Guerra

A pesar de todo había decidido no abortar, pero ahora tenía miedo de parir en ese hospital ruinoso, de que sonaran las sirenas y no poder guarecerse, de que hubiera alguien para atenderla... Pero lo que más temía era encontrar en el rostro de su hijo los rasgos del enemigo.
Escrito por Paloma Casado Marco

17 comentarios :

  1. El milagro de la vida ambientada en la sinrazón de la guerra, donde chocan dos profundos sentimientos, el amor de madre y el recuerdo de esa violación que siempre le acompañará. Difícil dicotomía de emociones. Genial, Paloma. Un abrazo y suerte.

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  2. Paloma un relato diría yo de máxima actualidad, a los problemas sanitarios debido a la guerra, unes una violación también debida a la guerra, un relato contundente y que además presenta ese miedo o terror a que el bebe sea consecuencia de esa violación.
    Muy buen relato Paloma, me ha gustado.
    Un abrazo.

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  3. Un momento irrepetible para una mujer que la locura de los hombres pone en peligro, tanto a ella como a la criatura que tendría que venir. Lo peor es la sospecha, si ambos sobreviven, de si será capaz de querer a ese hijo, sin duda inocente, pero fruto del más terrible egoísmo.
    Un abrazo, Paloma

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  4. Un micro desolador, Paloma. Quizás no sea verdad que la esperanza muere al último.
    Un saludo afectuoso.

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  6. Paloma, todas las guerras son terribles, pero fundamentalmente para las mujeres, con las que se ensañan violándolas incluso hasta la muerte o dejándolas embarazadas, tal y como teme la protagonista de tu micro. Ella ha decidido apostar por la vida a pesar de que todo está en su contra, incluso aunque el niño sea del enemigo.
    Gran micro. Enhorabuena.
    Besos

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  7. Víctima de la violencia de la guerra, víctima de la violación del enemigo, en pésimas condiciones sanitarias y bajo la amenaza de las bombas, esta mujer se dispone a alumbrar una nueva vida. Como ella, tantas otras en este mundo tan atroz.
    Paloma, reflejas muy bien los temores de la protagonista. Excelente micro. Enhorabuena. Besos.

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  8. Ojalá tan solo fuera ficción tu micro, realidad inventada, imaginación desbordada de quien se gusta en divagar fantasías, pero me temo que el mundo anda dando ejemplos diarios y cotidianos de tanto horror y fatiga. Necesitamos una ventana, como tu relato, para mirar un momento sobre otras vidas y exorcizar su dolor con nuestra empatía. ¿Qué otra cosa está a nuestro alcance?
    Saludos, Paloma.

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  9. Terrible micro. Muy bien escrito.
    Saludos, Paloma

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  10. Una situación terrible en unas circunstancias nada favorables. Víctima que engendra a otra víctima, el futuro no es nada alentador.
    Enhorabuena, besos.
    Malu.

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  11. Brutal Paloma. Has reducido a 50 palabras una novela entera. ¡Y que novelon seria!

    Un abrazo

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  12. Bueno, muy bueno, buenísimo.
    Un ejemplo de lo que debe ser un micro.
    Besito Virtual, Paloma

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  13. Valiente tu protagonista por decidir seguir con la vida en un entorno donde la muerte campa a sus anchas.
    Buen relato, Paloma.
    Un saludo.

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  14. Paloma, con unas pinceladas has contado una historia muy profunda. Ese hijo, de un padre no deseado, es una prueba de fuego para tu protagonista.
    Muy bueno.
    Un beso.
    Pablo

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  15. Me descubro ante tu en todos los sentidos gran calidad literaria.
    Enhorabuena y un abrazo, Paloma

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  16. Me llenas de amargas reflexiones y dudas. Lo peor, es que puede ser una situación actual, muy cerca, aunque nos parezca lejos. Muy duro.

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  17. Desde luego, la historia que cuentas no es ninguna ficción, he leído algunas parecidas en periódicos y revistas y, sin duda, ha sido una constante a lo largo de la Historia, dado que lo primero que suelen hacer los soldados, guerreros y demás hordas que han pasado, pasan y pasarán por este mundo dejado de la mano de Dios es saquear, violar y asesinar.
    No hace mucho he leído un libro terrible en este aspecto de unos hechos de esos que dejan al Infierno de Dante en un juego de niños, se titula La violación de Nanking, y trata sobre las atrocidades que los japoneses hicieron en esa ciudad china poco antes de la Segunda Guerra Mundial, lo escribió una mujer llamada Iris Chang, que no sé si debido al horror que descubrió acabó quitándose la vida. Por no recordar que los rusos, en su imparable avance hacia Berlín en la Segunda Guerra Mundial, hacían pagar a las mujeres alemanas las crueldades del régimen nazi cometiendo con ellas lo que es mejor no recordar.
    Hay una película que recuerda los hechos de Nanking, se titula Ciudad de vida y muerte, muy buena, también, a mi entender, pero a la hora de reflejar el espanto que se vivió allí es el libro el que te adentra hasta las entrañas de ese averno.
    Así que, como sabemos también por Dante, el infierno se divide en círculos, y la protagonista de tu historia está en uno más elevado que el de otras muchas mujeres que sufrieron las mayores atrocidades a manos de ese monstruo llamado varón.
    Ella al menos quedó con vida, ella tiene una vida en su vientre, pero, tal y como apuntas en tu frase final está el temor, si decide tener el hijo, de ver en su rostro los rasgos del enemigo, y no sólo los físicos. Ese es uno de los aspectos más dolorosos de las mujeres violadas en épocas de guerra que decidieron o tuvieron porque sí a esos hijos.
    Tremenda historia tras la que veo a un coro griego lamentándose, llorando y arrancándose los cabellos por las calamidades que las guerras hacen pasar, sobre todo, a mujeres y niños.
    Un abrazo, Paloma.

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