Huyendo de uno mismo

En vano, trato de saber lo que me espera en la otra orilla. Casi llegando, como si de una maldición se tratara, una terrible corriente me devuelve al puerto de partida y me veo de nuevo tratando de huir de esa sombra que ruge desde la linde del bosque oscuro.
Escrito por Rafael Domingo Sánchez

4 comentarios :

  1. Es muy difícil huir de la propia oscuridad, nuestras sombras, a veces, nos impiden avanzar hacia nuevos horizontes.
    Aquí nos dejas un micro profundo para la reflexión, Rafael. Un fuerte abrazo.

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    1. La oscuridad hace referencia a nuestra propia incapacidad para ver lo que nos conviene, en algunas ocasiones.
      ¡Un abrazo!

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  2. Nada más empezar ya nos hablas de lo infructuoso del intento, porque la idea, entiendo, es la de mostrar el despropósito que supone semejante huída. Alguien dijo alguna vez algo así como que (perdona por tanta falta de rigor) somos el resultado de nuestra frustración por el pasado y nuestra preocupación por el futuro, y aceptándolo como válido, la solución podría estar cambiar ese modo a veces demasiado crítico que tenemos de mirarnos.
    Profundos y valiosos siempre tus relatos, Rafa.
    Enhorabuena y un abrazo.

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    1. A pesar de que sea infructuoso el intento, ¡no nos queda otra, amigo!

      ¡Un abrazo!

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