Nunca lo sabré

Trabajamos veintiséis años juntos, nos jubilamos, cambiamos de localidad y continuamos llamándonos. Nuestra amistad continuó. Hablamos allá por noviembre. Hacía tiempo que no nos veíamos. Quedamos en vernos a principios de año. Quería contarme algo. Ayer me llamó su mujer... Había muerto. Nunca sabré qué quería decirme... Nunca lo sabré.
Escrito por Salvador Pérez Salas

27 comentarios :

  1. Parece el arranque de una novela policiaca... ¿Y si le mandó algo por correo antes de morir? ¡Fuera esas penas!
    Un abrazo, Salva.

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    1. Salvador Pérez Salas18/2/15, 22:47

      Y la novela se sacó de la realidad... y la realidad se hizo novela

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  2. Me ha recordado un poco a la historia del libro de Helene Hanff , ‘84, Charing Cross Road’, cartas entre ella y un editor y librero británico a lo largo de los años. Se hicieron amigos pero siempre posponían su encuentro por circunstancias diversas. Y, al final, él falleció y nunca se conocieron en persona. Aunque en tu relato sí se conocían.

    Muy buena idea para un relato policíaco como dice Patricia :)

    Suerte.

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    1. Salvador Pérez Salas18/2/15, 23:02

      La ficción se asemeja tanto a la realidad que hay que desentrañar el misterio. ¿quién mejor que unos especialistas para ello? Gracias

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  3. Hay cosas que no hacemos más que posponer. Es cierto que con el día a día ya tenemos bastante, pero también que lo que se deja desatendido acaba por secarse, cuando no por desaparecer del todo. Es algo tan corriente que no me extrañaría nada que hubiese ocurrido tal como lo cuentas. Al menos, los personajes de tu relato mantuvieron una relación telefónica que, aunque menos completa, también es válida y mejor que nada.
    Un abrazo, Salvador

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    1. Salvador Pérez Salas19/2/15, 2:35

      Así es. Lo dejamos todo para mañana... y mañana es hoy y... no nos dará tiempo actuar en tantos frentes. Es real, Ángel.

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  4. Muy buen relato, Salvador.
    ¿No habrá posibilidad de que haya dejado ninguna nota?
    Enhorabuena y gracias por tan interesante micro.
    Saludos.
    Pablo

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    1. Salvador Pérez Salas19/2/15, 2:39

      No. No la hay. No la hubo. Así de terrible.

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  5. Manuel Galvín18/2/15, 23:35

    La llegada de la muerte deja muchos lazos inconexos entre las personas que se comunicaban entre sí durante su vida, bastantes incógnitas sin aclarar y multitud de misterios sin resolver. Entiendo que Salvador aboga por no esperar a ese momento fatídico para avivar las relaciones paralizadas entre las personas que esperan a un hipotético futuro para ponerse al día de sus cosas y deja en el aire un desasosiego inquietante que es un verdadero tormento para el que lo sufre...

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    1. Salvador Pérez Salas19/2/15, 2:42

      Esa ha sido mi intención. Gracias.

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  6. Angustioso ese "nunca lo sabré" de tu relato. Tanto como afortunado considero ese "nunca la sabré" referida a la hora de mi muerte, y la de cualquier otro, y por eso seguiré posponiendo palabras sin pronunciar y vasos sin beber y caminos sin andar y abrazos sin dar y tantas cosas por hacer. Porque así me siento viva.
    Como siempre, Salvador, -te lo digo en tiempo presente y ojalá pueda decírtelo en tiempos futuros-, es un placer leerte.
    Un saludo.

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    1. Salvador Pérez Salas19/2/15, 11:19

      Intentamos no saber de la muerte pero ella...nunca se olvida de nosotros.

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  7. Dedicar tus palabras es muy emotivo..a quien compartió muchos momentos contigo,
    y seguramente no sería el momento de saber eso que tenía que decirte...

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  8. Muy interesante ese interrogante eternamente abierto, Salvador. Todos nos iremos con algo pendiente de contar a alguien. Sería bueno poder encontrar las respuestas al otro lado, aunque creo que no tendrían mucho significado después de haber resuelto el gran interrogante que supone el más allá. Saludos

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    1. Salvador Pérez Salas19/2/15, 23:43

      Sabia reflexión. Gracias.

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  9. Una de esas malas pasadas que la azarosa realidad nos juega a veces. El que haya ocurrido de verdad le da una enorme dimensión. Creo además que está muy bien escrito, Salvador.
    Enhorabuena y saludos

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    1. Salvador Pérez Salas19/2/15, 23:45

      Es terrible, Enrique. Gracias.

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  10. Fina Nieto Ramón19/2/15, 17:08

    Estoy segura de no ser la única a la que tu relato le ha hecho preguntarse cuántas cosas se habrá quedado sin saber de quien ya no podrá decírselas.
    Gracias por compartir con nosotros tan emotiva historia.
    Saludos.

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    1. Salvador Pérez Salas19/2/15, 23:47

      Seguro que no estoy solo en esta realidad

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  11. Inquietante desenlace. Una confidencia anunciada que nunca llegó. ¡Ufff, de novela!
    Un saludo.

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    1. Salvador Pérez Salas19/2/15, 23:53

      La muerte se llevó el secreto.

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  12. ¿Qué sería eso que quería contarle ahora y que no le contó durante tantos y tantos años de relación? ¿Qué sería eso que la muerte inesperada impidió que se supiera?
    Tu turbador relato me ha hecho que me hiciera estas dos preguntas (y algunas más que no reflejo en este comentario) y que siga aún con el desasosegado sentimiento de querer saber algo que ni el interesado ni mucho menos yo sabremos nunca.
    ¡Espléndido! Va mi 'Me gusta' y mi reconocimiento, Salvador.

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  13. Salvador Pérez Salas20/2/15, 0:03

    Es la eterna inquietud. Nunca lo sabrá.

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  14. Seguro, seguro, que lo que quiere decirle es que sus mujer quiere matarle...
    En fin, la imaginación es libre.
    Me gusta.

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  15. Es lo que tiene no hacer las cosas a tiempo y cuando hay que hacerlas. Angustiosa duda para el que se queda sin saber y quién sabe si un imposible descanso para el que se va.
    Besos Salvador.
    Malu.

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