Una mañana cualquiera
Llego tarde, como siempre. Me levanto agitado, desorientado. ¡Rápido!, ¡lávate la cara y vístete o lo volverás a perder! Dos minutos caminando me separan del tren a mi nueva vida, suficientes para ver cómo se aleja. Dicen que sólo pasa una vez, pero miro la pantalla. "Próxima salida: 20 minutos".
Escrito por Kike Sirvent - Web
¿Por qué no?
El lagarto le dijo al águila:
—Me gustaría volar como tú pero sería un gran cambio para mí y me sentiría solo allá arriba.
—Inténtalo, no es difícil. Cuando estés dispuesto podrás escuchar el viento, cuando escuches el viento podrás volar y cuando estés volando podrás hablar con el viento.
—Me gustaría volar como tú pero sería un gran cambio para mí y me sentiría solo allá arriba.
—Inténtalo, no es difícil. Cuando estés dispuesto podrás escuchar el viento, cuando escuches el viento podrás volar y cuando estés volando podrás hablar con el viento.
Escrito por Wadi Rum
Pastel de amor
La pastelera tamizó la harina de la pasión, batió los huevos de la sensualidad, los mezcló con el azúcar de la ternura, montó la nata de la complicidad y repartió las pepitas de chocolate del deseo. Pero le faltaba un ingrediente, la certeza... y el pastelero le puso la guinda.
Escrito por Mercedes González Sanz - Twitter
De tal palo, tal astilla
1955
Querida mamá,
Odio este internado. Comida asquerosa, los monitores me acosan. Por favor, llévame a casa.
Besos, David
Querido David,
¡Tonterías! Levanta el ánimo.
Madre
1997
Querido David,
Odio este hogar. Comida asquerosa, enfermeras me tratan como un niño. Recógeme inmediatamente.
Madre
Querida madre,
¡Tonterías! Levanta el ánimo.
David
Querida mamá,
Odio este internado. Comida asquerosa, los monitores me acosan. Por favor, llévame a casa.
Besos, David
Querido David,
¡Tonterías! Levanta el ánimo.
Madre
1997
Querido David,
Odio este hogar. Comida asquerosa, enfermeras me tratan como un niño. Recógeme inmediatamente.
Madre
Querida madre,
¡Tonterías! Levanta el ánimo.
David
Adaptado de Pauline Cartledge - Ver original
Radiante
Es mediodía. El sol me ilumina. Me siento fresco. Saludo y voy silbando con paso firme por la calle principal. Barbilla alta. La sonrisa por bandera. Guiños de complicidad. Los niños ríen y las señoras se desmayan. Las sirenas alrededor cantan encendidas hacia mí.
—Mierda. Nunca me acuerdo de vestirme...
—Mierda. Nunca me acuerdo de vestirme...
Escrito por Faroni
El sentido de la vida
Miraba a la gente comer frutos de las plantas, reír y llorar... le extrañaba que casi nadie se preguntara por qué hay plantas y todo lo que existe en el cielo y en la tierra, qué sentido tienen los días y las noches... y aún más... por qué existen ellos...
Escrito por Angelo Scotti
La llama
Prendió la cerilla con la ilusión del niño que sopla las velas de su tarta de cumpleaños. Estaba feliz y nervioso. Excitado. La fricción, el chasquido, el penetrante olor... sus ojos abiertos reflejaban la llama mientras su mandíbula se desencajaba. Pocos minutos después el bosque ardía devorado por el fuego.
Escrito por Tuso - Web
Cafeína
La taza sucumbió al café hirviendo, y pronto la verde porcelana dejó paso a una materia más rosada y orgánica. Medio sobre de azúcar y la percusión de la cucharilla pusieron base rítmica a la canción que ya tarareaba. El vaivén de sus manos y su boca hicieron el resto.
Escrito por Lola Pacheco
Una foto vieja
Elena conservaba una foto vieja, en la que su madre, joven y feliz, sonreía con un niño sobre el regazo y una niña en pie a su lado. Le gustaba porque mostraba una joven madre satisfecha de sus hijos y, por lo tanto, también de ella. Entonces debía de quererla.
