Laberinto de pasión

Locos enamorados, la pasión nos arrastra a su laberinto. Calles y encrucijadas recorremos juntos, perdidos en su fuego. Deseo y locura, tomados de la mano para siempre.

Amantes felices, retamos al tiempo, torvo minotauro que amenaza cortar nuestro hilo. Brama, celoso, diciendo que solo es eterno el amor mientras dura.
Escrito por Manuel Bocanegra - Web

61 comentarios :

  1. Manuel, poético y bellísimo relato. Me encanta el título, ese laberinto de la pasión que arrastra. Has expresado de una forma genial todo lo que es la pasión del amor entre dos seres enamorados, ese llevarse de la mano "el deseo y la locura". Tú frase final es excelente, "el amor es eterno mientras dura".
    Manuel, me ha encantado, había leído en tu blog tu poesía y aquí, hoy, has dejado una muestra de lenguaje poético en un fantástico relato, enhorabuena.
    Cuídate esa espalda y espero que te mejores.
    Un abrazo enorme, Manuel.

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    1. Hola, Javier, esta vez me he dejado asaltar por lo amoroso y, claro, el amor siempre lleva una prenda poética entre sus ropajes. Después de una cruda realidad, como la de las fronteras, un espejismo de amor y azar le reconfortan a uno de nuevo con el universo.
      Me alegra mucho que te haya gustado y que aprecies sus resortes; a ver si me organizo y voy publicando en el blog nuevos versos, pero, de momento, son otras corrientes las que me llevan. Por cierto, me alegro mucho de tus éxitos narrativos, tanto por los de esta página como por los de otras que tienen la suerte de recibir tus buenas letras.
      Voy mejor con la espalda, aunque aún debo cuidarme de excesos. Si es que quiere uno llegar más lejos de lo que alcanza... Un abrazo grande, Javier. Gracias.

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    2. Javier, tú también me conquistaste hace tiempo. Junto con Jesús Garabato, Patricia Richmond, Carmen Cano, Antonio Bolant, Pilar Alejos, Ángel Sáiz, María Jesús Briones y otros muchos ( no puedo nombrar a todos, je je), que he tenido la suerte de tratar más de cerca, virtualmente hablando.

      Sois todos maravillosos. Encantada de haber entrado en esta gran familia.

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    3. Pero mi ojillo derecho sigue siendo Manuel. Jajjjj

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    4. Por Dios, que me dejo a mi tocaya, MARÍA JOSÉ VIZ.

      A PABLO NÚÑEZ, GALILEA, GEORGES, PLÁCIDO ROMERO, ENRIQUE CAÑO, ALEJANDRO CÁRDENAS, ASUN PAREDES, RAQUEL TEVAS, CARMEN MARTAGÓN, CARMELO CARRASCAL, SONIA MOGGIA, SONIA SERNA...

      Uf. Perdón por todos los que he omitido. Me duele el dedito...

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    5. Otro lapsus... Nuestro GRAN ÁLEX GARAIZAR.

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  2. Hola, Manuel. Antes que nada, desearte una pronta mejoría. Por el comentario de Javier, deduzco que estás fastidiadillo con la espalda.
    Que puedo decirte de tu precioso relato... Nada que no te haya dicho antes. Con tu sensibilidad a la hora de escribir, construyes historias maravillosas. En este caso, dos almas enamoradas temen al desafío del tiempo, que es el mejor bálsamo de muchos males, pero también el peor enemigo de las relaciones. La rutina, los problemas, las obligaciones suponen una amenaza para ese idílico mundo que se fragua cuando nos enamoramos. No hay nada eterno, solo la eternidad. El enamoramiento acaba tarde o temprano, la pasión inicial deja paso a un amor sereno, maduro, gestado a fuego lento. Ese es el que, si tiene buenos cimientos, será eterno.

    Muy lindo, Manuel.
    Besitos.

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    1. Voy a recetarme leer tus comentarios una vez al día cuando menos porque, Mª José, son un acopio de estímulo no solo a la hora de escribir, sino como invitación a vivir y a seguir siendo lo que uno es. Nada tan bello como que nos aprecien por como somos. Contigo tengo esa suerte. Es un poco como si me conocieras. Y como amiga de letras, eres generosa hacia las mías, siendo las tuyas tan bien gestadas y traídas.
      Tenía ganas de celebrar el Amor, de escribirle cuando menos 50 palabras. Le debemos tanto. Sin él nada sería lo mismo. Es la luz del amor la que enciende los días, la que nos prende y nos anima a arder en la pasión de ser y encontrarnos. El minotauro tiempo aún no ha podido con él; extermina a los amantes, a los individuos, pero como ave Fénix, se reencarna de nuevo, joven e indestructible, y escribe nuevas historias con tinta antigua. Cambiante, creciente unas veces, otras menguantes, el amor, como la energía, no muere; solo se transforma.
      Muchísimas gracias por tus atenciones para conmigo. Un beso, Mª José.

