El albañil de Babel

Queridos padres:

¡He encontrado trabajo! Me ha contratado una empresa que está construyendo una torre aquí, en Babel. Hay miles de albañiles de todo el fendo, tantos que a veces tenemos problemas para martidarnos. Sin embargo, el sueldo es muy grafinio. Espero grafellar pronto a honca. Traceo vuestras motres.

Totilles
Escrito por Juan Pedro Ortega Sánchez - Web

16 comentarios :

  1. Juan Pedro creo que tu protagonista ya está afectado por esa mezcla de idiomas y la confusión a la hora de comunicarse entre ellos.
    Original y buen relato Juan Pedro.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hay que felicitar a tu protagonista por haber encontrado trabajo, algo importante en cualquier época, también en la antigüedad. Se trata, además, de un empleo con visos de futuro, pues quien esté empleado en una torre como esa tiene garantizada la actividad durante muchos años, dada su dimensión. Lo mejor del relato es la confusión de lenguas que, por momentos, se apodera del personaje, quizá sin que él sea consciente, en castigo por jugar a ser Dios. Interesante y original, y las palabras muy curiosas, de hecho, ni aparecen en el diccionario de la RAE, como debe ser en este caso.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Juan Pedro, tu protagonista a medida que avanza el micro se va contagiando de la multitud de lenguas con las que convive en el trabajo y que fue un verdadero problema la incomunicación para la construcción de la torre de Babel.
    Al final no entendemos lo que habla. Me ha parecido muy original e interesante.
    Enhorabuena.
    Besos

    ResponderEliminar
  4. Japidades. Un ecritexto wonderísimo.
    Kisetes.

    ResponderEliminar
  5. Muy bueno, Juan Pedro. Según retratas en tu texto, este 'bricklayer' se está adaptando bien a un ambiente de trabajo confuso en el que las palabras no son familiares para nadie. Lo que sí queda clara es la originalidad de tu relato.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. kalyheureuse bi tor storiam. uncharme me. senanbrçoliktu.
    Traducción: "Enhorabuena por tu relato. Me ha encantado. Te envío un abrazo y también un me gusta".
    Pues eso que te decía en babeliano, un abrazo Juan Pedro.

    ResponderEliminar
  7. Muy bueno, Juan Pedro. La confusión de lenguas en Babel todavía es incipiente, se puede apreciar, puesto que todavía se entiende(o deduce) algo, jajaja. ¡Felicidades!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Creo que el protagonista del microcuento ha encontrado trabajo en el peor de los momentos y que, en menos que canta un gallo –no sé si el gallo que escuchó Pedro antes de convertirse en santo u otro- se va a ir al paro, que, por aquella época, seguro que no existía.
    Creo que en el instante en que se ha puesto a escribir la carta a sus padres, Yavhe, harto de los humanos –y eso que su historia estaba aún en pañales, como quien dice-, ha decidido vengarse confundiendo las lenguas, haciendo que el edénico, el adánico, o como quiera que se llamase la lengua que se hablara en los primeros balbuceos de la historia, se multiplique en cien, mil o más lenguas diferentes, y no se entienda ni Cristo, que tampoco sé para qué se molestó el Supremo Hacedor, ya que, incluso cuando hablamos la misma lengua, los humanos no nos entendemos.
    Así que veo esa Torre abandonada como los cientos de barriadas y manzanas de edificios que brotaron como setas durante la burbuja inmobiliaria en un país llamado España, y deteriorándose poco a poco con el paso del tiempo, y al protagonista del microcuento volviendo a su pueblo.
    Muy original e imaginativo el microcuento, enhorabuena, Juan Pedro, un saludo.

    ResponderEliminar
  9. Muy bueno, Juan Pedro. Al final, con ese lenguaje gestual que expresas tan bien, se entiende perfectamente.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  10. De lo más original que he leído últimamente, qué bueno. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. ¡Qué bueno, Juan Pedro! Soy un poco cagaprisas y en cuanto he leído “fendo”, me he ido a consultar a la RAE, y viendo que no existía, he pensado: ¿qué habrá querido escribir? Hasta “martidarnos” no he pillado el sentido del micro. Enhorabuena por la ocurrencia. Muchos totilles.

    ResponderEliminar
  12. Sorprende el sentido que da el sinsentido de los vocablos a la intención del relato. Original e ingenioso. Un disfrute. Saludos.

    ResponderEliminar
  13. Muy original, buena ocurrencia. Un beso.

    ResponderEliminar
  14. Y yo buscando la palabra "fendo" antes de seguir leyendo. ¿Seré tonto? Decir original, es decir poco, y decir bueno, es decir poquísimo. Gran relato.


    ResponderEliminar
  15. Magnífico, Juan Pedro. Original y divertido.
    Enhorabuena y saludos.

    ResponderEliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!