A fondo
Frotaba fuerte bajo la ducha hasta enrojecer su piel.
Borraría su olor, el calor de su cuerpo, que tanto asco le daban.
Insistiría en sus labios, eliminaría sus besos, su sabor.
Él desaparecería, junto con la sangre que la salpicó al hundirle a fondo el frío metal en su corazón.
Borraría su olor, el calor de su cuerpo, que tanto asco le daban.
Insistiría en sus labios, eliminaría sus besos, su sabor.
Él desaparecería, junto con la sangre que la salpicó al hundirle a fondo el frío metal en su corazón.
Sorprendente final Pilar, con tu última frase descubro que tu protagonista no solo quiere acabar con todo lo que le recuerde a él, sino que también ha acabado con la vida de ese hombre,con ese "hundirle a fondo el frío metal". Pienso que la protagonista ha actuado en defensa propia, no sé si de malos tratos o una violación, pero esas palabras "tanto asco le daban", me llevan a pensar eso, que no podía aguantar más.
ResponderEliminarMuy buen relato Pilar, muy fotográfico al leerte se ven las imágenes de lo que nos quieres contar, me ha gustado mucho.
Besos.
Javier, efectivamente. La protagonista ha actuado en defensa propia contra una violación contra su voluntad. Es una mujer que es maltratada por su marido y se defiende. Aunque desgraciadamente por mucho que frote le va a resultar muy difícil borrarlo de su piel y de su vida.
EliminarDesearía que no sufra una situación así ninguna mujer más.
Mil gracias por tu comentario tan acertado.
Besos
También pudieran ser una psicópata caprichosa y veleta, que ya está bien de estigmatizar a los pobres maltratadores. Gran relato, Pilar.
ResponderEliminarLuís, en esta ocasión no es una psicópata. Por desgracia las mujeres siguen siendo maltratadas y mueren cada día. He querido que en mi relato el final sea otro ya que existe la legítima defensa. Ni una más. Con los maltratadores, tolerancia cero.
EliminarMuchas gracias por tu valoración.
Besos.
Lo de "pobres maltratadores" es una licencia que no me tenía que haber permitido ni en bromas. Lo siento. Llevas toda la razón. Un beso, Pilar.
EliminarAgradezco tus palabras Luis, sobre todo por respeto a las mujeres que los sufren.
EliminarBesos.
No conocemos los motivos, aunque es de suponer que deben ser poderosos, tal como se va desgranando desde el principio. La protagonista quiere eliminar toda huella de su cuerpo, que probablemente y en contra de su voluntad fue doblegado por otro que yace inerte. Queda la incógnita de si habrá sabido borrar sus huellas de aquel escenario, si podrá alegar legítima defensa, si sabrá limpiar de su conciencia lo sucedido, por mucho que él lo mereciera.
ResponderEliminarUn relato lleno de fuerza con un título muy acorde.
Un abrazo, Pilar
Angel, se trata de una mujer maltratada que actúa en legítima defensa. Lo difícil no será limpiar su conciencia sino lo vivido hasta ese momento, aunque frote a fondo.
EliminarMuchas gracias por tu valoración y por tu siempre acertado comentario.
Besos
A este acto de necesaria purificación, precede otro de liberación del que desconocemos las circunstancias necesarias para entrar a juzgar al personaje. Muy bien contado todo y lleno de intensas y poderosas imágenes. Enhorabuena, Pilar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enrique, lo has expresado perfectamente. La mujer maltratada actúa en defensa propia ante el último ataque cuando ya no puede soportarlo más. Por un lado se siente liberada al dar por terminada su tortura con la muerte de él, pero ignora que será muy dificil olvidar lo que ha vivido.
EliminarMuchas gracias por tu valoracion positiva y por ver lo que he querido transmitir.
Besos
Es que hay determinadas cosas que hay que hacer a fondo, si no quedan a medias y no es lo mismo.
