5405
Le narraba un cuento —siquiera uno muy breve— cada día, desde que nació; aunque hubieran discutido, por teléfono si se distanciaban o incluso vía post-it.
A sus casi 15 años, Laia no sabía cómo hablarlo con su padre cuando él se acercó:
—Hoy no tengo cuento... ¿Me cuentas uno tú?
A sus casi 15 años, Laia no sabía cómo hablarlo con su padre cuando él se acercó:
—Hoy no tengo cuento... ¿Me cuentas uno tú?
¡Y hasta aqui hemos llegado! Muchas, muchisimas gracias a todos. Os he leído todos los comentarios a la carta, en los relatos de despedida, en redes sociales... Sois geniales, de verdad. Nos vemos por ahi ;-)
ResponderEliminar¿Qué decir? ¿Qué escribir, que no suene a hueco?
ResponderEliminarHueco. El que nos deja 50 Palabras.
Hasta siempre, Alex.
Abrazos, muchos.
GRACIAS.
De parte de Alvaro Abad.
EliminarY llegamos al relato número 5405 y no con broche de oro, sino de oro y brillantes.
ResponderEliminarÁlex, el día que creaste esta comunidad empezaste a cambiar la vida de mucha gente. Ya nada será lo mismo para nosotros. Desde que nos convertimos en cincuentistas somos una familia y, aunque no se publiquen más micros, la familia seguirá unida, porque los vínculos que se han creado, gracias a ti, nunca se romperán.
A partir de ahora, Laia será la que cuente nuevas historias, el padre le ha enseñado el camino a seguir muy bien, como tú a nosotros.
Esos post-it me han recordado la portada de nuestra primera antología, a la que luego le siguieron más antologías presentadas en quedadas inolvidables. En ellas esta comunidad se desvirtualizó, nos pusimos caras y voces, nos abrazamos, y la familia que tú creaste se hizo eterna.
Gracias por esta aventura fantástica, por dejar abierta la página, por tu generosidad, tu humanidad, tus desvelos, tu paciencia... Capitán, es hora de que te dediques a ti y que la vida te devuelva todo lo que nos has dado a nosotros. Con que te dé una pizca de lo que tú nos regalaste, serás la persona más feliz del universo. Cómete el mundo.
Y no me despido de ti, porque siempre estarás en mi vida, y en la de tantos otros.
Hasta la próxima travesía, amigo mío.
Pablo
Se me pasaba decirte que lo de "Relato al azar" ha sido una gran idea. Una forma de que cada día podamos dar a ese mágico botón y releer cualquiera de los relatos que se han publicado.
EliminarGracias por dejar la página tan viva.
Otro abrazo.
Vaya, vaya!
ResponderEliminar5405 relatos no está nada mal (Aprobado alto)
El recorrido, muy bien (Notable alto)
La gesta de Álex Garaizar, dichosamente ruborizado por sus propios méritos, sobresaliente (Matrícula de Honor)--> "CUM LAUDE"
Suspensos propiamente no los hay. Si descontamos esa cosilla, que hoy se siente más que ayer, de quedarse los cincuentistas como suspendidos. O sea, SUSPENSOS.
Ahora sí que sí. Todo se termina, pero no. Has creado una leyenda y nos has hecho partícipes de ella.
ResponderEliminarCuando la vida te devuelva al menos la mitad de lo que has dado ya serás millonario.
Respeto, admiración y agradecimiento, Álex.
Con mis mejores deseos.
Hasta siempre
¡Oh capitán! ¡Mi capitán! [...] Es por ti que suenan los clarines...
ResponderEliminarY estoy leyendo esta última entrada, que no últimos comentarios, mientras escucho el vídeo que nos has propuesto para este último relato en Twitter. Y sí, los cincuentistas siempre miramos el lado bueno de la vida, le echamos imaginación, ternura, magia... y tantos más ingredientes!
Mezcla de emociones, ahora más todavía. Gracias Álex y gracias a todos por este tiempo de aprender, de compartir, de conocernos.
Seguiremos en contacto, no puede ser de otra forma.