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    2. No tengo ninguna duda, Manuel. Eres una bellísima persona y un magnífico escritor. Humilde, como los grandes. Tienes lo principal para triunfar en la vida. Muchas gracias por la parte que me toca, je, je... Pero tú me ganas por goleada.

      Besitos. Que siga la mejoría.
      PD: Se me olvidaba... Y un extraordinario pintor.



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  3. Yo también deseo que mejores, los dolores de espalda son insidiosos.
    El relato es brillante, lleno de ternura y esas sensaciones que acostumbras a definir en todos tus relatos. Ya voy conociendo tu estilo y es brillante, me gusta la sensación de haberlo vivido, de sentirse protagonista con tus amantes. Bello y bien expuesto. Muchos ánimos para tu curación y sigue escribiendo tan bellos relatos. Abrazos fuertes.

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    1. Gracia, Carmen, qué bellas palabras dedicas al relato. Vivir el amor en primera persona, como amante activo e implicado es la experiencia irrenunciable a la que todo ser humano debería estar ligado de por vida, o al menos, experimentarla intensamente una vez en el transcurso de la misma. Amar es la gran dimensión que nos propulsa más allá de nosotros mismos, cuasi como un universo paralelo, que a golpe de corazón, nos propulsa a una nueva realidad donde la intensidad de vivir se manifiesta en toda plenitud.
      Gracias por tus ánimos, me encuentro mejor. Un beso, Carmen.

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  4. Me gusta tu enfoque poético de la pasión amorosa. Me gusta como escribes, Manuel, y lo sabes... Aunque no suela hacer microrrelatos con tinte poético (es curioso, pues ya sabes que escribo poesía) me enamoran los que estáis ofreciendo los que os habéis atrevido. Pienso que no está reñida la narratividad con el "ars poetica", y así se demuestra en tu magnífico relato. Enhorabuena (y que te recuperes).
    Besos.

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    1. Creo que es el tema el que me llevó a lo poético. No pretendía darle ese enfoque en principio, pero tratar de amor es lo que tiene; en mi caso, amor y poesía cohabitan, comparten techo, lecho y trecho, pues a lo largo del tiempo de los años, han sido constantes pretendientes uno de otro. Sin poesía, el amor no crece y, sin amor, no hay extensión, dominio ni campo donde florezca mi poesía.
      Tu sensibilidad poética, indudablemente, le da alas al relato y lo catapulta más allá de su propio alcance. Según quien lee, cada relato consigue mayor o menor altura. En este caso, tú lo eres la plataforma que lo propulsa.
      Gracias por tu comentario y ánimos. Un beso, María José.

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  5. Brillante micro de tema amoroso, Manuel. Tejes las imágenes de la locura y de la pasión amorosa con sorprendentes alusiones al laberinto cretense. La identificación del tiempo que apaga la llama amorosa con ese Minotauro que brama es todo un hallazgo. El amor como locura, como fuego pasional, como laberinto en el que se pierden los amantes, la intensidad, la imposibilidad de eternidad... Todos los matices del enamoramiento tienen cabida en tu relato.
    Bellísimo micro de prosa poética. Enhorabuena y que te mejores. Un beso.

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    1. Creo que lo poético proporciona a los microrrelatos un marco tan especial que casi podríamos hablar de un género propio dentro del universo de la narración breve. Casan bien la poesía y la narración expresada en cincuenta palabras. Como muestra, podríamos tomar algunos de tus magníficos relatos; sin ir más lejos, El secreto del viento, ese soplo donde poesía y narración vuelan juntos sobre con una inenarrable levedad de ser en ser. Igualmente, podríamos citar perlas de muchos de nuestros amigos y amigas de letras, merecedores de ocupar un aparte en cualquier antología. Así que estoy contento de sumar mi granito de arena a la colección que atesora la página.
      Tus palabras sobre el micro son muy hermosas, qué bien que queden aquí grabadas para venir con nocturnidad y poesía a leerlas de vez en cuando y animarnos a seguir escribiendo. La lectura que has hecho del relato es plena, delicada y sentida, cosa que te agradezco. Es hermoso sentir a través de ellas el sentido poético de tu mirada.
      Muchas gracias, Carmen, besos.