ResponderEliminarNos dejas un relato potente e intenso que nos deja pensando qué razones de fuerza tendría esta protagonista para deshacerse de él de esa manera. Un homicidio nunca es justificable, pero desde luego que ella lo tenía clarísimo.
Muy bien contado Pilar, un beso grande.
Malu.
Malú, la protagonista no actúa de forma premeditada sino en defensa propia ante un maltrato que ya no soporta más.
EliminarEstoy en contra de cualquier violencia, pero a veces no hay más remedio que defenderse si se trata de sobrevivir.
Cuando cada día mueren mujeres a manos de sus maltratadores, he querido dar otro final para mi protagonista.
Mil gracias por tu comentario positivo.
Besos
Para mí es un relato demoledor, pero no por sus imágenes, sino por el contraste entre el deseo de esa limpieza y su imposibilidad. Ahí hay un alma en cuyo fondo va a quedar una amargura imposible de eliminar por culpa de la violencia soportada y ejercida.
ResponderEliminarUn beso, Pilar.
Patricia, coincido contigo. Por mucho que se frote la protagonista, un suceso tan traumático como el que ha vivido le va a ser muy difícil de borrar.
EliminarMil gracias por tan acertado comentario.
Besos
Pilar. Me has puesto la piel de gallina con tu "micro". Se palpa, se mastica el crimen horripilante.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo y mucha suerte
Maria Jesús, parece que he conseguido transmitir los sentimientos de la protagonista ante un hecho tan horrible como los malos tratos y lo que ha tenido que hacer para sobrevivir. Imposible olvidar y borrar algo así.
EliminarMil gracias por tan valorarlo tan bien.
Besos
La verdadera limpieza no se consigue gracias al agua y el jabón. Lo más triste es que creo que tu protagonista lo sabe, Pilar. Antes de superar un suceso tan traumático como este pasará mucho tiempo, intuyo.
ResponderEliminarUn relato impactante lleno de vehemencia y calidad.
Un gran abrazo.
Vicente, totalmente de acuerdo con tu comentario, lo has sabido leer en toda su dimensión.
EliminarMil gracias por tan buena valoración.
Besos
Hola Pilar, me gusta la historia post asesinato -justificado o no- de un posible marido, donde la protagonista trata de borrar todo rastro físico del muerto... Espero no sea un deseo frustrado subconsciente que aflora en la escritura... Lo sabremos el día en que haya un cincuentista menos, jajaja.
ResponderEliminarSaludos y un beso Pilar.
Jean, Jajaja nada tiene que ver con mi realidad. Así que, podéis estar tranquilos que no se producirá ninguna baja en la familia... jajaja
EliminarLa historia es muy dura, pero por lo que vemos cada día en las noticias "la realidad supera a la ficción" pero siempre las bajas son del lado de las mujeres. Es una verdadera lacra.
Muchas gracias por pasar, comentar y hacerme reir, que me estoy poniendo demasiado seria...
Besos
Un micro duro, que muestra por desgracia una realidad, por mucho que trate de borrar algunas marcas ya vivirán para siempre con ella, pero buena parte de ella empieza el camino a la libertad.
ResponderEliminarUn beso, Pilar.
Leire, se trata de un gran problema y a veces hay que escapar de él para sobrevivir. Lo peor, es que de las secuelas que deja no se puede escapar, son dificiles de borrar.
EliminarMuchas gracias Leire por pasar y comentar.
Besos
Víctima y verdugo.
ResponderEliminarNos han conducido hasta el fondo de una situación tan dramática como compleja, Pilar, y el agua de la ducha no nos va a ayudar a salir a flote.
Un beso grande.
Margarita, cierto. Por mucho que frote no podrá hacer desaparecer las secuelas que le ha dejado la situación que ha vivido.
EliminarMuchas gracias Margarita por tu comentario.
