El mejor momento del día
Suspira poniéndose el abrigo, sin quitar ojo al reloj, desea que no entre una última llamada que extienda su jornada.
¡Las diez, desconexión!
—¡Hasta mañana!
Sale corriendo de la oficina. Semáforo verde, coge el autobús a tiempo, el tren también.
Por fin en casa.
—Buenas noches, cielo.
—Te quiero, mami.
¡Las diez, desconexión!
—¡Hasta mañana!
Sale corriendo de la oficina. Semáforo verde, coge el autobús a tiempo, el tren también.
Por fin en casa.
—Buenas noches, cielo.
—Te quiero, mami.
En estos tiempos en que la prisa lo llena todo, la vida se convierte en un carrusel. Siempre pendiente del tiempo, y no quedan minutos para poder abrazar a tú hijo. Zrein, has descrito muy bien y con sentimiento la vida de una mujer que tiene que compaginar trabajo y maternidad. La hora, el mejor momento del día es cuando regresa a su hogar y puede ver, aunque sea por un instante a su pequeño. Un relato lleno de ternura y que se nos hace muy cercano. Me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarNo hacen falta más palabras para describir de forma tan certera la brutalidad del día a día de muchos de nosotros. Ya no solo nos piden que sacrifiquemos nuestra vida por un salario de miseria, también debemos dar las gracias y hacerlo con una sonrisa porque hay miles de candidatos ahí fuera esperando para ocupar nuestro puesto.
ResponderEliminarHoy más que nunca debemos reivindicar los derechos laborales por los que lucharon nuestros padres y abuelos, ya sea en la calle, en las instituciones o a través del arte. Gracias por recordárnoslo.
Tanta prisa y tanto sinvivir, para que el mejor momento del día ―abrazar a un hijo un segundo y darle las buenas noches, qué duro― se nos escurra entre los dedos en un suspiro...
ResponderEliminarBonito y punzante retazo de un momento entre dos mundos: el de quienes somos en el trabajo y nuestra vida verdadera, esa que, tristemente, muchas veces no queda más remedio que dejar relegada a un segundo plano. Horas preciosas que se roban a lo más preciado que tenemos por salir adelante. Gracias por aportar tu granito de arena para concienciar en torno a este importante problema, por mucho que muchos quieran invisivibilizarlo.
ResponderEliminarTu dulzura quita espinas a las horas
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