Prohibido sentir
Un día, por el miedo a una nueva historia que la dañara, dejó de fantasear siquiera con que podría ser feliz. Así también dejó de dormir para no correr el riesgo de soñar y su corazón congelado, por miedo a que la ilusión alterase su ritmo, dejo también de latir.
¡Qué triste!, ¡Me ha llegado al corazón! Es lo que pasa cuando la gente o la vida te ha dañado mucho, que prefieres dejar de sentir.
ResponderEliminarEnhorabuena y suerte para la final!!!
Me alegro de que te haya gustado Lorena.
EliminarMuchas gracias
A veces vivimos con tantos miedos que nos impiden saborear de los buenos momentos. Muy buen relato. Felicidades
ResponderEliminarGracias Juana. Efectivamente el miedo paraliza. Quizás se trate de correr más rápido. Me alegro de que te haya gustado
EliminarMe ha encantado y me ha llegado al alma. Para mí es un 10.
ResponderEliminarMil gracias
Eliminar¿Hay algo peor que el miedo al sufrimiento? Buen tema y bien narrado.
ResponderEliminar¿El miedo a no sufrir?. Sufrir también implica estar vivo aunque sea doloroso.
EliminarMuchas gracias Ángel, me alegro de que te haya gustado
Cuando el dolor te atenaza, cuando no ves expectativas ni futuro lo tienes todo perdido. En este caso hasta miedo al futuro. Me ha gustado el planteamiento y la ejecución "su corazón congelado... dejó de latir"
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