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  6. Qué preciosidad! Qué hermoso! ¡Qué conjunto de frases para enmarcar cada una de ellas! ¡Qué título! ¡Qué final!
    Bravo, Manuel. Me duelen las manos de aplaudir. De 10. Merecedor a entrar ese título en tu micro de final de mes.
    Enhorabuena.
    Pablo

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    1. Tu entusiasmo hace que suenen el campanario arrebatado de mi alegría. ¡Pero bueno, menos mal que sé de tu generosidad hacia los escritos ajenos, entre los que se cuentan los míos, a los que aún les falta mucho para convertirse en las brillantes perlas que son los tuyos. A ti te hago responsable, a ti y a otros amigos y amigas de letras, a los que leyendo mes a mes, va uno aprendiendo la lección y atreviéndose a recitarla en esta página donde es una pasada compartir letras.
      Un abrazo extra grande, perfilador de sueños con palabras.

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  7. Queridos amigos y amigas de Cincuenta, gracias por cada uno de vuestros comentarios y cada una de vuestras hermosas palabras hacia mi relato. En cuanto me reponga un poco (ya va cediendo un poco la contractura), contestaré a vuestros comentarios, no solo por que lo merecéis, sino por el gratificante placer que supone compartir con vosotros mi punto de vista en los comentarios y, por supuesto, el regalo que es leer, mes a mes, vuestros relatos.
    Un abrazo de tamaño extra y un besazo. Muchas gracias.

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  8. Ay, Manuel, no sé yo... Así has acabado tú, con los huesos molidos, que qué habrás hecho... A mí, personalmente, me van más los pequeños detalles de cada día, que me sorprendan con un bocata de jamón, con un osobuco a la milanesa, esas cosas entrañables que alegran el día sin tanto aspaviento ni tanta pasión de gavilanes.
    Ponte bueno pronto.
    Abracicos.

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    1. No te creas, querida Patricia, que el amor siempre va disfrazado de gigantón inmortal. Que a veces no lo veamos, no quiere decir que no esté. A veces es tan pequeño que una cabeza de alfiler es para él todo un planeta, pero su fuerza es la misma, tan concentrada que es capaz de alabear las energías de quienes pasan a su lado y hacer saltar de zozobra sus corazones. A partir de ahora, mastica bien porque en tu bocadillo de jamón, porque en esa veta de grasa oleaginosa puede que vaya escondida una mini perla de amor y, entonces, se va a liar parda; Patricia irá de cabeza al laberinto de pasión.
      Muchos besicos.

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  9. En esta ocasión, y sin avisar, nos sueltas tu vena poética. Magnífica en este ejemplo, como era de esperar, tras haber leído tus textos "habituales" en prosa. Me uno a los deseos de que te mejores. Suerte y saludos, Manuel.

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    1. Gracias, Jesús, esta contractura me ha tomado por asalto y, aunque la batallo, no ceja la condenada. Esta vez me asaltó igualmente la vena poética como dices y yo, me dejo rondar. Ese filo poético de lo amoroso me hace disfrutar muchísimo porque me enreda hasta el infinito buscando giros de palabras y frases para intentar concretar en sensaciones que lo que no se ve ni se toca. Enredos de aprendiz de escritorzuelo, no llegan a más, pero son un placer escribirlos y comentarlos. Gracias por tu respuesta. Un abrazo, Jesús.

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  10. Carmelo Carrascal11/9/17, 20:35

    Enhorabuena, una vez más, Manuel!

    Cuando la pasión estalla, rompe el tiempo, lo desintegra. Uno no sabe entonces qué pasó con él, el tiempo.
    La eternidad a veces cabe, y aún le sobra espacio y tiempo, en un instante de los que tú has descrito.
    Esto que digo entiendo que quieres decir en esa brillante frase final que tan luminosamente has "parido"...

    Cordialmente!

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    1. Qué inmenso ese instante fugaz del que hablas, Carmelo. El amor es puerta batiente y es suficiente para conectar dos universos paralelos que andaban desconocidos uno de otro por el mundo y hacerles vivir y creer en el maravilloso espejismo de ser al unísono un solo ser. Este meollo solo se me ocurre que puede ser tratado desde lo poético, si no, dime tú cómo se enfoca semejante aberración caleidoscópica.
      En cuanto a la frase final, tan rica y jugosa, la he tomado prestada no sé si de algún dicho popular o de alguna sentencia filosófica cuyo autor no recuerdo. Me valgo de aquella cancioncilla de Manuel Machado que decía que "hasta que el pueblo las canta/ las coplas, coplas no son/ y cuando las canta el pueblo/ ya nadie sabe su autor".
      Grandes tus aportaciones con el comentario. Muchas gracias, Carmelo, disfrutar y comentar en esta página son sinónimos. Un abrazo.

