A flor de piel
Reunió a todos en el desván y les regaló la mirada más tierna, profunda y llena de amor que jamás hubieran soñado.
Después salieron al jardín, bailaron y rieron mirando al cielo, girando al compás de la música mientras las cálidas gotas de lluvia de verano dibujaban sus eternas sonrisas.
Después salieron al jardín, bailaron y rieron mirando al cielo, girando al compás de la música mientras las cálidas gotas de lluvia de verano dibujaban sus eternas sonrisas.
¿Quién los reúne en el desván? ¿El recuerdo de un familiar desaparecido?
ResponderEliminarSea como fuere, su amor permanece en ellos y los invita a gozar de la vida.
Precioso micro, Pilar. Un beso.
Apreciada Carmen, muchas gracias por leerme. Creo que el amor es algo que hace que el mundo continúe.
EliminarUn beso
Hola, Pilar; como a Carmen, a mi también me parece precioso, y muy bien escrito, tu relato, enriquecido con ese atractivo "misterio" que anda pululando por ahí: ¿quienes son los reunidos? ¿los recuerdos, los años, los anhelos, muñecos...? Besos y suerte. Como creo que el comentarios va a salir anónimo, soy Jesús Garabato.
ResponderEliminarHola Jesús. Bueno, el misterio está en el aire y en esas gotas de lluvia, la imaginación de cada uno es quien dirige el relato.
EliminarGracias por leerme y un beso
Hay momentos que dan sentido a una existencia, aquellos que dejan los sentimientos a flor de piel, los que consiguen sensibilizarnos, que hable el corazón. No sabemos a ciencia cierta quién o qué les reunió en aquel desván, me inclino a pensar que pudieran ser fotografías antiguas, tal vez un escrito maravilloso de alguien desaparecido, queda a la imaginación de cada uno, lo que no resta un ápice de belleza a este hermoso relato.
ResponderEliminarUn abrazo, Pilar
Apreciado Ángel, creo que lo curioso del relato es que cada uno pueda imaginar o soñar igual que los personajes del relato. Cada lector puede decidir quienes son y por qué lo hacen y quizá continuar la historia.
EliminarUn abrazo y muchas gracias
Pilar, es muy bella la forma en que narras este florecer de los sentimientos. A mí, el desván y las sonrisas eternas me llevan a enlazar con espíritus que moran en la casa, pero sea como fuere, se impone la fresca nota de un goce compartido que expresa el amor que los une a través de los sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo, Pilar, ha sido un placer disfrutar de tus cincuenta.
Apreciado Manuel, muchas gracias por tus cordiales palabras. Creo que en este mundo tan materialista todos seríamos muy felices solamente con abrazos, miradas, palabras de amor...y la alegría que produce bailar, saltar, disfrutar de la lluvia y del azul del cielo.
ResponderEliminarMuchas gracias por todo, a mi también me han encantado tus relatos y aunque por aquí ya no publiquemos si hay una nueva quedada, prometo ir.