Mil besos.
Carme.
Por cierto, la siguiente canción que me proponía youtube ha sido "Don´t worry, be happy"... ¿que acertada, verdad? ;-)
EliminarNo quiero usar la palabra "fin". Voy a ser resiliente a tope. Me agarro al "nunca digas nunca jamás". Pero, por mucho que trate de oponer deseo a realidad, la pendiente me conduce al punto de no retorno.
ResponderEliminarYa no habrá más. Ni relatos, ni comentarios a los relatos, ni quedadas...Bueno, eso no tiene que ser del todo así. Yo creo que, si hay voluntad de mantener los "hilos de Ariadna" imprescindibles, habrá momentos de cercanía parciales, de aquellas personas que quieran mantener esos lazos que se han trenzado a base de Cincuenta Palabras.
Hasta entonces. muchísimos abrazos de cariño cincuentista.
Y MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO, ÁLEX....(perdonar el grito)
Así pues, 5405 será un número para recordar, el número exacto de tantas historias que hemos vivido a través de vuestros relatos. Muchas gracias a tod@s por tanto. Abrazos por doquier. Hasta siempre 50 palabras!
ResponderEliminarEl 5406 te espera. Y lo escribirás donde quieras, cuando quieras y para quien quieras... libre de ataduras. Has abierto nuestro angular, has vivido, soñado y crecido con nosotros. Te despides... Lo respeto. Sí, lo respeto. Y desde este respeto te pido que no te olvides de vivir, que te dejes llevar por nuevos e ilusionantes proyectos... sobre todo los personales.
ResponderEliminarSiempre recordaré tu generosidad.
Un abrazo... da igual que sea fuerte o ligero... en él va todo lo que te deseo de bueno.
Falta una horita, 50+10 minutejos.
ResponderEliminarAclaración inicial: Yo soy el otro Carmelo Carrascal, no confundirme con el pelmazo homónimo.
CINCUENTA PALABRAS
Conjunción de un número y una palabra (en plural), ya tenemos el nombre de una página literaria que suena mucho.
Cuando las letras que componen palabras bailan al ritmo de los señores números.
Cuando los números, tan fríos por naturaleza, se dejan fecundar por ellas (sí, al revés). Entonces se dispara la carga simbólica de los números, en concreto de 50, se embeben de vida, vida humana, y revientan de significado. ¿Cabe mayor prodigio?
Es la humanización de los números, algo que ni siquiera Pitágoras se atrevió a planteárselo ni en bromas.
Naturalmente, me refiero a unos números, no a todos, pongámoslos en fila:1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12,13,14,15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,25, 26,27,28,29,30,31,32,33,34,35,36,37,38,39,40,41,42,43,44,45,46,47,48,49,50.
El 51 pide ser incluido, y quién no, pero no y no.
Y bueno, no es irrelevante añadir que hasta "cincuenta" es una palabra!
Fdo: El otro C. C.
De entrada, no sé si jugar ese número a la lotería, pues debería estar bendecido por la suerte, dado la carga emocional y humana que hay tras él.
ResponderEliminarComo una nueva Sherezade, el personaje de tu último microcuento en esta nuestra amada página tiene una sana costumbre: la de narrar a su hija Laia un microcuento cada día desde que vio por vez primera la luz del mundo.
Me lo imagino en el hospital, ese primer día, narrándole el cuento al bebé, el cual, sin duda, recibiría desde ese primer instante sus beneficios, como dicen que beneficia a los fetos el que la madre les ponga música, sobre todo la clásica, y parece que Mozart es uno de los más beneficiosos, a mí me deja como una malva.
En fin, no sé lo que escucharía yo cuando era un feto, quizá a alguna vecina cantando alguna copla, pues creo que por entonces mis padres no tenían ni radio, aunque sí que recuerdo, cuando era niño, que un día llegó mi padre a casa con un gramófono.
