Alma

Sucumbió al aburrimiento y se tumbó sintiendo el calor de la tierra en su espalda y el olor a tomillo. En el cielo, azul intenso a esas horas de la tarde, su mirada viajó más allá de lo que veían sus ojos e imaginó que, al otro lado, estaría ella.
Escrito por Xurde

2 comentarios :

  1. Maria Galerna26/8/18, 12:07

    ¡Uhm!, no sé, no sé si añora a alguien que se fue o que aún no ha venido.
    Me ha gustado mucho tu micro. A veces también he sucumbido a ese aburrimiento.

    Un saludo, Xurde.

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  2. Carmelo Carrascal26/8/18, 17:23

    Xurde, qué bien trazas en tu relato lo que serían tres escalones bien articulados. Por una parte, la serenidad del espíritu con la calma que, a veces, bordea el aburrimiento (¿quién dijo que aburrirse sea siempre negativo?). Por otra, la imaginación siempre dispuesta a levantar el vuelo, propicia a conectar con lo que a uno le quema dentro. El deseo del protagonista recibe aquí el nombre de Alma, lo que resulta más que significativo. Reflexión, movilización de la imaginación y construcción del deseo...
    Un saludo!

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