Sí, cincuenta palabras para ti
Dentro de muchos años, delante de un folio en blanco, sintiéndose querido, mi hijo recordará que allá por su niñez le prometía recompensas por escribir.
Lo pensabas, sí, y el día en que tenía que ocurrir ha llegado, algunos lustros despúes, sin premio, con gratitud, devolviéndote el cariño, te escribo.
Lo pensabas, sí, y el día en que tenía que ocurrir ha llegado, algunos lustros despúes, sin premio, con gratitud, devolviéndote el cariño, te escribo.
Danilovich, bienvenido a 50palabras.
ResponderEliminarUno cuando escribe intenta hacerlo para que le recuerden y como tu escribes siempre le queda la familia, en este caso escribir para que un hijo te recuerde.
Buen estreno.
Un saludo.
Cuando el amor se escribe, entre padre e hijo un camino de palabras une sus vidas para siempre y florece en cada texto. En este caso, una bella flor con cincuenta pétalos.
ResponderEliminarBienvenido, Danilovich.
Poco más puede hacer el padre, lease la madre en este caso, que plantar semillas y esperar que crezcan, aunque quizás ya sea tarde para verlo.
ResponderEliminarUn saludo
Muchas gracias a los tres por vuestros amables comentarios. Pilar, en este caso el breve relato de cincuenta palabras es de no ficción. De hecho mi padre, que es al que escribo, ha podido leerlo, como seguidor y participante que es de esta página. Espero que en tu caso pronto sea así. Un saludo y buen fin de semana a todos.
ResponderEliminarEl empeño ha dado frutos, me alegro mucho.
ResponderEliminarSi hay algo que perdura en el tiempo, o debería, es el amor entre padres e hijos, tratar de plasmarlo en palabras parece lógico, en tanto la escritura está emparentada con la vocación de continuidad. No todo el mundo puede ni tiene porqué ser escritor, pero las personas, al menos, debería saber expresarse con un mínimo de corrección, tanto de forma escrita como verbal.
ResponderEliminarLa historia de un agradecimiento convertida en relato.
Un saludo y bienvenido
Gracias Maite y Ángel. Me ha gustado lo de que la escritura está emparentada con la vocación de continuidad.
ResponderEliminarHermoso micro dedicado al hijo, dedicado al padre.
ResponderEliminarSaludos, Danilovich