Así que ese padre es excepcional, pues él solo contó algún cuento más que entre todos los cincuentistas durante todos estos años, y ahora parece que va a ser su hija la que va a tomar el relevo, la que va a iniciarse en ese noble arte de contar historias, porque el estro del padre, como la lira de Bécquer, parece que se ha quedado sin asuntos, pero aunque no haya poetas habrá poesía, y aunque no haya cuentistas habrá cuentos.
Como despedida de la página, que no del resto de lazos que se han ido tejiendo entre todos nosotros, poco puedo añadir a lo ya dicho por los compañeros, pocos elogios más con los que contribuir a los que ellos te han dedicado con todo el merecimiento, has superado con creces el título de la película de Berlanga: Los jueves, milagro. Tú los milagros los has hecho durante todos los días de la semana y durante años, así que te has ganado el cielo, que lo sepas.
Un abrazo fuerte, Álex, y espero que sigamos teniendo muchas quedadas, pues, sin duda, todas nos aportarán un auténtico chute de energía positiva y de enriquecimiento personal.
5405 y echamos el cierre, pero has tenido la gentileza de dejarnos la puerta abierta, como nos relata Pablo en el micro anterior.
ResponderEliminarSeguiremos escribiendo cincuentas, aunque ya no los veamos aquí, por nostalgia y por pura adicción. Si no se te hubiese ocurrido tan feliz idea, si no hubiese sido por todo tu esfuerzo y generosidad, la historia del microrrelato no sería la misma, ni habría una comunidad convertida en familia. Nosotros, los de entonces, no seríamos hoy otros. Has transformado nuestras vidas, siempre seremos cincuentistas, siempre nos unirán unos lazos creados al calor de esta página y siempre habrá motivo de nuevos encuentros.
No quiero despedirme, quiero que nos volvamos a ver, quiero ver cómo alcanzas nuevas metas en la vida y que en todas ellas, personales, profesionales y literarias, los vientos te sean favorables, capitán.
Un abrazo muy fuerte con todo mi agradecimiento y mi admiración. ¡Hasta siempre, querido Álex!
Mil gracias Álex, mil gracias, familia, por esos breves instantes concentrados en 50 Palabras que perdurarán en nuestro corazón, en nuestro recuerdo, y que han creado vínculos de amistad y respeto. Abrazos enormes para todos.
ResponderEliminarMi querido Alex, mis queridos cincuentistas todos, familia. Leeros, conoceros y disfrutaros ha sido el mayor regalo que me ha dado la vida estos últimos años. Me habéis aportado tantas cosas buenas que nunca podré agradeceros lo suficiente que existáis y que el destino me haya hecho un huequito entre vosotros. Vuestra luz ha mitigado las brumas que durante temporadas me han impedido, no solo participar, sino hacer piña cuando era necesario. Ese es el único motivo de tristeza que me llevo. Esta semana la sensación de pérdida para mí es doble, hace solo tres días tuve que decir hasta pronto a un ser muy especial que fue la causa de mis desvelos durante mis tiempos de ausencia, y hoy os digo hasta pronto a todos vosotros. Ha sido muy emotivo leer los últimos relatos de los más grandes y queridos cincuentistas, ojalá hubiese podido estar junto a vosotros en la despedida. Muchos besos y abrazos para toda esta gran familia que es, y siempre será, Cincuenta palabras.
ResponderEliminarMatri, siento mucho esa pérdida. Aquí tendrás siempre a tu familia cincuentista para apoyarte y viajar juntos entre las miles de historias que viven en esta casa.
EliminarTe quiero. Eres una persona muy especial.
Un beso muy fuerte, mi queridísima prima.
Pablo
Querida Matri, me atrevo a decir que un pedacito de Cincuenta es tuyo, y lo sabes.
EliminarTe mando un abrazo muy fuerte, amiga.
¡Hasta siempre, Matrioska!
Te he leído por casualidad, Matrioska, y no puedo dejar de mandarte todo mi cariño en forma de abrazo virtual, porque te entiendo perfectamente y porque lamento tu dolor.
EliminarMucho ánimo, Matri. Te queremos un montón, ya lo sabes.