Besos
Pilar, parece que estoy sintiendo en mi cuerpo el asco que vive tu protagonista. Las mujeres podemos llegar a comprender mejor esos sentimientos de venganza (aunque no los justifiquemos). Lamentablemente, las humillaciones al género femenino han sucedido, suceden y, me temo, que seguirán sucediendo, mientras exista la mentalidad machista, tanto en hombres como en mujeres. Enhorabuena por tratar este tema tan delicado con tanta maestría.
ResponderEliminarUn abrazo.
María Jose, en efecto la violencia de género es algo contra lo que debemos seguir luchando. La protagonista se ha defendido contra ella, pero será muy difícil recomponer esa vida rota y borrarlo para siempre.
EliminarMuchas gracias por tu bello comentario.
Besos
Enhorabuena, Pilar, por este micro tan intenso y tan bien narrado. El relato podría funcionar muy bien para cualquier tipo de homicidio pasional, pero el detalle del asco nos marca claramente la historia que hay detrás.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Besos
Georges, cuando la violencia ya es insoportable nunca podemos saber de antemano como defendernos de ella. Ella no lo ha premeditado, solo ha querido sobrevivir.
EliminarMuchas gracias por tus palabras.
Besos
Pilar, esta mujer nunca podrá borrar lo vivido junto al marido. Se frota hasta casi sangrar y sabe que el asco y el dolor la acompañarán siempre. Se entiende que ha asesinado en legítima defensa, en el enésimo maltrato. Gracias por elegir este tema que tantas víctimas se cobra y por narrarlo con unas imágenes tan visuales e intensas.
ResponderEliminarEnhorabuena por el micro. Me ha gustado muchísimo. Un beso muy grande.
Carmen, amiga mía, gracias por tan buena lectura de mi micro y por sentir lo que he querido expresar con él. Hay que luchar contra esa violencia que se ejerce contra las mujeres. Tolerancia cero.
EliminarMil gracias por tan bellas palabras amiga!
Besos
Hay impresiones que borran otras y la de un asesinato quedó sumergida por la del asco hacia ese tirano de cuerpos ajenos, de voluntades que no le pertenecen. Tu relato nos explica que hay reacciones injustificables que saben de justicia.
ResponderEliminarBuen relato, Pilar.
Un abrazo
Antonio, siempre me encanta leer tus comentarios tan acertados y tan bellamente redactados. Ya veo que los sentimientos de "asco" os han dado la clave para saber lo que está sufriendo de forma continuada la protagonista y que ya no lo soporta más y se defiende.
EliminarMil gracias maestro por dedicarme tus comentarios.
Besos
Ya se arranque frotando su propia piel o acuchille la de él, me temo que tu protagonista jamás podrá limpiarse a fondo de esa persona que, entiendo, no la quería bien. Sobrecogedor micro, Pilar. Un beso.
ResponderEliminarMatrioska, no lo puedo explicar mejor que como tu lo has hecho. Tiene muy difícil borrarlo de su cuerpo, de su mente y de su vida.
EliminarMuchísimas gracias maestra por tu comentario.
Besos
El olor puede desaparecer, su cuerpo quedará limpio, pero ¿cómo frotará el miedo pasado y las marcas emocionales? Crudo e interesante relato, Pilar. Un abrazo.
ResponderEliminarSalvador, ese es el problema para la protagonista a partir de ahora y es muy difícil de superar.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Besos
Ella es víctima y a la vez verdugo, en acto de defensa de su ser tan maltratado.
ResponderEliminarEn su interior costará que vuelva a brillar el sol...
Un beso Pilar.
M. Carme, el problema es tan grande para la víctima como su superación. Tal vez casi imposible,
EliminarMil gracias por pasarte y comentar.
Besos
Esperemos que el tiempo logre tamizar (porque olvidar situaciones así es imposible) en la protagonista las marcas que ese marido maltratador le ha dejado. Es tremendo tener que llegar a la muerte para librarse de una persona. Dicen que la clave está en la educación, pero por desgracia las víctimas se siguen dando. El camino a recorrer es muuuuuuuy largo. Buen micro para reflexionar sobre una de las lacras actuales. Besos, Pilar.
