El hisopo de mi vaca

Con trece años acompañé a mi tío a cubrir a Jacinta con el semental del vecino. De vuelta, Jacinta y yo teníamos todas las hormonas revolucionadas. Ella caminaba contoneándose y de vez en cuando demostraba su agradecimiento salpicando en mi cara los fluidos sobrantes con el hisopo de su cola.
Escrito por Luis San José - Web

7 comentarios :

  1. Ya vemos cómo has acabado, Luis... Pero, y Jacinta? Qué ha sido de ella?

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  2. Ya dicen que es de bien nacidos ser agradecido. Un animal muy útil unido a su dueño por una empatía especial. Vaya pareja, tal para cual. Relato rural, humorista y realista.
    Un abrazo, Luis

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  3. Hola, Patricia. ¿A Jacinta? Pues la hicimos madre.
    Bsss

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  4. Hola, Ángel. Tan realista, como que forma parte de mi biografía.
    Un abrazo

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