Chulería de otro siglo
¿Pero acaso sabe quién soy yo?
A veces provoco una risotada, otras veo el acongojo en las almas del interlocutor. Desde hace tiempo, esta frase se ha convertido casi en un mantra para mi boca. Muchos lo llaman prepotencia, aunque en el informe médico lo llamaron amnesia.
¿Alguien me conoce?
A veces provoco una risotada, otras veo el acongojo en las almas del interlocutor. Desde hace tiempo, esta frase se ha convertido casi en un mantra para mi boca. Muchos lo llaman prepotencia, aunque en el informe médico lo llamaron amnesia.
¿Alguien me conoce?
No, no tengo el placer (o el disgusto xD), pero bienvenido al grupo.
ResponderEliminarDesde ahora ya no serás "desconocido".
Un saludo, Goyo.
Nos creemos sabios infalibles. A partir de unas pocas señales, etiquetamos a las personas y juzgamos a la ligera. Quizá la culpa no sea nuestra, sino la consecuencia de estos tiempos acelerados, en los que la pausa, la reflexión y la mirada atenta no parecen tener cabida. La frase pasada de moda y políticamente incorrecta de tu protagonista refleja un problema físico que requiere mucha comprensión ajena. Apuesto a que no es el impresentable que parece, sino una buena persona que implora ayuda y hasta cariño
ResponderEliminarJugar con el doble sentido de las palabras a partir de una frase que parece manida, para darle la vuelta al final, con un buen desarrollo, son los ingredientes de estas cincuenta palabras, que merecen ser leídas.
Un saludo y bienvenido
A mí no me importaría conocerte, jajaja... Buen estreno.
ResponderEliminarGracias a todos por perder el tiempo leyéndome y comentando la jugada. Besos pringosos a todos.
ResponderEliminarHas jugado con el significado de una frase que,en efecto, nos recuerda otros tiempos, el de la prepotencia y el abuso de autoridad. Pero tu protagonista es un ser desorientado, perdido en la desmemoria.
ResponderEliminarUn buen estreno, Goyo. Un abrazo de bienvenida.