Marionetas
Nada le gustaba más que estar con su madre, conocer a sus novios, sonreír con sus bromas, aceptar los regalos, asustarse sin motivos, dar un respingo, echarse a llorar, simular miedo, callar, repetir que era secreto e intentar tapar los morados que él mismo se hacía por todo el cuerpo.
Desproporcionada vida, aunque no injusta.
ResponderEliminarOriginal relato
Saludos.
Según entiendo, este es el caso de una mente maquiavélica en un cuerpo de niño, que finge un daño para culpar a quien no se lo merece.
ResponderEliminarMuy bueno, Luisa.
Saludos.
Entendiste bien, Vicente; pero todas las lecturas están permitidas para un microrrelato. Lo escribí con esa historia detrás, pero a lo mejor dentro de las palabras otros encuentran otras.
ResponderEliminarGracias a ambos
Vaya elemento, este chico promete como político, extorsiona a escondidas, al tiempo que seguro que mantiene una imagen angelical. Entiendo que la clave está en esos novios de su madre, de los que, mediante chantajes, obtiene esos regalos, aprovechándose de que ella, guiada por el amor natural, siempre creerá su versión. Hay personas que saben manejar los hilos, lástima que sea con malas artes.
ResponderEliminarUn abrazo, Luisa
Este niño es mucho niño, vaya manipulador. Desde luego que sabe manejar bien a su madre y a los novios de ella.
ResponderEliminarUn beso Luisa.
Malu.
Luisa, una joya de niño nos traes hoy! Según están las cosas hoy en día hay que tener mucho cuidado con hacer uso del dolor que sufren muchos niños víctimas de malos tratos. Esto hace que sea mucho más grave lo que hace el protagonista.
ResponderEliminarBesos
Este chico se aprovecha de una forma muy malévola de la situación que vive con su madre,e intenta sacar el máximo provecho, aunque sea a base de mentir con una situación de malos tratos que me parece de lo peor.
ResponderEliminarBuen rwlato Luisa.
Besos.
Me temo que el muchacho no quería un padrastro pero tampoco renunciar a las ventajas que ofrecen los novios novatos. Una vez exprimidos de regalos, empezaba un teatro que espantaba al más pintado.
ResponderEliminarUn relato fresco y original, Luisa. Enhorabuena.
Un abrazo.
Aleccionador relato, Luisa. Un chico con maneras maquiavélicas manipulando a la madre y a sus detestados novios. Un peligro de criaturita.
ResponderEliminarMuy bien contado. Un beso.
¡Buf! Ese chico tiene un alma bien enrevesada. Y es mérito de la autora haber mostrado tan compleja personalidad a través de sus acciones.
ResponderEliminar¡Muy bien, Luisa!
Besos.
Gracias a todos, pero que muchas muchas.
ResponderEliminarUn placer pasarse por aquí y ser tan bien recibida.
Este mal bicho sí que da miedo y no mi muñeca de porcelana. Se me han puesto los pelos de punta. Muy bien narrado, Luisa, conforme lo vas leyendo, se amontonan un montón de sentimientos nada agradables sobre ese pequeño monstruo. Muy bueno. Un beso.
ResponderEliminarMuy buen relato, Luisa. Me encanta el ritmo de su narración, entre otras cosas.
ResponderEliminarUn abrazo y enhorabuena.