EliminarMuchos besos y abrazos
Querida Matri, lamento mucho esa pérdida. Aquí tienes a tu familia cincuentista, siempre dispuesta a compartir penas y alegrías. Un beso enorme.
EliminarQuerida Matri, te mando todo mi cariño y toda mi fuerza en estos momentos tan duros.
EliminarNo temas, tu has estado presente en todo momento, porque, además de ser un encanto, eres una de las magníficas escritoras que hemos tenido la suerte de disfrutar en esta página.
Un largo y profundo abrazo, querida Matrioska. Hasta muy pronto.
Matrioska, aunque esto ya está cerrado, no puedo dejar de enviarte un abrazo, respetuoso con tu dolor, muy cariñoso, De verdad.
Eliminar¡Vaya! Mucho ánimo y un fuerte abrazo desde Pamplona, Matrioska. Seguro que habrá oportunidades para poder seguir unidos por las letras.
EliminarMucho ánimo, fue un gran placer haberte conocido en el dinosaurio.
EliminarUn abrazo.
Un fuerte abrazo, Matrioska, en estos días especialmente tristes que pasas ahora. Ya sabes que somos una segunda familia que nos damos cariño, y soporte cuando hace falta.
EliminarY sobre los relatos, hemos de seguir leyendo, de una forma u otra, esas historias (algunas tétricas) con final inesperado que nos regalabas por aquí.
Un beso.
Carme.
Un abrazo y mucho, mucho ánimo. Seguimos en contacto ;-)
EliminarÁnimo, Matrioska, te envío un fuerte abrazo. Tus historias durante este tiempo me han aportado, al mismo tiempo,plenitud y zozobra. Gracias por darnos tanto con tus palabras. Un beso y ¡hasta la próxima!
EliminarSiento mucho lo de esa importante pérdida, querida Matri. Será un placer seguir leyéndote de aquí en adelante, como lo ha sido hasta ahora, y poder verte siempre que haya ocasión. Un fuerte abrazo, amiga, y hasta pronto.
EliminarHace pocos meses, un amigo a quien le había regalado la antología de "Cincuenta palabras" me comentó, tras leer el prólogo del primer libro, que quedaban pocas personas como tú, Álex. Opino exactamente lo mismo. Muchísima suerte. Estoy convencida de que la vida siempre te sonreirá.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta pronto.
Interpreto que nos dejas en tu relato – un tierno y bello texto, quizá con más de un guiño- las claves para seguir adelante sin Cincuenta Palabras, o al menos un sutil mensaje con el que hacernos entender que tu ejemplo puede ser una semilla que cualquiera de nosotros puede hacer brotar en otro sitio. Dando por buena mi lectura, solo puedo decir que tienes más razón que un santo. Como tal desde luego te tengo -aparte de sabio- por sobrados motivos, entre los que destacaría tu más que demostrado a estas alturas altruismo y tu enorme entrega. Así que vuelvo a darte las gracias por todo lo mucho que nos has dado y a recordarte mi admiración y cariño, este último consistente en una mezcla de afecto paterno-filial, pero también a la inversa.
ResponderEliminarNo sé si la idea que tenías hecha sobre las mini-sagas ha tenido su réplica en la página. Sí estoy seguro, en cambio, de que hemos disfrutado como niños participando en ella y de que el fruto que ha dado ha sido grande y variado.
Me acojo a la realidad de que vamos a seguir todos en contacto para no abundar en la despedida. Así que hasta pronto, querido Álex.
Un fuerte abrazo.
Enrique
Álex, ¿cuál es la sensación que, de pronto, te embarga esta mañana del primer domingo de "autoliberación"? Supongo que agridulce, pero todos deseamos - y así te lo hemos expuesto estos días - que sea muy, muy DULCE. Carajo, es que te lo mereces!.
ResponderEliminarSe me ocurre (perdón si es una impertinencia para alguien) que se abra una cuenta a tu nombre donde podamos poner, lo que sea cada uno, para que te puedas conceder un crucero donde visites unos cincuenta rinconcitos bellísimos y disfrutes recordándonos. Desde luego, muy ufano de ser el que eres, carajo (me repito como el ajo!).