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  11. El amor, la pasión, conllevan sensaciones que ciegan el entendimiento. Solo existe el instante, nada hace pensar que detrás de él vendrán otros, en una eternidad que supera cualquier laberinto que nos quieran poner delante, pero el tiempo tiene el poder de dulcificar esas pulsiones, de segar lo que parecía irrompible.
    Con este relato, por si no estuviera claro, confirmas una vez más, Manuel, que tus letras están ahí para no perdérselas, por lo que cuentan y por la forma en que lo hacen, sin que se te resista ningún tema o género por diferente o arduo que pueda parecer, nada lo es para tu pluma versátil.
    Un abrazo y una pronta mejoría, Manuel

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    1. El tiempo admite las metáforas más poderosas: la guillotina que espera, la arena del reloj que se agota, la fecha de caducidad del envase humano de los sentimientos... somos esa parte que el tiempo aún no ha devorado, nuestros micros, son segundos robados a la esfera mortal de las horas. Cada palabra nos reafirma en esa lucha que hace de la existencia un hilo que resiste las cuchillas afiladas de las tijeras del tiempo. Y esa amenaza latente solo se olvida cuando el amor nos hace presa y nos arrastra al espejismo de eternidad donde somos invencibles gracias al corazón del otro. Ese canto de inmortalidad efímera es la culminación del relato personal que cada uno escribe con su vida. El resto es puro entretenimiento, palabras de paso sobre el crucigrama ciego de la rutina.
      Gracias Ángel, por la buena acogida que dispensas a mis micros, que ciertamente, están necesitados del buen mirar, condescendiente y positivo, porque al final, esto es un juego, y como todo juego, pura verdad, pura mentira.
      Un abrazo grande, Ángel. Ya voy mejor, me olvido de la espalda, me extiendo al teclado, y... bueno, voy a parar un ratito para que se relaje. Gracias.

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  12. De efímeras eternidades va tu relato que remonta al lector en alas de prosa poética para divisar la más maravillosa de las emociones y sentimientos, el amor.

    ¡Ah, el amor! Tan dulce y a la vez tan iluso que lleno de valentía se atreve a retar al tiempo: ¿quién ha podido retarlo y salir vencedor?

    Ojalá tuviera una pluma como la tuya, que borda los más hermosos cumplidos a los relatos de sus compañeros, siempre tan gentil y afable.

    Pero aunque me quede corto para expresar lo maravilloso de tu relato, te brindo muchos muchos aplausos mi estimado Manuel Bocanegra.

    (y a cuidar esa espalda, qué muy pronto te sientas mejor compañero de letras)

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    1. Comentar es parecido a hacer un bordado con primor. No me interesa expresar opinión, ni objetiva ni subjetiva sobre el relato, sino pespuntear el dibujo del mismo con palabras acertadas para hacer del comentario un momento de goce compartido. Como si fuese una charla improvisada de bordadores inclinados sobre su bastidor una tarde de asueto enhebrando hilos de colores. Comentar es sobre todo, según lo veo yo, dialogar con el autor o la autora de forma distendida, darle pie para que él o ella te cuente algo de los entresijos de su composición y hacerle llegar el sentir cercano que sus palabras crean en ti. De esa manera me enriquezco, pues muy rico es el caudal creativo que cada uno porta; y de ahí que mi punto de partida nunca sea crítico o evaluativo (al menos eso intento), para ello otros ámbitos y otras personas instruidas y sabias en los artificios de la narración serían los recomendados. Sencillamente, me siento a gusto compartiendo palabras. Frente a un relato siempre se sientan nuestros dos yo; el que ve la belleza del planteamiento, la originalidad del tratamiento, el cuidado de la palabra, la sensibilidad puesta en el enfoque... (lo positivo); y el que reniega de todo lo que lee, crítico contumaz al que solo sacia lo sublime. Depende del lector que alimentemos, así comentaremos, creo yo.
      Pero esto que digo es algo que tú debes conocer bien ya desde hace mucho, porque también en tus comentarios, oigo el paso atento de quien cuida la dimensión comunicativa de los mismos. También eres generoso con los relatos leídos, entre ellos los míos, que lucen mucho mejor después de leer tus palabras, pues yo mismo me convenzo de que tienen ese pulso profundo que tú captas entre líneas. Esas son las bazas del juego del comentario amigo.
      Pau Casals, apreciando los errores de un músico joven que interpretaba una pieza, le felicitó por su forma de tocar; el músico, consciente de sus fallos reconvino al maestro haciéndole incapié en los grandes desaciertos técnicos que había cometido durante la audición; él le respondió que su felicitación no hablaba de ello, sino de su forma de tocar profunda y emotiva, comprometida y sincera con su verdad como artista que emocionaba al escucharlo, y esa, había superado con creces toda exigencia. Resultó que este joven inseguro, fue posteriormente un gran concertista.
      No tengo oído musical, pero trato de seguir la senda de apreciación del maestro. Me siento a escuchar, escribo para compartir.
      Muchas gracias, Alejandro, por tu exquisita forma de acercarte al relato y regalarme con tu comentario. Recibo tus palabras como lo que son, un generoso presente. Un fuerte abrazo.

