Travestidos

Me equivoqué al pensar que este pellejo lanudo y demasiado estrecho me ayudaría a sobrevivir. Al ataque constante de mis verdaderos congéneres se suma el hostigamiento de quienes deberían ser mis hermanos de adopción: hoy en día, todo cordero que se precie luce una correosa y agresiva piel de lobo.
Escrito por Elisa de Armas - Web

3 comentarios :

  1. Ese es un problema para la Caperucita, ya no encuentra sino ovejas con piel de lobo. Y no hablemos de osos, que entonce sí me arranco.

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  2. Me ha gustado mucho Elisa. Como la vida misma. Enhorabuena y suerte

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  3. Como dice Randy Newman, It's jungle out there. Al final lo mejor será salir tal como uno es, aunque vigilante, eso sí.
    Buen relato, Elisa, muy bien construido además.
    Saludos.

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