Traición
Inmóviles en la oscuridad, ya no oían voces ni ruidos fuera. Menelao dio la orden y salieron del interior del caballo. Al dirigirse a las murallas, oyó un ruido a su espalda y se volvió. Antes de ser degollado, vio a Homero en manos de los troyanos, escribiendo su final.
La estrategia de más fina y eficaz se puede truncar si el enemigo es capaz de concebir otra mejor aún. Lo del caballo fue una idea fantástica, pero jugar sobre seguro es obligar al autor a escribir un final diferente, que cambiará el desenlace de una guerra prolongada y un asedio de diez años y, de paso, una de las obras cumbres de la historia de la literatura. Con razón, bajo el punto de vista de Menelao y los suyos, se trata de una "traición", pues de deslealtad a sus personajes y a sí mismo se puede calificarla actitud de un escritor que, por miedo y presiones, no es capaz de ser fiel a su idea original.
ResponderEliminarUn clásico de gran extensión, reescrito con solo cincuenta palabras y mucho ingenio.
Un abrazo, Josep Maria
Muchas gracias por la visita y tus certeros comentarios, Ángel. La traición puede abortar la mejor estrategia basada en la sorpresa. Si, además, el traidor es quien la ha urdido... la indefensión es absoluta. Como tu indicas, he querido aprovechar la intertextualidad para plantear también el tema de la “traición” del autor.
EliminarUn abrazo.
Que aparezca el autor "rematando" la escena y que el personaje se encuentre con él es una idea que me encanta. Si, además, traiciona a uno de sus héroes y esa obra es La Ilíada, ya tiene suficientes elementos como para disfrutar de su lectura,
ResponderEliminarUn abrazo, Josep Maria.
Muchas gracias por tu visita y tus amables comentarios, Carmen. Mi idea era que el lector al final se sorprendiera tanto como Menelao. :-)
EliminarUn abrazo.
Es un relato fantástico, es casi imposible darle un nombre porque es meta- metaliteratura. Un personaje y un autor conviven bajo la escritura de un nuevo autor y unos lectores que leyeron a ambos. Gracias por esta vuelta de tuerca.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura y tus comentarios, Manuel. Tu reflexión sobre el relato en el contexto de la metaliteratura la guardaré en un lugar especial. Pienso que hacer literatura sobre la propia literatura permite utilizar una fuente de inspiración casi inagotable. Puede ser una buena opción para el microrrelato, con los ajustes que requiera por la brevedad del género.
EliminarUn saludo.
Gracias a ti.
EliminarHola, Josep Maria. Poco puedo decir a lo ya apuntado por los compañeros. El tuyo es de esos relatos que me gustan, que me "obliguen" a refrescar (en caso de conocer o "reconocer" su temática) o a intentar descubrir lo que nos muestra. Yo, en unos cuantos cincuenta, también he usado el recurso (bendito recurso) de la metaliteratura o de la intertextualidad (si es que no son casi lo mismo), en ocasiones, basándome en los títulos de obras previas y, en otras, en sus argumentos o temáticas. Me parece muy ingenioso y bien escrito. Además, me ha traído algunos recuerdos de cuando, en la adolescencia, leí La Odisea y La Ilíada. En aquella ocasión , me habían resultado atrayentes (sobre todo la Odisea) y "fáciles" de leer. Años más tarde, cuando pretendí hacerlo de nuevo, ya no resultó igual: me costaba demasiado y lo dejé. ¡Cómo cambian los "gustos" con el tiempo! Una curiosidad un poco infantil: me hacía gracia que en la traducción que manejé se dijera en varias ocasiones "tapar sus partes verendas". Ya ves... Buen relato. Un abrazo y suerte.
ResponderEliminarGracias por la visita y tus comentarios, Jesús. A mí con la Ilíada me pasó algo parecido a lo que comentas. De adolescente, mi tío me introdujo a la lectura y fue él que me ayudó, con su visión e ingenio, a que me entusiasmara la Ilíada. En cambio, ya de adulto no fue igual, probablemente por no ser yo la misma persona que entonces. En el fondo, creo que ha sido gracias a mi tío que he acabado escribiendo este microrrelato.
EliminarHa sido un placer compartir contigo esta vivencia.
Un abrazo.
ingredientes: Autor, personajes y novela. Elaboración: Agítese con fuerza y sírvase sobre blanco cuidando la presentación semántica.
ResponderEliminarHe degustado tu traición de un tirón, Josep, y me ha encantado su sabor final.
Un abrazo.
Muchas gracias por tu visita, Antonio. Y por el regalo de tu comentario. Realmente pienso que sí, que el microrrelato puede ser visto como un cóctel que tiene que contar con los ingredientes necesarios, mezclados adecuadamente, para que funcione. Me alegro de que “traición” te haya dejado un buen sabor final.
EliminarUn abrazo.
Sencillamente, genial, Josep María. Del vientre del caballo ha surgido un nuevo devenir literario e histórico. Incluso una vez leído y consumado, parece imposible ajustar a este formato esta revisión tan revolucionaria y literaria del clásico. Enhorabuena. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por tu lectura y comentarios, Manuel. Usar la intertextualidad a veces implica algo parecido a un pequeño homenaje. En mi caso es así. A la obra y a la persona que hizo que me entusiasmara.
EliminarUn abrazo.