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    2. https://www.youtube.com/watch?v=qKoX01170l0

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  13. Empiezo dándote la ¡enhorabuena! por si, atrapada en uno de los apasionantes recovecos poéticos de tu laberinto, no consigo salir de él. Genial comparativa la que haces entre el Minotauro y el tiempo, así como la frase final "Solo es eterno el amor mientras dura", sentenciando que aunque hay momentos en los se vive el amor con una intensidad desmedida, no durarán para siempre. Me has recordado un juego de palabras que hice hace tiempo y, como viene al caso, me permito contarte: No quiero un amor volátil, lo quiero para siempre, "éter-no".
    Bueno, Manuel, que tu dolor de espalda se volatilice ¡ya! Un abrazo.

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    1. Tus palabras han sido mágico conjuro y mi contractura, ¡zas!, volatilizada me deja escribir la respuesta a tu precioso comentario. Gracias por palabras tan bonitas. Ingenioso ese oxímoron que has creado con "éter-no". Define perfectamente las cualidades del amor: eterno mientras dura. ¿De qué otra forma podríamos concebirlo si no para entregarle toda nuestra energía a su pasión arrolladora? Y toda gran pasión arrastra tras sí un enemigo feroz, el latente minutero, que como ejército de termitas ataca los pilares de todo amor.
      Es una suerte contar con sensibilidades como la tuya hacia las palabras para arriesgar en estos territorios de arenas movedizas donde poesía y narración improvisan sobre la pista un baile donde articulan a dúo sus encantos.
      Un abrazo, Juana. Gracias.

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  14. ¡Magnifico Laberinto de Pasión!
    Muy original y muy bien trazado
    Suerte, Manuel
    Besicos

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    1. Gracias, Carmen, del laberinto de pasión no se sale a menos que el minotauro cumpla su amenaza. Espero seguir dándole esquinazo durante mucho tiempo y hacerme un crónico entusiasta de sus recovecos.
      Gracias por comentar, besos.

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  15. Es un placer leer tu micro y dejarse arrastrar por él como por un torbellino.
    Te leo admirado por tu arte para encontrar las palabras que transmiten de forma brillante ese universo de locura de los enamorados. Reconozco que también con un pelín de envidia; he tenido la suerte de vivir un amor de intensidad arrasadora y mil veces he tratado de reflejarlo en un relato, pero la pobreza de mi lenguaje nunca me lo ha permitido; eso, y que me pasa como a los preescolares, que si les pides que dibujen la figura humana, lo hacen más o menos bien, pero si deben dibujar a su padre, interviene lo emocional y te llenan la hoja de rayones.
    Cuídate, Manuel.
    Un abrazo.

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    2. Georges, creo que vivir intensamente es la verdadera escritura viva. Mientras se vive no se escribe, se hace después, cuando la perspectiva del tiempo nos permite releer la página escrita sobre la vida misma. A este amor al que le dedico este relato, me acompaña desde hace muchos años ya y hemos tenido que lidiar a fondo con ese minotiempo empeñado en hacer rutinario el abrazo de las mañanas y los besos y el deseo y las ganas de seguir amándonos. Pero hasta ahora, la estrategia fue de jugar en tiempos cortos, conceder al amor sus tiempos muertos, entre fulgor y fulgor eterno, concederle un retiro de invierno, sin pretender exigirle pasión desmedida a cada momento. Entonces, el laberinto comienza a convertirse en jardín, descubres que como todo lo vivo, el amor tiene sus ciclos y hay que respetarlos, no se le pueden pedir flores en tiempos de helada, ni nieve pura cuando calienta el sol. A su tiempo, cultivarlo, preservarlo y alentarlo. Saber que el enamoramiento es una llamarada fugaz, una flor de prado de primavera, pero el amor es más bien, a mi modo de ver, un mágico huerto donde el duende del ser cuida cada día de arrancar de raíz las malas hierbas, las nadas que planta la rutina y las enredadoras enredaderas de las necesidades creadas.
      A mí me encantan tus micros, y aquel Límite de una función en un punto, es para enamorarse perdidamente de tus letras. Así que te agradezco tus cumplidos, que me suben la moral y me estimulan a seguir trabajándomelo.
      Lo dicho, a amar primero y a escribir después, que lo esencial está en la página en blanco diaria de la vida. Un abrazo grande, Georges. Gracias.

