Visita inesperada (I)

—¡Vete, por favor! Necesito más tiempo, no estoy preparado aún.
—Sabes que no puedo hacerlo y tampoco quiero.

Apoyó la guadaña en el aparador, le dio un abrazo, cálido pero efímero y, con la voz más dulce que pudo, le dijo:

—¡Vamos! Es la hora: tu hora.
Escrito por Jesús Manzaneque Fraile
Anónimo hasta noviembre. Parte I | Parte II

6 comentarios :

  1. A todos nos llegará la hora, a todos nos visitará la muerte, pero siempre pensamos que tardará. Pero por desgracia eso no lo decidimos ni depende de nosotros. Y siempre, si se anticipa es una visita inesperada.
    Buen relato.
    Un abrazo, anónimo.

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  2. Maria Galetna10/10/17, 19:20

    Una muerte dulce.
    Así deberían ser todas.
    Saludos.

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  3. ¡Ah, esa hora, la mala hora!
    Que hasta un poco de escalofríos me ha dado de leerte.
    Me gusta esa respuesta de la muerte: "no puedo y no quiero hacerlo"
    Buen relato.

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  4. Jodida esa hora... Ofú que pesada la de la guadaña. Muy buen micro. Besitos

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  5. Todas hieren, la última mata, es una sentencia que aparece en algunos relojes, refiriéndose a las horas. Para el protagonista de tu microcuento parece que ha llegado esa última hora, esa en la que uno, se ponga como se ponga, tiene que seguir a la pelona, y de nada nos sirve enrabietarnos como un niño que no se quiere ir a la cama porque está disfrutando con sus juguetes.
    La muerte no admite disculpas, no concede prórrogas, no es comprensiva con nadie, no entiende de justo o injusto. Llega la hora y hay que irse y lo que ocurra después, si es que ocurre algo, ya se verá, o no se verá.
    El filósofo Spinoza decía que un hombre libre en nada piensa menos que en la muerte, pero hombres libres me temo que no hay muchos, y en la muerte, realmente, tampoco pensamos mucho los que no somos libres, pues, y por acabar con una máxima de La Rochefoucauld, ni el sol ni la muerte pueden mirarse fijamente.
    Un abrazo.

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  6. Si algo caracteriza a la Muerte es que puede aparecer en cualquier momento. Su visita no es que sea inesperada, sino no querida.
    Un buen micro. Saludos

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