Obsesionado con un libro
Era imposible terminar de leer aquel extraño libro. Juan lo intentaba cada noche, pero justo antes del último capítulo caía profundamente dormido; al día siguiente no recordaba el argumento, y volvía a empezar.
Por fin una noche, la anterior a su muerte, lo consiguió.
El último capítulo estaba en blanco.
Por fin una noche, la anterior a su muerte, lo consiguió.
El último capítulo estaba en blanco.
Magnifica historia!!
ResponderEliminarMe alegro de que te guste, querido Julián. Besos.
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ResponderEliminarCreo que acertado final, la muerte es igual, sin nada escrito. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Maite. Besos.
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