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    3. Te agradezco tu respuesta que le da a tu relato el profundo calado de una lúcida filosofía de vida. No sabes cuánto me alegra el que, hasta hoy, (para no contrariar tu respeto por el tiempo) hayáis conseguido domeñar al minotiempo, y su terrible laberinto donde muchos amores se pierden.
      El agradecimiento es mutuo. El compartir esta página con escritores de gran nivel, hace que de tanto en tanto me vea jugando en una liga que no es la mía y me cuestione mi participación. El comentario que le dedicas a mis micros es un formidable estímulo para continuar, una vez pasado el rubor.
      Un gran abrazo para ti, Manuel.

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  16. María Jesús Briones Arreba14/9/17, 3:22

    Inspiradisimo, Manuel. Todo un canto al amor, que cómo todo en la vida, no es eterno. Mientras dura, es lo más bonito y realizable que existe, pero cuando aparece el"Minotauro terrorífico", se condensa en tu última frase maestra: "Solo es eterno el amor mientras dura".
    Deseo que tu espalda, haya dejado de darte guerra, y nos sigas ofreciendo "50", como el de hoy.
    Besito virtual,

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    1. *Comentario republicado por mí porque al otro le ha salido un metro de blanco por debajo y en la charcutería no lo podían cortar.

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    2. Gracias, Alex. Siempre alerta y en guardia.

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    3. Gracias, Mª Jesús, mi espalda está mejor. Me alegra que encuentres inspirado el micro, porque intenté que tuviera ese sesgo apasionado que nos atrapa cuando nos aborda sentimiento tan potente. Por otra parte, estaba pensando que si a tu magnífica Amazona le pudiéramos inocular unas dosis de pasión amorosa tal vez su instinto destructor disminuyera y nos diera una oportunidad de seguir intentando encontrar solución a este laberinto global en el que nos han metido. El amor dicen que puede solucionarlo todo.
      Un beso grande, gracias por tus palabras.
      Para el capitán Álex, siempre al pie del cañón, un abrazo.

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    4. Mi Amazona, CABALGARÁ, sin duda, mientras la codicia y el odio del hombre se impongan a cualquier otro sentimiento.
      Gracias Manuel, por tu referencia a mi relato.

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  17. Indudablemente, la pasión es un laberinto, tal es así, que nadie es capaz de salir de él mientras sus efectos duran. Sólo después de que esas fuerzas telúricas se apaciguan puede uno ver con cierta claridad, mientras tanto, estamos abocados al ridículo, al frenesí, a la locura.
    En tu microcuento lo has reflejado muy bien, y ese par de pinceladas al mito del Minotauro y al laberinto remarcan los furores de esa pasión ciega, de su lado más animal, pues sabido es lo que ocurrió con Pasífae y el toro blanco.
    Por otra parte, resaltas lo que es la maldición de todo amor, que, como dice Nietzsche, desearía eternidad, profunda eternidad; y sin embargo, está sujeto a la labor destructiva del tiempo, a todos los peligros de la vida, a su acabamiento, en definitiva.
    Con lo cual, y sin posibilidad de escapar de esa verdad incuestionable, sólo queda aferrarse al carpe diem, a la eternidad del instante, y aunque esas palabras se las atribuyes al m¡notauro que representa al tiempo, a los amantes no les quedará más remedio que convencerse de que son ciertas, aunque el amor y los poetas tienen sus tretas para combatir contra ese tirano impiadoso, así William Blake, dijo: “La Eternidad está enamorada de las obras del tiempo”.
    Esa verdad es lo que hace que la vida sea, en sus más cimeros instantes, hermosamente trágica.
    Excelente y poético microcuento, Manuel, mis aplausos y mi enhorabuena. Un abrazo. Y mis mejores deseos para esa espalda.

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  18. La pasión es al amor lo que la llama al fuego. Abrasadora y bella, seduce con su fuerza y su magnetismo ancestral. Del instinto más animal, como bien subrayas, proviene su poder incontestable e hipnótico: nadie que sea prendido por su llama escapa a ese delirio, que es al mismo tiempo placer y sufrimiento. Una cárcel de amor, un laberinto. Una pira abrasadora.
    No obstante, el amor, como sabemos, no es solo pasión, como el fuego no es solo llama. Hoy día, en nuestro tiempo, necesitados de experiencias intensas que subrayen el presente sobrevalorado que nos asola, se identifica amor con enamoramiento y también con pasión. Se nos convence que el resto del fuego es solo ceniza. Así andamos, torpes amantes, descompuestos buscando nuevas llamas donde prender nuestra angustia, cuando el calor que necesitamos está intacto entre las brasas. Cuando la llama se apaga es cuando la hoguera se convierte en horno y da cobijo, hace el carbón, asa la carne y acepta acariciar la piel de los amantes que a su lado funden sus cuerpos en tibio abrazo.
    Los vendedores de humo andan convenciéndonos de que la vida intensa es vida joven, que el amor es pasión manifestado en sexo, en pulsión, en instinto puro. Y no. Quien sabe ver, no toma el rábano por las hojas únicamente. El romanticismo, con sus grandes frutos literarios, le hizo un flaco favor al amor verdadero.
    La pasión en resumidas cuentas es un laberinto único, pero cuando se sale de él, espera, a quien sabe ver, el jardín del amor, donde el minotauro se convierte en suministrador de los ciclos del amor vital, ese que puede acompañarnos durante toda la vida.
    Enrique, la riqueza de tus apreciaciones, las oportunas citas y tu delicada pluma, hacen, junto al resto de comentarios de los amigos y amigasde letras de esta página, el verdadero motivo en el que se ha convertido para mí el escribir cincuentas. Me siento regalado. Tus palabras son diamantes que brillan con luz propia en el collar de perlas de los comentarios a mi relato.
    Un abrazo grande. Gracias.

