Elige tu propio final
Me humillaste en la fiesta de graduación. En la universidad, estuviste conmigo hasta lograr tu título de ingeniera. Me estafaste para conseguir el dinero y huir con tu novio. Solías wasapearme solo para excitarme.
Y ahora, frente a mí, divorciada y suplicándome, la única alternativa que me dejas es: _____te.
Y ahora, frente a mí, divorciada y suplicándome, la única alternativa que me dejas es: _____te.
¡Refrénate, jodida!
ResponderEliminarSe te ve tan compungida
que hasta bien se te ve.
Como no te quiero hacer daño,
te lo diré pimpinelando:
"Vete, olvida que existo, que me conociste,
Y no te sorprendas, olvida de todo que tú para eso
Tienes experiencia"
Y tal. Saludos, Jean.
Jajaja, es una muy buena respuesta,de seguro cuando se la cante, la chica lograra que la bailen juntos también, y nuestro protagonista volverá a caer en las garras de ese amor.
EliminarGracias por tu fabuloso comentario. Un saludo y un abrazo Manuel.
Propongo: perdonar-
ResponderEliminar¡Gracias, Jean!
Salut.
Bonita respuesta, me gusta Dipandra, creo que es algo que necesitamos hacer más continuamente.
EliminarSaludous!
Yo también juego: "Registrarte". No consentiré que te lleves ni siquiera mi compasión.
ResponderEliminarChan, chan, chan...
Jajajaja, de todas las respuestas, es la que menos me esperaba, y ciertamente es una de las más lógicas. Jajaja.
EliminarUn abrazo mi querida Patricia.
(me agache y no te llegue a los talones...).
"Amarte", "matarte", "olvidarte", "perdonarte"... Son muchas las opciones posibles. Jugar con los finales abiertos, dejar el desenlace a la imaginación del lector nunca es fácil, pero tú lo has hecho con una facilidad pasmosa, poniéndonos a todos a prueba ante nosotros mismos para ver qué elegimos, que es lo mismo que decir qué haríamos en la piel del protagonista, tomar partido, en suma, en una decisión nada fácil, con posibilidades opuestas.
ResponderEliminarUn relato original y efectivo. Todo un buen ejercicio literario.
Un abrazo, Jean
Mi querido Ángel,me has puesto en evidencia. Eres muy agudo y observador, ya recuerdo hace un tiempo como pudiste identificar un microrrelato basado en una noticia real y me sorprendí de ello. Mi admiración por ti crece cada día.
EliminarUn gran abrazo.
Jean, pues yo pondría "muérete", después de todo.
ResponderEliminarJean, un relato muy original y participativo.
Me ha gustado.
Un abrazo.
Jajaja, aunque uno se retuerza de amor por ella?
EliminarGracias por jugar Jvier y felicitaciones por pasar a 2da ronda de la copa.
Saludos!
"Lárgate" aunque también "perdonarte". No imagino lo qie sintió tu protagonista y no quiero saber tampoco...muy original y me gusta mucho. Felicidades Jean. Abrazo.
ResponderEliminarGracias Nala, ambas respuestas muy validas y sinceras.
EliminarUn gran abrazo para ti y muchas gracias por comentar y por tus palabras.
Te cuidas y que tengas bonita semana.
Si soy buenita "salvarte" y si soy malita "hundirte", pero casi prefiero "olvidarte".
ResponderEliminarSi buena es "salvarte", y mala "hundirte"... "olvidarte" sería termino medio?
EliminarSaludos Maite!
"Matarte" o, siendo buena, "besarte"... Pero me quedo con la primera, porque es lo que se merece, por mala persona.
ResponderEliminarGenial Jean. Y enhorabuena por pasar la primera ronda de la copa.
Beso grande.
Malu.
Me quedo definitivamente con la Malu buena.
EliminarGracias,y felicitaciones a ti por pasar también a la siguiente ronda. A ver como nos va.
Un beso!
Pues yo diría que "Describir--"sería una opción incruentra, pero contundente...
ResponderEliminarBuen relato, sobre todo su final abierto...Enhorabuena..
Un saludo Jean
Muy buena respuesta. Eso es una especie de terapia de shock, no?
EliminarGracias por comentar y pasarte por acá Rafael, un abrazo.
Jean, tan mala persona merece un final lleno de incertidumbre.
ResponderEliminarMuy buen relato, amigo.
Enhorabuena por pasar a la siguiente fase en la Copa.
Besos.
Hola Pilar, pero la chica al menos parece arrepentida.
EliminarY quede entrampado en la segunda ronda sin pasar, jajaja.
Gracias y un beso enorme!!!
Jean, yo prefiero alejarme de alguien así. Creo que la mejor opción es: "olvidarte".
ResponderEliminarTu protagonista merece todo respeto y el primero de todos es hacia sí mismo.
Tu propuesta de micro es divertida y original. Enhorabuena. Un abrazo.
Olvidarte es una buena opción también. Creo que los dos ganarían con ella.
EliminarOtro abrazo para ti mi querida Carmen.
Lo que cuentas no es nada extraño, en realidad, en este extraño mundo, nada es extraño y, como se dice, la realidad supera a la ficción.
