¡Viva México, cabrona!

"Hija de la chingada, ¿qué hace bailando con mi macho?", rumiaba Gladys en la oscura pulquería. Ya tomada, díjole al mesero: "Esos pendejos tienen bien merecido que los apalicen". "Cierto, güey". Le pagó con los pesos que en la tarde, al despedirse entre abrazos maternales, la pinche puerca le regalara.
Escrito por Jesús Garabato Rodríguez

6 comentarios :

  1. ¡Vaya dramón mexicano que nos muestras, Jesús! Es increíble que en 50 palabras exactas nos presentes una escena tan compleja. Sueles jugar en tus microrrelatos con la intertextualidad, una característica muy propia del género, y aquí nos presentas otro excelente ejemplo. Mi felicitación llena de admiración por tu arte.
    Besos.

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  2. Muchas gracias por tus más que amables palabras, María José. Pretendía hacer un guiño irónico mostrando mi versión con alguna de esas imágenes típicas y tópicas que todos tenemos en mente de haberlas visto en tantas y tantas pelis o, salvando lo salvable, tras leer algún cuento de, por ejemplo, Juan Rulfo. Llámame osado. Como curiosidad, y como además no es la primera vez que me pasa, envié una versión del texto que no era la prevista. En esta, entre otros cambios, Gladys le pagaba al vengador con los besos, no con los pesos, que le había dado su madre al despedirla. Gracias, otra vez. Besos.UN saludo.

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  3. La jerga y el tópico se unen para mostrarnos una escena que refleja la idiosincrasia de un pueblo de sangre caliente. Muy buen relato, Jesús. Un abrazo.

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  4. Muchas gracias, Salvador, por leer y comentar tan amablemente. Un abrazo.

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  5. Un texto con mucha fuerza, Jesús, donde se escucha el acento que se cuela entre las pasiones.
    Buen relato.
    Un abrazo.

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  6. He visto es el ambiente, la jerga, y esos pesos pagados al mesonero, son los que tienen miga.
    Un beso.

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