Armas de mujer

Tenía pocas amistades, era demasiado rudo. Alguien le aconsejó desarrollar más su lado femenino y así lo hizo. No sólo se dio cuenta de que se enriquecía y avanzaba, sino de cuánto tiempo había estado lastrado por una carencia. El peón llegó al límite del tablero y se coronó reina.
Escrito por Ángel Saiz Mora
Elegido mejor relato de diciembre de 2013

18 comentarios :

  1. Magnífico micro, Ángel y una enseñanza para todos los hombres: no temáis explorar vuestro lado femenino, podéis llegar a ser reinas ;)
    Mucha suerte!!!

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    1. No se lo digas a nadie, pero en el fondo todos pensamos que sois un enigma que nos supera y, sin confesarlo, tratamos de aprender de vosotras. Gracias, Lorena.

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  2. Muy imaginativo e ilustrativo, Ángel. Me ha encantado. Saludos

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    1. Gracias, Juana. Los hombres nunca tendremos vuestra sensibilidad, aunque hacemos lo que podemos. Me alegro de que te haya gustado.

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  3. Sutil y sugerente. Me parece un relato muy bueno. Enhorabuena!

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    1. Lo femenino y el ajedrez da para mucho. Gracias, Jerónimo

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  4. Mejor reina que reinona. ;)
    Suerte y beso.

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    1. Está bien y es necesario que todos los varones desarrollemos más nuestro lado femenino, pero tampoco es necesario pasarse del todo al otro lado, aunque todo es respetable, por supuesto. No te lo había dicho, pero cómo me gusta tu nuevo nick, parece un microrrelato por sí mismo. Saludos

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    2. ¿Mi nick? ¿Te refieres al twitter? entro poco últimamente.

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    3. Me refería al nombre de "anatomiadelamatrioska", que se llama igual que ese blog tan bueno que tienes, que también es el nombre con el que apareces por aquí.

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    4. Es que comento desde el blog, por eso figura el enlace que lleva hasta allí. :)
      Gracias, Ángel. Me alegra que te guste.

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  5. Estupendo relato, como siempre. Primeramente nos introduce un punto de reflexión, nos lleva a una sorpresa y tiene su nota de humor.
    No se puede pedir más en tan pocas palabras.

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    1. Muchas gracias, todo lo que has nombrado es lo que de alguna forma, no sé si consciente o inconscientemente, pretendía. Me alegro de que te guste. Un saludo.

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  6. Esperaba impaciente un nuevo relato tuyo, maestro. Y, como siempre, me has sorprendido. Pero, ¡cuidado con las nuevas amistades! Los que se acercan a una reina no son siempre lo que parecen... Abrazos, Ángel.

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  7. No sé qué decir si me llama maestro alguien que tiene en las letras su elemento natural. Así da gusto escribir, pero como también me encanta leer, igualmente espero otro relato tuyo. Gracias y un abrazo.

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  8. Ángel, tu relato es un piropo a todas las mujeres. Un abrazo, y por supuesto mi "me gusta".

    Lola Pacheco

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  9. Ahora que lo dices, se puede decir que es así. Es que valéis mucho. Muy agradecido por tu comentario, Lola.

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  10. ¡Enhorabuena Ángel! como bien dice Kantellado, no se puede decir más en tan pocas palabras.. un saludo.

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