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  19. Manuel, siento llegar tan tarde para comentar, pero antes me ha sido imposible.
    Ya te han dicho tanto y tan bello sobre tu micro, que poco puedo yo añadir.
    Solo decirte, que este mes que yo me he pasado al lado oscuro, tú hayas ocupado mi lugar con este precioso micro lleno de poesía, de amor y de pasión, aunque nada sea eterno, pero lo es mientras dura, como muy bien termina tu relato.
    Enhorabuena y mucha suerte, aunque sé que no la vas a necesitar.
    Deseo que te recuperes pronto de tu dolencia de espalda, que sé lo doloroso que puede ser.
    Abrazos muy apretados, amigo.

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  20. Tú siempre llegas a tiempo, porque tus palabras traen el dulce sabor del cariño entre sus líneas, así que la demora no es sino una espera sabrosa. Me pasa como a ti con la poesía, creo yo, que cuando nos asalta es imposible renunciar a ella, aunque el formato sea una propuesta narrativa. Más en el caso de hablar de la pasión, cómo recogerla en tan breve espacio sin recurrir a la síntesis metafórica de lo poético. Espero haber logrado cuando menos transmitir ese estímulo eufórico que inunda a los amantes presos en su efímera locura eterna. Todos guardamos algún episodio de amor donde la llama pasional iluminó nuestros días. De su deslumbramiento, de su impulso abrasador, trata el relato de dar cuenta.
    Cómo me gusta tu visita. Gracias por tus buenos deseos. Hoy, casi puedo decir que estoy recuperado, un par de días más cuidándome y me repongo. Un beso grande, sonoro y apretao, amiga.

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  21. Quizá el amor sea una de las pocas maneras que tenemos los humanos de conectar con ese algo que yo me niego a llamar "sobrenatural" (imposible, a mi parecer, por definición) y, mucho menos "Dios", pero que se adivina tras cada ser o cada objeto que la realidad pone ante nuestros sentidos. No me extraña que al verlo en toda su pureza hasta los dioses, las quimeras o los ángeles (como ocurre en "Annabel Lee") sientan celos y envidia, y hasta deseen que no exista.
    Hermosísima tu forma de retratarlo aquí, escenificándolo en un contexto mítico, como bien merece tan gran concepto.
    Una gran obra, sin duda. Enhorabuena, Manuel.
    Un abrazo, fuerte, que a estas alturas ya estarás, o eso espero al menos, bien de la espalda.

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  22. Creo que sí, Enrique, que el amor es manjar de la mesa de los dioses, delicatessen pura derramada sobre el mortal común a modo de bebida energética que nos aporte las feromonas necesarias para concebir el estado divino de la felicidad y contar, así, con un estímulo mayúsculo que nos incite en su búsqueda permanente a lo largo de la vida. Según se mire, bendición o condena, camino de libertad o senda de perdición. En mi relato he tratado de tomar los aspectos positivos de la pasión amorosa y confrontarlos con el minotiempo, que lejos de ser un monstruo feroz, es aquí un vocero del simple reloj de arena que marca las horas de todo apego y toda relación.
    Gracias por tus ricas reflexiones sobre la divinidad, que he de decirte que comparto. Dios, como sujeto, y los dioses, como colectivo, son sustancia de literatura mítica, una manera como otra de ensalzar los misterios naturales que no podemos abarcar. Si alguien alguna vez pudiera dar una respuesta, creo que sería el mismísimo Minotauro-tiempo, el único que parece tener resueltos los problemas con la eternidad.
    Gracias también por tus consideraciones al relato. Me gustaría pensar que no exageras, pero sé que eres crítico de ti mismo y demasiado generoso conmigo (jjajaj). Un abrazo fuerte, Enrique. Ahora sí, que ya puedo apretar sin miedo a que me cruja la espalda.