ResponderEliminarPero esa relación suele darse, creo que la mayoría hemos conocido algunos ejemplos, el ejemplo del buenazo al que una mujer que sólo persigue sus intereses utiliza una y otra vez y él, aunque se dé cuenta del engaño, es incapaz de reaccionar. También ocurre, por supuesto, y en mucho mayor porcentaje, los hombres que se aprovechan de las mujeres. Y los hombres que no amaban, ni aman, a las mujeres, por recordar el título de la exitosa novela de Stieg Larsson.
Pero como todo tiene un límite, creo que en las últimas líneas de tu microcuento la gota que colma el vaso acaba de caer, y que esa alternativa va a ser la de mandar a semejante caradura a freír espárragos o a guisar alcachofas.
Bien se merece ese pobre varón herido adentrarse en otras aguas femeninas más dulces, menos traicioneras y retomar su vida lejos de esa mala pécora a la que, seguramente, más de una vez habrá invitado a comer nécoras.
Así que voto por olvidarte, aunque, cuando oiga la canción de Mecano Me cuesta tanto olvidarte, se le encoja el corazón durante un tiempo, pues sabido es lo traicionero que suele ser a veces ese órgano contra su propietario.
Muy bueno y original tu microcuento, Jean, un abrazo.
Gracias Enrique, los ejemplos reales en que se ha basado el micro se pueden ver por todas partes. Y ahora más que nunca, se nota esa disociación entre amado y enamorado. Quizás en parte porque solemos enamorarnos de la imagen que tenemos en la cabeza de la persona que amamos y no de la misma persona en si.
EliminarY olvidarte es una buena y valida opción.
Saludos Enrique y gracias por tus palabras.
Muy original propuesta la tuya, Jean. Ofreces, a tus lectores, que seamos nosotros quienes pongamos un final a tu historia. Y no es nada fácil, porque elegir lo adecuado no siempre tiene por qué ser lo más justo. Verdad que tu antagonista, la ella, nos inclina a buscar un verbo que, de una u otra forma, le haga pagar todo el sufrimiento que en vida le ha ocasionado a tu protagonista, el él. En comentarios anteriores ya se han ofrecido suficientes y muy acertadas alternativas verbales. En cambio, yo, tiendo a querer ser algo magnánimo y piadoso, sin caer en la tontuna, y propongo «querer-te», porque ese sea el único camino que encuentre él para conseguir de ella que se se redima de todo el mal que le causó. Mira, «redimir-te» también podría valer, en la acepción de perdonar, un verbo que es de difícil aplicación; difícil, pero no imposible.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu fantástico e interactivo cincuenta. Por lo pronto has provocado que unos y otros, unas y otras, publiquemos nuestras tendencias humanas, sean de castigo, sean de perdón, o sucedáneos miles.
No tengo que decirte que nos seguimos leyendo. Yo lo voy a seguir haciendo: Leer-te.
Un abrazo.
Hola José, hay una cosa muy cierta, la justicia que aplicamos a los demás cuando sufren ataques de terceros, no es la misma que aplicamos cuando nosotros sufrimos esos ataques. Si alguien nos hace un daño (o algo que interpretamos como daño o ataque), con gusto le daríamos las penas del infierno, pero si otro daña a terceros (ejemplo: USA a otros países), podemos justificar y suavizar o hasta minimizar el castigo que se merece). He visto como personas desean todo lo malo, incluso la muerte a una persona porque la ofendió (incluso sin querer), pero son capaces de justificar o apoyar a asesinos genocidas como Pinochet.
EliminarLa justicia siempre la amoldamos a nuestro conveniencia, y,creo sinceramente, que ese es uno de los males del mundo que muchos pasan por alto.
Gracias José, estaremos leyéndonos y comentandonos.
Un abrazo.
Lo dejas a la imaginación de cada uno, y como nadie es perfecto.., seguro que se vuelve a empezar.
ResponderEliminarSuerte para este curioso relato, que nos has ofrecido, Jean
Yeeeahh Jajaja Muy... Interactivo... Y lo bien que sienta un té a veces. Jijiji
ResponderEliminarUn abrazo Jean. Me encanta como escribes.
Es muy generosa la postura de este sufridor dejando a esa señora que elija su final. Aunque puede que sea una trampa, motivos no le faltan. Muy original y divertido, Jean. Un abrazo.
ResponderEliminarSi pudiera, escribiría: 'Abrázame', pero no has dejado muchas opciones. Me quedó con 'Acuéstate'.
ResponderEliminarSaludos, Jean
Una idea de lo más original, condensada en cincuenta palabras y con final abierto. Excelente.
ResponderEliminarDesde luego, pocas alternativas nos dejas que no sea añadir un verbo conjugado en mala persona. Menudo elemento.
ResponderEliminarIngenioso y divertido relato, Jean, al dejar abierto el final para que juguemos con él. Yo sólo colocaría un verbo, pero dirigido al autor más que a semejante personaje: admirar.
Un abrazo.
Qué original, Jean. Desde luego, en ese hueco cada cual puede colocar un infinito distinto, aunque el abanico de posibilidades se va cerrando al tiempo que uno va conociendo la relación entre ambos.
ResponderEliminarUn abrazo.