Sofía

Aquella mañana, ella me confesó que saber casi siempre significa miedo, tristeza o decepción. Al mirarla a los ojos descubrí, enredada entre sus lágrimas, toda la sabiduría del Universo. En aquel momento supe cuál era el verdadero y único sentido de mi vida: hacer que Sofía olvidara todo cuanto sabía.
Escrito por Lavanda

23 comentarios :

  1. Yo creo que se es infeliz sabiendo, porque cuanto más se conoce acerca de lo que nos rodea, más preguntas podemos hacernos y acabamos siendo conscientes de que nunca podremos llegar a resolverlo todo.
    Tanto el saber en gran medida como el no saber, nos puede hacer felices o infelices aunque, esto depende del punto de vista de cada persona y su manera de ver la vida. Pero es cierto que casi siempre vivimos mejor en la ignorancia.
    Muy buen relato, Lavanda. Un beso.

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Olga. Un beso.

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  2. Muy buen relato, lleno de melancolía... me hace pensar en "Cuando era feliz e indocumentado". Enhorabuena.

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  3. Dice el sabio refrán: "Cuánto sufre el que sabe". A ello podría añadirse: Cuanto menos se conoce menos se padece. Este tipo de sentencias tiene su antagonismo en frases como "el saber os hará libres". Posiblemente lo ideal sería situarse en un espacio intermedio entre ambos extremos.
    Un saludo

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    1. Gracias Angel. Totalmente de acuerdo con tu argumento. Un beso

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  4. Gracias, Aurora. Esa frase que has apuntado resume perfectamente mi relato. Un beso.

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  5. Hola María José, creo que a tú relato se le puede aplicar también el refrán "ojos que no ven, corazón que no siente".
    Difícil misión es la de hacerle olvidar todo lo que sabe a Sofía, ya que en ocasiones es muy difícil olvidar ciertas cosas, sobre todo aquellas que nos causan dolor.
    Buen relato María José, me ha gustado.
    Besos.

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  6. Tocaya, juegas muy bien con el significado del nombre: Sofía y con el deseo de que siga existiendo ingenuidad y pureza, ante el desbordamiento de conocimientos que, en gran medida, nos hace sufrir. Te doy la enhorabuena por tan gran relato.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Muchas gracias, María José, tocaya. Sofía, etimológicamente, debería olvidarse hasta de su propio nombre para ser feliz. Me alegra que hayas reparado en el significado del nombre. A veces una debe olvidar muchas cosas para poder seguir adelante. Gracias por tu generoso comentario. Un beso.

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  7. Quizá por eso es feliz el que solo sabe que no sabe nada. Un estupendo relato lleno de poesía y sabiduría.
    Un beso.
    Pablo.

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    1. Gracias, Pablo. Me alegra mucho que mi relato te haya hecho pasar un buen rato. Un beso.

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  8. Por eso solo se es completamente feliz en instantes, en aquello momentos en que algo más intenso te hace olvidar todo... por un momento.

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    1. Muy cierto, Luisa. Solo cuando estamos dispuestos a disfrutar sin pensar demasiado podemos evadirnos de lo que nos hace sufrir. Gracias por tu comentario. Un beso.

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  9. Buenos deseos, para levantar la moral, a alguien que la tiene perdida.
    Suerte,

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    1. Muchas gracias, María Jesús. Esa es la idea, recuperar y recuperarse, dejando atrás el pasado que, casi siempre, es solo un lastre. Un beso.

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  10. ¡Precioso! Me temo que Sofía nunca podrá olvidar ni borrar toda su sabiduría y que serán muchas las ocasiones en las que sienta miedo, tristeza y decepción, lo que sí podrá hacer tu protagonista es compensarlo con comprensión, ternura y amor. Por fin tenemos aquí a otra de las grandes, me ha encantado tu estreno, Lavanda. Felicidades y bienvenida a Cincuenta. Un beso enorme.

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    1. Qué te voy a decir, mi querida Matrioska. Gracias por tu bienvenida, por tu comentario y por tu sabio consejo. Un beso y un abrazo de propina.

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  11. M. José, a veces conocer demasiado es una losa demasiado pesada. Todos envidiamos la felicidad de un niño, que ignorante de casi todo vive feliz.
    Buen relato en tu estreno. Bienvenida.
    Besos

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    1. Muchas gracias, Pilar. A veces he pensado que la infancia está sobrevalorada en cuanto a felicidad, que los niños sufren y mucho, pero desde nuestra óptica de adultos, no somos capaces de verlo, porque pensamos que solo los problemas y las preocupaciones de adulto son importantes. Me gusta pensar que los niños son felices, aunque esto sea también una bonita utopía. Un beso.

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  12. He leído hace poco que un niño sonríe cuatrocientas veces al día, mientras que los adultos no superamos las cien. Pues va a ser cierto que cuanto más se sabe, menos feliz se es... Triste, pero bonito tu relato.
    Bienvenida, un beso.
    Malu.

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  13. El sueño de la razón produce monstruos, dijo Goya. Y ahora cabría añadir que el saber les pone nombre y cara.
    Excelente relato, María José.
    Saludos cordiales.

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