Brisa divina

La brisa divina del mar me acariciaba el rostro. Entre sueños sentí acercarse a un caballero vestido todo de blanco, con respeto me ofreció un plato de caviar.

Yo dudé, pero decidí aceptarlo y compartirlo con la bella sirena que cargaba a nuestro hijo y ahora descansaba a mi lado.
Escrito por Omar Martínez González
Anónimo hasta noviembre

2 comentarios :

  1. Un relato que es un cuento.
    Buen relato.
    Un abrazo, anónimo.

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  2. Cuidado con la brisa marina. Puede enloquecer. Cuidado con el caballero. Quién sabe qué intenciones tiene.
    Lírico micro. Saludos

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