Abandonos
Érase una vez un hombre que gustaba de ir a la playa. Aquel día estaba desierta. Sus ojos se dirigieron a aquellos zapatos abandonados. Pensó: pobres, ya tenéis nuevo dueño. Al día siguiente, los zapatos, en sus pies, guiaron sus pasos inexorablemente a la playa. Los abandonó. Y regresó descalzo.
Me gusta la estructura circular que tiene y también el punto surrealista. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminar¡Hola, PULGACROFT!
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras. Es mi primer microrrelato y está basado en el hallazgo real de unos zapatos en la playa.
Me alegra que te guste.
Un saludo.