra que te guste. En el anterior se quedó en el aire el destino de aquel niño de ojos oscuros. Tenía que darle esperanza a él y memoria a los demás. Un abrazo.

      Eliminar
  16. La desgracia y la fortuna, las dos caras de la moneda de la desesperación. Fantásticamente contado y delicadamente coloreado, Carmen, como tú lo haces siempre.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias María Jesús por tus palabras. Me alegra que te guste. Le di color a una situación más que oscura... Besitos

      Eliminar
  17. Contraste de colores en medio de un relato transparente.
    Genial.
    . Me gusta.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias José María. El color ayuda a darle forma y ya veo que se entendió bien. Me alegra que te guste. Abrazos

      Eliminar
  18. Preciosa y dura la continuación de tu micro anterior "Azul". Me encanta como montas la historia sin referirte a las personas que lo protagonizan, pero dejándolas entrever a través de los colores de esas prendas con distinto destino.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Asun. Me alegra haber dado en el clavo al intentar poner continuidad al relato anterior. Fue ver el chaleco naranja en la noticia y tener la necesidad de plasmar los colores, en esta oscura realidad de tantas personas. Un abrazote

      Eliminar
  19. Excelente Carmen, ya es el segundo relato tuyo que escapa a tu forma de escribir dándonos un final no feliz.
    Un gran abrazo y muy acertada la combinación de colores.
    Saludos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Jean. Me alegra que te guste. Algo de esperanza si aporta la manta azul... Es difícil ser positiva con lo que vivimos día a día. Lo intentamos. Abrazos

      Eliminar
  20. ¡Precioso, Carmen!
    Perdona, mereces mucho más, pero no quiero dejar pasar más tiempo para decirte que me ha encantado.
    Un beso. Grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Besazos Margarita. Me vale con que asomes y dediques tiempo a poner unas letras. Gracias mil.

      Eliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!