Y amarillo a la genista
Escondido tras las cañas, el amante en su duermevela no concibe la vida sin ella. Junto al mar, bajo el mismo sol que iluminó sus rostros y su amor, hoy mezcla celos y azul cielo con pasión, huida, navaja y rojo sangre.
Ella ya sólo dará verde a los pinos.
Ella ya sólo dará verde a los pinos.
Un artista hace un homrnaje a otro, tomando como materia prima la letra de una canción perfecta y eterna, para crear una original historia de violencia de género, tan dramática y dolorosa como bien contada.
ResponderEliminarSi es que eres un fenómeno. Al gran Serrat le encantaría leerte y conocerte.
Un abrazaco, o dos, Isidro
Hace mucho que consideré que Mediterráneo es la canción más bella del S.XX de nuestro pais. Hace meses, no recuerdo dónde, leí que Mediterráneo era una de las mejores canciones españolas de los últimos tiempos. Me alegró coincidir en gustos.
EliminarMuchísimas gracias, mi querido amigo Ángel.
Tú si que eres un artista!
Dos abrazacos fuertes.
Joder, Isidro, qué relato tan bonito has escrito. Me gusta tu prosa poética, bolo. Estoy de acuerdo con Ángel, a Serrat le encantaría.
ResponderEliminarUn abrazo, genio.
Pablo
Querido Pablo, muchas gracias por tu amable comentario.Cuando la fuente de inspiración es buena, puede ser que el producto inspirado también tenga algo bueno. No es sitio para decirte un refrán un tanto "obsceno" y que se me ha venido a la cabeza ahora mismo.
EliminarMuchísimas gracias, amigo Pablo, por leer y comentar.
Un fuerte abrazaco hasta Sevilla.
... Y al final vino a buscarle la parca, en este martes otoñal, a acuchillarle sus alas a navaja...
ResponderEliminarEs fantástica la composición de la historia en el escenario de una canción tan reconocible. Qué perfectamente integrada. Una maravilla, es puro disfrute, Isidro.
Felicidades.
Un abrazo.
Lo bueno de los temas conocidos es que su mención o insinuación ya crean el clima suficiente para que las -escasas- palabras vuelen solas y cumplimenten una historia, como en este caso, con música de fondo.
EliminarMil gracias, Antonio, por tu gentil comentario.
Un fuerte abrazo, amigo.
Magnífico crisol donde mezclas hábilmente canción e historia, solo espero que la entierren en la ladera de un monte, mas alto que el horizonte, para que al menos tenga buena vista.
ResponderEliminarLástima que la protagonista de la historia tenga un final tan dramático, no estaría mal que el amante fuese enterrado junto a ella sin mayor dilación, ya que tanto la quería.
Gracias por tus relatos. Un abrazo
En estos casos, la lástima es que no haya sido él, motu proprio, se hubiera quitado de en medio el primero y luego, ya si eso... pero no!
EliminarMuchas gracias, amigo Irreverente (no puedo evitar una sonrisa cada vez que escribo tu nombre), por tu lectura y comentario.
Un fuerte abrazo
Si tu micro llega a ser anterior, Serrat se hubiera inspirado en él.
ResponderEliminarEs genial.
Un saludo Isidro.
Jeje! me haces reir, María. Lo fácil es inspirarse cenun buen verso como ese de Mediterráneo. Desde que lo escuché atentamente por primera vez (hace muuuuchos años) me vino a la mente la parte libertaria, frenética de enfrentamiento con la vida y la muerte de ciertos poetas románticos como Espronceda. Tras muchos años, sigo pensando lo mismo. Y por supuesto, no tiene nada que envidiar a ningún texto literario del los dos últimos siglos.
EliminarMil gracias por leer y comentar.
Besos.
Quizás porque mi niñez sigue dormida en sus playas... me han encantado tu relato, Isidro. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, amigo. Un honor!
EliminarMuchas gracias por leer y comentar.
Manuel, te mando un fuerte abrazaco.
Un relato con argumento de violencia de género mágicamente convertido en prosa poética, en canto.
ResponderEliminarHechizada por el micro y por la canción. ¿Qué le voy a hacer si yo...?
Un fuerte abrazo, amigo cantor.
Te confieso que me gustaba la idea de que quien leyese el relato, se le quedase en la mente, durante un buen rato, la magnífica canción. Es una sutil forma de hacer de DJ (discjokey de antes)
EliminarMuchas gracias, flor, por tu comentario.
Un beso.
Que bien has aprovechado la intertextualidad para mostrarnos el lado oscuro, Isidro. La luminosidad del amor destruida por los celos. Gran final que nos devuelve al título, estimula la relectura y remata la intertextualidad. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn saludo.
Cuando la intertextualidad se hace con un gran texto que además lleva anexo una gran melodía, lo demás es pan comido, es más fácil y con menos mérito para mí, en este caso.
EliminarMuchas gracias, Josep, por leer y por tu técnico comentario que me ha encantado.
Abraçada.
Un relato muy bien hilado partiendo de la conocida canción, con las palabras más acertadas para componer esta historia tan visual, llena de colores, olores y sentimientos.
ResponderEliminarY muy buena frase final.
Mancantao.
Un petó.
Carme.