En el acto

Aparecemos en escena como grandes ilusionistas, magos sin ninguna alcurnia, pero sí como un par de verdaderos artistas prestidigitadores; y los espectadores, admirados, ya temen lo que viene: taumaturgos que desaparecerán sus pertenencias, pistolas en mano, cual varitas mágicas con las que limpiaremos sus casas u oficinas, bolsas o carteras.
Escrito por Cristopher Josué Escamilla Arrieta - Twitter

2 comentarios :

  1. Maria Galerna15/8/18, 17:37

    ¡Ja, ja, ja! Qué buena comparación para el lector y que mal para el "público" del falso prestidigitador.

    Un saludo, Cristopher.

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  2. Pues sí que parecen magos, con sus poderes en forma de armas y amenazas hacen desaparecer las cosas y nosotros nos quedamos sin la pasta y, además, con cara de pasmados. Buena historia. Suerte, Cristopher. Saludos.

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