Y que la historia escriba nuestros pocos nombres

Sabía que el destino me llevaría al Orco con la potencia de hombre aún intacta.

En Piedras Calientes se hicieron noche los cielos y los mares se hicieron bosques de hombres fieros. Yo y los míos, en Piedras Calientes, defendimos la libertad hasta resultar todos muertos, como temían los éforos.
Escrito por Dipandra - Web

15 comentarios :

  1. Hola, aquí debe haber un error Dipandra, este micro es el mismo que se publicó en anonimo en agosto. Lo digo por si tienes que hablar con Alex.
    Saludos y estoy a la espera.

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    1. Corregido. Gracias por el aviso, Javier. He borrado los otros dos comentarios porque en realidad eran para el anterior relato y no para este. Ahora ya está todo en orden...

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  2. Pues, ojalá que la historia os reconozca la valentía presentada en la batalla recordando vuestros nombres. Suerte y saludos.

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  3. Opino como Jesús, si como cuentas fueron tan valientes es lógico que la historia recuerde los nombres.
    Un abrazo.

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  4. Dipandra, saborear tu micro es repasar un episodio épico sublime que me encanta y que creo que a nadie deja indiferente. Como diría Leónidas: "Ὦ ξεῖν’, ἀγγέλλειν Λακεδαιμονίοις ὅτι τῇδε κείμεθα, τοῖς κείνων ῥήμασι πειθόμενοι". Estimulante.

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  5. 300 aplausos para ti, Dipandra, sin contar los de tespios, tebanos y demás. Una crónica muy valiente.
    Me ha gustado mucho.
    Un abrazo.

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  6. Nos describes una terrible batalla. Épico relato.
    Besos

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  7. Guste o no, la historia la escriben los vencedores, que no por serlo merecen necesariamente la gloria. No es el caso de aquellos míticos espartanos, valientes y generosos. En su caso y por una vez sí se hizo justicia. Valga su memoria por la de tantos héroes esforzados hasta el límite, guerreros o no, que se sacrificaron por defender a los suyos y han quedado en el anonimato.
    Un saludo

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  8. Alto y dramático el tono de tu narración, Dipandra, acorde con los hechos que cuenta.
    Saludos

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  9. Un micro con sabor épico. El hombre siempre ha batallado, pero hacerlo por la libertad siempre ha de ser motivo de reconocimiento. Buen micro, Dipandra. Un saludo.

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  10. No es que los espartanos me gusten demasiado, los sibaritas decían que para afrontar la vida como lo hacían los espartanos era mejor morirse. Y la forma en que trataban a los ilotas tampoco merece la menor de las alabanzas. Desde luego, lo que hemos heredado de los antiguos griegos pertenece más bien a la mentalidad ateniense.
    Pero ese episodio histórico es de los que te dejan el ánimo turbado y un regusto amargo en el paladar. Es de los que te conmocionan de tal forma que suspendes el juicio y te dejas arrebatar por el valor inconmensurable de esos trescientos espartanos comandados por su rey Leónidas, y ayudados por otros contingentes griegos. Aparte de eso, quienes defendían la libertad y la patria contra los invasores persas eran los griegos.
    ¿Qué hubiese pasado si un traidor, el infame Efialtes, no les hubiese mostrado a los persas el camino por el que podían atacarlos por la retaguardia? ¿Cuánto tiempo hubiesen retenido aún a los persas? O quizá ni siquiera hubieran podido pasar de allí, si hubiesen recibido refuerzos.
    Sea como fuere, los invasores fueron expulsados y, siglo y medio después, fueron los persas los derrotados a manos de ese genio militar que fue Alejandro el Magno.
    Bello microcuento en el que has dado voz al heroico rey Leónidas. Enhorabuena y un abrazo.
    Por cierto, hoy en TV1, 300.

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  11. Como buena tebana que soy, Jiijiji, Me ha encantado tu épico microrelato. Tu forma de narrarlo nos transporta.

    Besos

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  12. 300 aplausos, Dipandra, y un abrazo.

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  13. En cincuenta palabras nos describes la batalla de 300 bravos guerreros.
    Muy bien contado, Dipandra.
    Saludos.
    Pablo.

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  14. En tema de relatos épicos estoy muy, pero que muy pez.
    Lo cierto es que la historia escribe los nombres de los que vencen, de los perdedores no se acuerda nadie.
    Besos Dipandra.
    Malu.

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