Escrito por Gemma Torres - Web
Ajena a todo
Te he visto por casualidad. Ibas junto a la ventana del autobús. Ajena a todo, también a mí. Aunque fugaz, me ha golpeado tu imagen. Quizás, porque reflejaba lo que mejor me diste: desinterés, lejanía. Te dejé mi amor inmaduro y torpe, y me llevé la frialdad de tus labios.
Escrito por Javier
Invierno
Lunes, lluvia. Martes, lluvia. Miércoles, nieve. Jueves, frío. Viernes, ¿sol? Sábado, lluvia. Domingo, chocolate con churros. Lunes, lluvia. Martes, frío. Miércoles, frío. Jueves, pereza. Viernes, me vuelvo a la cama.
Me despierto, una sonrisa de oreja a oreja y el rostro iluminado, saco la bicicleta, por fin llegó el verano.
Escrito por Hurcein
Vida estándar en un mundo contradictorio
Comía pizza mientras veía el telediario. Se limpió el tomate de los labios al tiempo que trasladaban cadáveres en alguna guerra. Y más paro. Cuando acabó, fue al baño y tuiteó algo sobre la fragilidad de la vida. Fregó los platos con Pink Floyd y se marchó apresurado al metro.
Escrito por Álex Garaizar
La carrera
Es un caos. Tengo miedo. Somos tantos... Y casi todos quedarán por el camino. ¿A qué nos enfrentaremos? El vacío. Muros infranqueables. La nada. Siempre corriendo. Siempre teniendo que destacar. Desde el principio. Nunca hay segundo puesto. La carrera por la vida.
—¡Sí! ¡Lo conseguí! ¡Llegué al óvulo! ¡Lo fecundé!
—¡Sí! ¡Lo conseguí! ¡Llegué al óvulo! ¡Lo fecundé!
Escrito por Faroni
El mundo a sus pies
Veía a la sociedad como un mero artilugio de poder. Dominaba al más fuerte, al más lúcido. Él sintió que era el elegido: la rebeldía le brindó la oportunidad. Hizo todo cuanto y como quiso, y los resultados fueron extraordinarios. La gente vio en él un ejemplo de valentía.
Escrito por Imanol Landa
Quizá tienen sentido las tres 'R' después de todo
En la escuela no había sido nada bueno en matemáticas, aunque sobresalió en escritura y lectura. ¿Pero quién necesita la aritmética? Se inscribió entusiasmado en el concurso y produjo una historia impresionante, ingeniosa, profunda y paradójica. Estaba inspirado. Era toda una obra maestra. Los jueces suspiraron. Otro con 51 palabras.
Adaptado de Nicolas Hodgson - Ver original
De repente, la felicidad
Un músico callejero cantaba cuando cuatro chicas, pantalones ajustados, melenas largas y toda la vida por delante empezaron a tararear junto a él. Agarradas por la cintura, cantaban y reían compartiendo un momento mágico que quizá no volvieran a vivir en muchos años, aunque ellas eso no lo podían saber.
Escrito por Gemma Torres - Web
El viaje
Cirílico. Bus, mousaka, efkaristó; montañas, nieve, Delfos. Ruinas, oráculo, Dioses; olivos, niebla, parakaló. Bus, costa, Nafpaktós, castillo, puerto, ¡coño Cervantes!, ¡anda Lepanto! Kalimera, sol, bus, Galaxidi; relax, mar, pescado, edén; clic. Bus, Kalambaka, Metaxa, KO. Resaca, caminata, monasterios, atardecer, Meteora, ¡hooostia! Tren, Atenas, tzatziki, feta, mmmm. Acrópolis, Plaka, ¡Elare Malaka!
Escrito por Tuso - Web
Caña ocasional con un -bzzzzz- viejo amigo
"Pues eso, he pensado montar una..." -Bzzzz- "Uy, disculpa". Volvió al iPhone y yo, a ninguna parte. "Sí, te decía que he visto que..." -Bzzz- Cuando reaccionó, dije: "¿Sabes? He pensado en comprarme un iPhone con tarifa de datos". Se le iluminaron los ojos: "¡Genial! ¡Así estaremos siempre en contacto!".
Escrito por Álex Garaizar
Sentencia
La cursi de mi hermana pasó su infancia pensando cómo sería el día más bonito de su vida: su boda. Más o menos, acertó.
