Despertares
La mañana es plomiza, con sabor amargo, le trae ecos del ayer, como desde hace diez años, de entonces tan solo recuerda que le despertó el olor a pólvora rompiendo el silencio de la madrugada y la nota que encontró sobre la mesilla con aquel "hasta siempre, te quiere mamá".
Un suicidio mañanero, y con nota manuscrita, no tiene que ser un buen despertar. Por eso mismo persiste en el tiempo, así que pasen diez años, cuando esa triste circunstancia termina siendo un trauma psicológico de difícil superación.
ResponderEliminarMuy buena historia, aunque dramática, la que nos dejas, Aurora. Yo te dejo mi enhorabuena y mis felicitaciones por tu espléndida literatura.
Saludos muy cordiales.
Gracias por visitar mi relato, José Antonio.
EliminarEs difícil que mi protagonista pueda olvidar, por mucho tiempo que pase.
Siento no poder entrar a comentar vuestros relatos, disculparme.
Gracias por lo de espléndida literatura, me anima.
Besos.
Ante este despertar tan crudo, uno quisiera cerrar los ojos y hundirse en las profundidades abisales del olvido, del no existir. Esa nota desgarrará cada despertar al abrir los ojos.
ResponderEliminarInclemente y lacerante realidad la transcribes. Saludos, Amparo.
Gracias por visitar mi relato, Manuel. Lo primero disculparme por no poder entrar a comentar vuestros relatos.
EliminarTienes razón es una historia dura.
Besos.
Aquel suceso desgarrador ha marcado al niño, quien sigue despertando diez años después con el mismo desasosiego.
ResponderEliminarUn relato crudo y muy bien escrito. Enhorabuena, Amparo. Un beso.
Gracias por visitar mi relato, Carmen, pido disculpas por no comentar los vuestros, lo siento, quisiera pero me es imposible.
EliminarEste suceso marca una vida y le llevará a tener muchos despertares así.
Gracias por lo de bien escrito, aprendo mucho aquí cuando os leo.
Besos.
Amparo, tu protagonista ha quedado marcado con esa experiencia de lo ocurrido el día que se suicidó su madre, ya para él todos los despertares son iguales.
ResponderEliminarMe gusta ese "le despertó el olor a pólvora" como sustituto del disparo.
Buen relato, Amparo, me ha gustado.
Besos.
Gracias por visitar mi relato, Javier. Repito lo mismo, disculpar que no pueda comentar vuestros relatos, me gustaría.
EliminarEl suicidio de su madre le será difícil de olvidar.
Me alegra que te haya gustado esa frase que nombras, y que te haya gustado.
Besos.
Duro. Cuesta terminar leerlo.
ResponderEliminarGracias, Amparo.
Salut.
Gracias por visitar mi relato, Dipandra.
EliminarNo creí haber escrito un relato tan duro y que costase leer, gracias por el halago.
Besos.
Me recordaste el tema de un cuento de cien palabras que pedía la cadena Ser, que ganó la semana y terminaba con esa misma frase. Yo misma me encontré escribiendo varios con esas palabras de inicio.
ResponderEliminarGracias por visitar mi relato, Lu.
EliminarDisculpas por no comentar vuestros relatos.
En cuanto a lo que comentas es casualidad, a lo mejor se me quedaría la frase, ya que suelo escribir en la Cadena Ser.
Besos.
Qué mayor condena puede haber, que una mañana maldita que se repite a diario, que marca de forma fatal e inevitable todo el devenir de una jornada y de una vida, día a día. Duro despertar al que el protagonista no quisiera enfrentarse.
ResponderEliminarUn saludo, Amparo
Gracias por visitar mi relato, Ángel.
EliminarSiento no comentar vuestros relatos, por ello os agradezco mucho más que lo hagáis con el mío.
Mi protagonista ya nunca más despertará como antes de aquel día.
Besos.
Durísimo...Lo siento, pero una tremenda putada para quien le toca vivir algo así. Un drama que pagan los que se quedan, marcando su vida para siempre. Terrible... la nota no dulcifica nada. Sólo cabe pensar que hay un momento, un segundo... en el que el suicida, pierde la noción de lo que está haciendo. Sólo así, puedes perdonar tanto dolor... como dejan.
ResponderEliminarDesgarrador, Amparo. Un micro muy bien transmitido.
Cincuenta palabras que mueven y conmueven.
Felicidades!... Me ha encantado.
Gracias por visitar mi relato, Galilea.
EliminarTengo poco que añadir a lo que has dicho en tu completo comentario, gracias por los adjetivos que dedicas a mi relato.
Besos.
Durísimo...Lo siento, pero una tremenda putada para quien le toca vivir algo así. Un drama que pagan los que se quedan, marcando su vida para siempre. Terrible... la nota no dulcifica nada. Sólo cabe pensar que hay un momento, un segundo... en el que el suicida, pierde la noción de lo que está haciendo. Sólo así, puedes perdonar tanto dolor... como dejan.
ResponderEliminarDesgarrador, Amparo. Un micro muy bien transmitido.
Cincuenta palabras que mueven y conmueven.
Felicidades!... Me ha encantado.
Muy duro y tremendo, además logras que el olor de la pólvora llegue.
ResponderEliminarGracias por visitar mi relato, Maite.
EliminarSi te he logrado trasmitir esa sensación me siento halagada.
Besos.
Un relato desgarrador Amparo, todo un drama que posiblemente nunca entienda ni perdone.
ResponderEliminarBesos
Gracias por visitar mi relato, Yoya.
EliminarEs difícil de olvidar lo ocurrido.
Besos.
Amparo, un texto desgarrador escrito con una belleza poética que no deja indiferente.
ResponderEliminarEnhorabuena, por la delicadeza con la que has tratado el tema.
Besos.
Gracias por visitar mi relato, Pilar.
EliminarGracias por decir que mi lenguaje es poético y delicado, aprendo de personas como tú.
Besos.
Es un brutal despertar, ya te digo. Plomizo, por el plomo de la bala... Me gusta. Lo único como dato estadístico, son muy pocas las mujeres que se suicidan con una pistola. Según las estadísticas, nosotras preferimos muertes más dulces como pastillas, rajarnos las venas en una bañera... Y reventarse las sienes suele ser más prototipico en hombres, incluso en adolescentes, pero sexo masculino.
ResponderEliminarUn saludo Amparo.
Gracias por visitar mi relato, Raquel.
EliminarNo había caído en ese detalle que comentas del suicidio, pero a lo mejor esta mujer es la excepción que confirma la regla. Pero mi relato necesita ser así.
Besos.
Eso por supuesto, siempre hay una excepción para cada regla.
EliminarBesos
A mí me pasa algo parecido: todas las mañanas paso por un sitio que me trae malos recuerdos. No puedo evitarlo.
ResponderEliminarUn micro muy duro.
Saludos, Amparo
Gracias por visitar mi relato, Plácido.
EliminarUn abrazo.
¡Qué duro, Amparo! Pero es buenísimo.
ResponderEliminarSoy incapaz de decir nada más.
Un beso.
Malu.
Gracias por visitar mi relato, Malu, y muchas gracias por lo de buenísimo.
EliminarBesos.