ResponderEliminarJuana, lo que dices es la realidad. Muy difícil olvidar y borrarlo de su piel y de su mente. Hemos de seguir luchando porque las cosas cambien y una buena forma es darle visibilidad al problema para que se de una solución a las víctimas y no sea necesario luchar por su vida en defensa propia.
EliminarMil gracias por pasarte y hacerme tan buen comentario.
Besos
Terrible microcuento que tiene el peor de los auspicios, que simboliza uno de los episodios más negros y rutinarios de la historia de la humanidad: la de las violencia sexual, física y psicológica del hombre contra la mujer.
ResponderEliminarDesde siempre, una de las tácticas de guerra es violar a las mujeres del enemigo, incluso si el enemigo ya ha sido derrotado. Ese es un espanto para el que no existe nombre, pues no se respetan ni a las niñas.
La protagonista de tu microcuento creo que trata en vano de hacer que desaparezca de su cuerpo el rastro del individuo que ha ejercido la violencia contra ella –sea su marido, su amante o un relación de circunstancias, que el microcuento da pie para pensar en cualquiera de estas situaciones-, y de la que ella se ha vengado clavándole un cuchillo, pues el daño ya está hecho, y, sin duda, se ha agazapado entre sus circunvoluciones cerebrales, y volverá una y otra vez la escena para torturarla, y máxime, cuando, para defenderse, ha tenido que matarle.
Ese hecho vil ha destruido su vida, y tardará mucho, si es que lo consigue, tener un poco de paz, recuperar una pequeña parte de lo que era antes de esa atrocidad.
En fin, muy duro y muy deprimente por lo que revela acerca de la iniquidad humana, pero las historias hay que contarlas, no hacerlo es peor.
Enhorabuena por hacerlo, Pilar, un abrazo.
Enrique, la historia que cuento es terrible, pero salvo el final, la situación la sufren muchas mujeres cada día. He querido reflejar lo que sienten y dar un final que acabara con su martírio en defensa propia.
EliminarLo peor para las víctimas es olvidar.
Te agradezco tu certero comentario y tus palabras.
Besos
Magnífico relato, me ha gustado mucho Pilar. La imagen de ella en la bañera a través de la que enlazas su historia es muy potente. Me he imaginado que ella era una jovencita y él un hombre mayor que se había encaprichado con ella. Y que ella porfin, a través del sexo que la había sometido todo ese tiempo, logra emanciparse y revelarse de ese yugo, con la catarsis del asesinato del hombre que la tenía sometida. Ahora, necesita borrar su esencia de ella para siempre.
ResponderEliminarUn saludo Pilar,
Raquel, lo has explicado a la perfección. Gracias por ver y sentir a través de mis palabras lo que tantas mujeres sufren cada día.
EliminarTe agradezco muchísimo tu comentario Raquel.
Besos
Mucha fuerza y mucho fondo en tus 50.
ResponderEliminarCuando ya no se puede aguantar más la violencia se termina frotando el cuerpo, la mente y el recuerdo hasta hacerlo enrojecer para aliviar el dolor de lo que debió acabar mucho antes.
Fantástico micro Pilar.
Un beso grande.
Ma. Belén, es cierto que por más que frote su cuerpo no podrá eliminar los restos de tan traumática experiencia.
EliminarMil gracias M. Belén, por valorar tan bien mis 50 palabras.
Besos
Un tema delicado muy bien contado. Enhorabuena Pilar. Delicadamente descrito. Besos
ResponderEliminarCarmen, muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarBesos
Tremenda historia por la que pasan muchas mujeres. Lastima que por más agua y jabón que utilice y aunque se frotara con esparto ese dolor y esas marcas nunca van a desaparecer.
ResponderEliminarMuy bueno. Besos
Olga, eso es lo peor, que es muy difícil de olvidar una situacion así. Las víctimas siguen sufriendo sus consecuencias.
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Besos