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  23. La pasión es una ángel que nos acecha mientras el diablo duerme. Un árbol sin bosque, ciego de raíces y sordo de hojas. Una glándula que se va secando. Es la propia pasión la eternidad que se aloja en un tiempo detenido y que tú has transmitido a la perfección entre las encrucijadas de esos torvos laberintos custodiados, en los que amor siempre se encontrará perdido.
    Qué bien has reflejado con palabras esa dualidad de sentimientos que son pasión y amor. Eres un gran escritor, Manuel, dotado de una sensibilidad al alcance de muy pocos. Enhorabuena.
    Un fuerte abrazo.

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  24. La poesía en los comentarios también tiene su nombre. Se llama Antonio Bolant. Versátil maestro, troca una vez en viento sabio y otra en voz de sabiduría. Semillas lleva en las manos. Palabras son que deja como un canto entusiasta bajo los relato para que florezca luz en los rincones de Cincuenta.
    Qué bouquet el de tus palabras. Me llega tu acento lírico hasta los tuétanos de mi osamenta poética. Por si fuera poco leerte e inspirarme en tus textos, me regalas cumplidos que yo traduzco en aliciente y estímulo para escribir más fino y mejor, para que sigan viniendo tus palabras a las mías, para seguir yendo a tu fuente y alimentarme del tempo eterno de tus relatos.
    Gracias por este bello rapto de ángel que subraya la pasión con poesía. Un abrazo grande, Antonio.

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  25. "Que sea el amor infinito mientras dure, que dure tanto como duran las cosas que se cuidan".
    Muy bonito tu micro. Besotes.

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  26. Gracias, Olga, que tus buenos deseos se vean cumplidos y los míos también. Creo que ahí está la vacuna contra el tiempo, en cuidar ilusionados el amor para avivar la pasión. Un beso.

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  27. ¡Ah, los recovecos del corazón! A veces angostos, a veces, enrevesados, empinados, escondidos, luminosos, pero con rincones oscuros, también.
    Excelente relato, Manuel. Emhorabuena.

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  28. Así es, Carles, ¡complejo y controvertido corazón! el ritmo de tus palabras me ha recordado el gran soneto del Lope inmortal:

    Desmayarse, atreverse, estar furioso,
    áspero, tierno, liberal, esquivo,
    alentado, mortal, difunto, vivo,
    leal, traidor, cobarde y animoso;

    no hallar fuera del bien centro y reposo,
    mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
    enojado, valiente, fugitivo,
    satisfecho, ofendido, receloso;

    huir el rostro al claro desengaño,
    beber veneno por licor süave,
    olvidar el provecho, amar el daño;

    creer que un cielo en un infierno cabe,
    dar la vida y el alma a un desengaño;
    esto es amor, quien lo probó lo sabe.

    Un abrazo, Carles, gracias por comentar.

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  29. Laberinto de pasión, afortunados los que pasan por él y se quedan...
    Me encanta todo el micro y sobre todo la frase final... "eterno es el amor mientras dura". Y ya con los versos de Lope, me has rematado, querido.
    Grande, Manuel, cada tema que tocas es como si lo hicieras con una varita mágica, lo haces de una forma sencilla, pero magistral, tal que brilla como si fuera su forma natural.
    Enhorabuena, un beso.
    Malu.

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  30. ¿Por qué será que a mi gusta tanto lo que escribes y lo que dices? Se desprende de ti un entusiasmo por lo leído y lo comunicas con alegría tal, que queda uno con ganas de leerse a sí mismo, de ponerse sombrero, componer la figura y salir a dar un paseo por la avenida de las letras, con un ego más ancho que largo.
    Tú si que tienes espontaneidad en tu forma de expresarte (tus letras me lo dicen) y encanto natural en tu ser (tus relatos te delatan).
    Un beso grande, Malu. Gracias por ser hoy la alegría de la casa (de letras).

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    1. Ay... gracias Manuel, hoy estoy como loca haciendo los deberes atrasados de Cincuenta... creo que a este paso me acuesto de madrugada.
      Mil gracias por tus palabras, eres un amor de los grandes.
      Besos.
      Malu.

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  31. Si, el amor es eterno, mientras dura. También debemos cuidarlo si queremos que dure.
    Muy bonita tu historia de amor. Saludos

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  32. Gracias, Maribe, yo concibo el amor (una vez que brota) como una planta a la que hay que ayudar a crecer y hay que cuidar, porque es delicada, tanto o más como la rosa del Principito. Solo que nosotros no necesitamos meterlo en una urna, basta con acercarlo al calor del corazón.
    Me alegras mucho sabiendo que te ha gustado. Gracias, saludos.

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