Como sugerencia adicional, creo que con la tecnología que tan bien manejas, podrás medir el alcance de la repercusión que va atener este legado (la Cincuenpedia, como lo ha bautizado certeramente Patricia) que dejas aquí, que sospecho que muchísimo. Y de paso - ja,ja - cuantificar nuestra nostalgia, qué lujazo, ¿no?. Que, sin duda, tb. va a ser considerable.
Aunque reiterativo en mis afectos hacia ti y mis compañeros de aventura literaria, ¡abrazos para todos!.
Antes de que caiga el telón y hagamos mutis por el foro, quisiera agradecer a nuestro valiente capitán su impagable dedicación. Sin él, no hubiera sido posible tan venturosa travesía. Gracias Álex. Quisiera también hacer patente mi orgullo por pertenecer a esta familia de cincuentistas. Abrazos para todos.
ResponderEliminarÁlex, me ha encantado tu micro. Yo interpreto como Enrique. Por medio del padre de Laia, tú también nos dices: Hoy no tengo cuento... ¿Me cuentas uno tú?" Tu cuento ha sido Cincuenta palabras, pero ya ha finalizado. Ahora debemos seguir contando historias, pero sin ti.
ResponderEliminarQué bien escogido también el nombre de la niña, Laia, que según he leído significa elocuente, la que habla bien. La mejor facultad, junto con la imaginación, para contar cuentos.
Bueno, Álex, aunque ya te lo he dicho muchas veces, un millón de gracias por esta oportunidad que nos has brindado a los amigos de las palabras. Te deseo que puedas cumplir todos tus sueños.
Un abrazo grande.
Gracias por este último relato, y por haber montado todo esto de la nada. Ha sido una gozada disfrutar de vuestros relatos y comentarios. Poco más que añadir que no se haya dicho ya. Mucha suerte para todos.
ResponderEliminarMuchas gracias a todos por vuestros comentarios. En cuanto al relato, es cierto que me veo como el padre pero también como la hija, porque hasta ahora he ido recibiendo todos vuestros cuentos y siento que ha llegado el momento de que cuente yo los míos. ¡Abrazos y mis mejores deseos para todos!
ResponderEliminarÁlex, debo confesar que es tu mejor relato. Lo tuyo es dejarlo todo en la cumbre, jajaja. Igual, y dado el crecimiento en cuanto a calidad que has experimentado, deberías abortar la desconexión...
ResponderEliminarUn abrazo. Nos vemos pronto, prometo no hacerte repetir en el extrarradio.
Pd. Espero que el comentario genere una chispa de remordimiento, jeje.
Rivas es "aldea gala"...nada de extrarradio...jeje
EliminarGracias Alex, a tí y a toda la familia cincuentista. Me dejáis un gran recuerdo. Me uní a vosotros hace un año y dejáis un gran hueco. Un abrazo. Y que Laia no se canse nunca.
ResponderEliminarJuan Ramón Jiménez planteaba que el escritor de cuentos debía condensar el sol en una chispa para que el lector fuera capaz de expandirla y transformarla de nuevo en sol. Lo he recordado al leer tu microrrelato, el último de la página. Con que sutileza nos muestra la capacidad de transformación que puede tener la literatura y el valor de saberla utilizar y transmitir. Enhorabuena.
ResponderEliminarEl año pasado tuve la suerte de llegar hasta 50 palabras gracias a Pablo Núñez. Se lo agradezco una enormidad, ya que he podido conocer tu proyecto y participar con mis relatos y comentarios durante unos meses. Para mí ha sido fantástico, aunque solo haya sido un breve periodo de tiempo. Esto no hubiera sido posible sin tu generosidad, motivación y creatividad… que he ido conociendo a través de los comentarios de muchos cincuentistas.
Gracias, Álex. Y mis mejores deseos para el futuro.
Un fuerte abrazo.
Qué pasada de blog!!!! ;-)
ResponderEliminarUn saludo enormeeeeeeee!!!! ;-)