Analogía
Nadie más, ni en la barra ni en el bar. Solamente el camarero, absorto en recoger porque la noche ha llegado a su fin. Miras ¿tu última copa? mientras el hielo tintina en su roce con el cristal cuando la mueves. Observas cómo va diluyéndose, con lentitud. Como tu vida.
Bueno, no podemos decir que tu relato, José Antonio, nos suba la moral... Pero es lo que hay: la vida misma.
ResponderEliminarBuena alegoría y, además, bien contada. Un voto más.
Muchísimas gracias, Víctor. Y siento lo del bajón que pueda provocar mi relato pero es fruto del estado de ánimo en que me encontraba cuando lo escribí. Pero que conste que no es para nada autobiográfico (de momento).
EliminarMuy bien expresado este momento, que todos hemos vivido, si no igual, sí con la misma sensación de que se nos va la vida.
ResponderEliminarSaludos
Lo has interpretado a la perfección, Juana. Muchas gracias por tu comentario. Saludos para ti.
EliminarHay que saber expresar el camino que conduce al bajón. Buen relato.
ResponderEliminarEspero, Ángel, encontrar alguna idea que plasmar en un relato y que pueda servir para salir del bajón anímico. De momento, no tengo los ánimos necesarios... pero algo saldrá. Un saludo y gracias.
EliminarPor suerte se diluye con lentitud.
ResponderEliminarVa mi voto, José Antonio.
Gracias, amiga Gemma. Sí, es verdad, la suerte, si cabe, es que la vida se nos va con una cierta "parsimonia" lo que nos permite ver cosas buenas y, también, otras no tanto. Un saludo.
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