El yoísmo

No habla; dicta sentencias. No escucha; te devuelve su verdad eterna. Sabe de todo, siendo lo suyo siempre lo mejor o lo peor.

Un día osé pensar diferente a él, su perseverancia me machacó.

Ahora, yo uso la indiferencia como defensa, aunque esta vez haya sucumbido al dedicarle un relato.
Escrito por Jose Antonio Gallego

15 comentarios :

  1. Eduardo Martín Zurita23/8/18, 13:35

    Hola, José Antonio.
    Siempre que se pone sobre el tapete el "yoísmo", me viene a la cabeza la frase de Arthur Rimbaud: lo mío está alrededor. Está claro que, sin diluirse por completo en los demás, o quizá ese fuera el ideal, hay que acercarse a ellos, a sus problemas, como ellos a nosotros y a nuestras cuestiones. Quien está encerrado en sí mismo se está perdiendo gran parte de la vida que representan los otros.
    La indiferencia es un arma letal: no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Y parece que ser que el personaje se lo merece, a pesar de ese último sucumbir tuyo.
    Un gran texto para una profunda, muy profunda reflexión,
    que merece todo mi elogio.
    Un abrazo y feliz verano y siempre.

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    1. Se agradecen mucho tus comentarios, no por su prosa, sino porque siempre logras sacar algo más del relato. En este por ejemplo y sino he entendido mal recomiendas que nos acerquemos a ellos e intentemos comprender sus problemas y situaciones, aunque ellos no lo hagan, creo que es una reflexión muy acertada.

      Muchas gracias, un saludo y buen verano.

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  2. Me parece muy interesante el tema que tratas. Y además, dando una solución al problema: la indiferencia. Aunque, como bien expresas, ya le hayas dedicado toda tu atención convirtiéndolo en protagonista de tu relato. Un abrazo fuerte.

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    1. Lo que si que sería la leche es que mi protagonista además se enterara, jejeje
      Sería interesante ver su reacción.

      Un saludo y gracias por el comentario.

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  3. Genial micro, José Antonio.
    Se lo voy a enviar a una persona-cumbre del yoísmo y que encima va de solidario y cariñoso con la peña y para más inri tira de la indiferencia. Vamos, que es para echarle a comer aparte, je, je, je. Es un 2x1 de tus 2 personajes.
    Anecdotillas personales al margen, aplaudo tu excelente micro. Bien escrito, original y con mensaje.
    Saludos

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    1. Gracias por tus palabras Marco, pues si se lo mandas ya nos cuentas, si se alegra por ser el protagonista o no acepta tan bien esas críticas.

      Un saludo.

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  4. José Antonio, has retratado a mucha gente en este excelente relato con un título perfecto.
    ¿Te has parado a pensar la de veces que uno de estos yoistas dicen las palabras “yo”, “mi”, me”...? En un minuto pueden crear una infinidad. Otra de sus síntomas es el de no escuchar, lo que les provoca una alta dosis de ignorancia. Al final llegará el día que, que como al puerro del amigo Antonio, se darán de bruces con la realidad,verán que son un mínimo punto en el universo y que su yeísmo era una caparaza para tapar su inmenso complejo de inferioridad.

    Un genialrelato, amigo José Antonio.

    Un abrazo.
    Pablo

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  5. Yo creo que aciertas, tanto en el uso repetitivo de sus monosílabos como en su eterna sordera y en su posible complejo de inferioridad, pero en mi relato hay un huevo de pascua, un yo a todas luces innecesario por el final del relato, para recordarme que todos tenemos una parte yoísta, en su justa medida aceptable, pero abrumador cuando es continuo.

    Respecto al amigo Antonio, es como los simpsons, tiene un relato para cada situación que te encuentras en la vida, jajaja

    Un abrazo.

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  6. El yoísta consigue cerrar su círculo de poder haciendo que de alguna manera regresemos a él y a su influencia tóxica. Con tu micro circular recreas magistralmente este tipo de personalidades. Saludos,José Antonio.

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  7. Pues si Manuel, alejarte de él es mucho más eficaz que la indiferencia.

    Gracias por tus palabras.

    Un saludo.

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  8. La indiferencia debe ser el arma más letal contra alguien aquejado del mal de tu protagonista, ya que es la misma que, en el fondo, en ese mundo del que se cree el centro, él también utiliza. Si los del ego subido no tuviesen interlocutores que les prestasen escucha acabarían consumidos, o quizá aprenderían una lección de respeto, pero siempre hay incautos, personas que por educación, o desconocimiento de ante quien se encuentran, les alimentan.
    Saludos, José Antonio

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  9. Muy interesante lo que dices Ángel, si nadie les escuchará ni prestara atención se acabaría pronto con el problema, pero como también dices la buena educación hace que la rueda no pare de girar.

    Gracias por tu comentario.

    Un saludo.

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  10. Interesante relato Jose Antonio. Creo que todos tenemos un "yoista" cerca, siendo nosotros mismos a veces, el protagonista de tu relato. A veces, por mas que queramos taparnos los oídos o evadirnos de "yoistas", por muchas corazas, muros o escudos repelentes de alto nivel de eficacia que nos pongamos, estallamos en comportamientos contradictorios al proceder con estas personas, que sin duda pueden llegar a ser tóxicas. Siempre han dicho que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio... es el mejor manual contra los yoistas.
    Un fuerte abrazo!

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