Igualdad de condiciones
Iba una vez un hombre buscando a su mujer por la calle, todo él hecho un mar de celos. Cuando al fin dio con ella, furioso le preguntó:
—Señora, ¿cómo le ha ido con el lechero?
A lo que la audaz mujer respondió:
—Igual que a usted con la secretaria.
—Señora, ¿cómo le ha ido con el lechero?
A lo que la audaz mujer respondió:
—Igual que a usted con la secretaria.
Andrés, tu protagonista recibió de su propia medicina. Lo que merecía.
ResponderEliminarBesos
Cada uno recibe lo que se merece... Muy buen microrrelato, Andrés.
ResponderEliminarHay un dice que dice "donde las dan las toman", pues eso le ha pasado a tu protagonista.
ResponderEliminarBuen relato Andrés.
Un abrazo.
Aquello de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio, aplicado a un caso práctico. La igualdad ha de llegar a todos los ámbitos.
ResponderEliminarUn saludo
Muy bueno Andrés, pero ¿Quien empezó primero?
ResponderEliminarA veces no nos damos cuenta que nosotros solo somos un cero a la izquierda de la coma.
En cuanto al relato en si me gusta, expresade forma meridiana e invertida algunaos episodios de la vida.
Saludos de los dos.
Divertidísimo tu relato ácido Andrés. ¡Muy bueno!
ResponderEliminarA grandes preguntas, grandes respuestas... Creo que cada uno está tomando de su propia medicina.
ResponderEliminarUn beso Andrés.
Malu.
Una situación chistosa, quizás más habitual de lo que se pueda pensar.
ResponderEliminarSuerte
Tal para cual.
ResponderEliminarUn beso.