Yo era más dramático, pensando cómo sería mi final: haciendo deportes de riesgo. Me equivoqué.
El día D, el verdugo sonrió: "Enhorabuena, ya tiene su hipoteca".
El día D, el verdugo sonrió: "Enhorabuena, ya tiene su hipoteca".
Escrito por Ocuséyul - Web
El momento
Se fue. Apenas lo sintió se le escapó esfumándosele entre los dedos. Sabía que así sería siempre. Nunca conseguiría su objetivo, pero ahí residía su felicidad, en perseguirlo. Miró fugazmente atrás, con una media sonrisa, y volvió a echarse la vida a la espalda, ilusionado por cuantas aventuras pudieran aguardarle.
Escrito por Faroni
Guerra y piezas
"Las esquinas primero", decreta. Las demás piezas están amontonadas, aparte. "Las azules en la pila azul, las marrones en la marrón. No las mezcles". Mis movimientos están restringidos (un arbol aquí, una nube allá), mientras él ataca el castillo. Me escondo una pieza en el bolsillo: la revolución ha comenzado.
Adaptado de Mary Ann Slater - Ver original
Supervivencia desesperada
"Come, hijo mío". Mi voz sonaba seca, rasposa.
La cuchara, humeando, derramando preciosas gotas de guiso aguado, se acercó a los labios agrietados del niño.
Dos cucharadas. Suspirando, me recosté contra el árbol, su plácido rostro en mi regazo, su respiración débil.
Gritos. Volví la cabeza. Le abracé fuerte. Lloré.
Escrito por Shylock - Twitter
Nubes y claros
La niebla cubría su cabeza, espesa. Se sentía desorientada ante tantos acontecimientos. ¿Avanzar? ¿Quedarse? ¿Huir?
Asomó por la ventana de pronto un atisbo de luz, y una sonrisa se dibujó en sus labios. Lo sabía. ¡Por fin!
Y se puso a bailar con la ciudad, a pesar de la lluvia.
Asomó por la ventana de pronto un atisbo de luz, y una sonrisa se dibujó en sus labios. Lo sabía. ¡Por fin!
Y se puso a bailar con la ciudad, a pesar de la lluvia.
Escrito por Sayuri
Perder el tiempo
Estaba harto de escribir gilipolleces, otro tostón que ni el jefe leería. Decidió darse un paseo por el trastero. Siempre descubría algo nuevo. Encontró su viejo álbum de pegatinas, que ya no recordaba. Fue el único de su clase que logró completarlo. Lo contempló durante horas. Era su pequeño trofeo.
Escrito por Álex Garaizar
Lluvia
"Hijo, cubrite, va a llover", le dijo ella amorosamente, mirando hacia la ventana. "Callate idiota, ¿no ves que está lindo?", respondió enojado.
Ni bien salió del edificio una nube cubrió el sol. Miró hacia arriba, y los setenta kilos de su madre caían en picada, como una gran gota suicida.
Escrito por El Abuelo Está Mintiendo - Web
Ni bien salió del edificio una nube cubrió el sol. Miró hacia arriba, y los setenta kilos de su madre caían en picada, como una gran gota suicida.
Escrito por El Abuelo Está Mintiendo - Web
Elegido mejor relato de marzo de 2013
Cruce de miradas
Él lo notaba, ella le miraba. Solían coincidir allí cada semana, siempre a la misma hora. Él lo intuía, ella le buscaba con la mirada, estaba claro.
Ella estaba en su mundo, haciendo un descanso. Pensaba en el plan de la tarde. Mente libre. Mirada distraída, nadie en su cabeza.
Ella estaba en su mundo, haciendo un descanso. Pensaba en el plan de la tarde. Mente libre. Mirada distraída, nadie en su cabeza.
Escrito por Garcalo
El regalo del lenguaje
Un hombre joven de familia acomodada se lanzó al mundo, cuando se dio cuenta de que sus padres sólo le habían enseñado, a propósito, cincuenta palabras. Enfadado, volvió donde ellos. "¿Por qué sólo cincuenta?", preguntó, con lágrimas en los ojos. "Habrías desperdiciado todas las demás", dijo con cariño su padre.