Vuelo libre

Carezco de delicadeza con las mujeres y, al abandonarlas, he visto reacciones de todo tipo. Su frialdad me pareció simple despecho, pero me equivoqué. Ahora es tarde: el golpe en la trasera, verla al volante por el retrovisor, la curva demasiado próxima, el mar terso y gris que me reclama.
Escrito por Eduardo Iáñez - Twitter

10 comentarios :

  1. Muy bueno, Eduardo, ¡me gusta tu estilo!

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    1. Muchas gracias.A la hora de escribri, ya sabes cómo nos se pone el 'ego' cuando nos alaban el estilo, jeje. Saludos.

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  2. Con una colleja, sin acritud, pero reconozco que es un relato redondo, desde el título al punto final.
    ¡Más!

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    1. Bueno, lo de la colleja duele, pero se ve compensado con la alabanza consiguiente, así que gracias. Un abrazo.

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  3. Ya dicen que la venganza es un plato que se sirve frío, como las aguas del mar donde va a ir a parar en vuelo libre ese hombre que tan mal trata a las mujeres, otra cosa es que merezca ese castigo tan duro.
    Un saludo

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    1. Totalmente de acuerdo, Ángel. Pero ya sabes lo crueles que podemos llegar a ser con nuestras criaturas. A este lo he echado a volar, algo que me gustaría hacer con determinados individuos reales, pero por ahora tengo que conformarme con esto.
      Gracias por tu comentario. Saludos.

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  4. Magnífico relato, Eduardo. Las relaciones humanas, sobre todo cuando albergan fuertes pasiones, pueden ser muy traumáticas.
    Muy bien contado y con gran estilo. Tienes mi "me gusta".
    Saludos.

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    1. Muchísimas gracias por tus calificativos, Enrique. Me encanta que te haya gustado y que subrayes el 'estilo' por el que a la hora de escribir siempre luchamos.
      Un saludo.

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  5. Parecía que el título era porque las dejaba volar y mira, el que vuela finalmente es él.
    Buen relato. Megusteado.
    Saludos Eduardo.

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    1. Sí, Rafa, jeje: bien observado. Un tanto desalmadamente, él las deja 'volar' cuando ya no le interesan, pero una de ellas puso demasiado interés en demostrarle su despecho con signos evidentes.
      Un abrazo.

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