Bestia vs. bestia
El sonido del agua deslizándose por las paredes, llena de ecos la caverna donde tenía su refugio. Intenta mover el cuerpo, pero no lo consigue. A dos metros, el oso resuella herido. Había sido una pelea desigual. Sus garras poco pudieron hacer ante el poder del disparo de su carabina.
Dos bestias frente a frente, pero tal vez lo sea más aquella que usa la carabina.
ResponderEliminarJosé, has utilizado un lenguaje que nos haces oír esa agua y contemplar lo que ha ocurrido en el interior de la caverna.
Buen relato.
Un abrazo.
Muchas gracias, Javier.
EliminarLa lucha ser humano-ser animal, muy bien narrada en este cincuenta, dispar como siempre, o en favor de uno o en favor de otro. En esta ocasión, el ser humano contaba con la ayuda inestimable de un rifle y contra un arma de fuego poco se puede hacer. Te centras, José, en los estertores de la muerte que ya ronda al ser animal, del que nos dices que es un oso y de quien nos describes, muy literariamente, su guarida.
ResponderEliminarBuena historia que me ha recordado, salvando las distancias en el argumento, aquella película de los ochenta, 'El oso' ('L'ours' - 'The Bear', Jean-Jacques Annaud, 1988).
Enhorabuena por tu relato.
Un saludo.
Me ocupaba el espacio para poder transmitir lo que tenia en la mente. Leyendo tu comentario, me parece que lo logre. Agradezco mucho tus palabras.
EliminarDesconozco la pelicula, pero la buscare en Netflix
Saludos
La ambientación sensorial del micro ayuda a componer en nuestra imaginación esa escena con todo lujo de detalles. Los despojos de la lucha son indicios de su bestialidad. Siempre que hay una vida en juego, la lucha es encarnizada, aun en esta, donde fuera como fuere, sería siempre desigual.
ResponderEliminarEl tema me lleva a la invasión que hacemos los humanos sobre el medio ambiente que nos rodea. No fue el oso el que vino a casa del cazador. Injusta y desigual pelea y, sin embargo, un micro con sustancia. Saludos, José.
Muchas gracias por tus palabras, Manuel.
EliminarSaludos.
El título nos anuncia una historia sobre dos seres que comparten denominación, pero entre los que existe una gran diferencia. Uno es noble, el otro es capaz de matar por capricho, con el agravante de que a esa práctica injustificada le llama deporte. El verdadero monstruo, el innoble, tiene, además, una ventaja que desequilibra la lucha, que ni siquiera llega a producirse, pues deja sin opciones a su oponente, a cuyo estertor asistimos.
ResponderEliminarUn relato que plantea cuestiones relacionadas con la ética, el respeto a la vida y la muerte gratuita, junto con los estertores de un animal poderoso y derrotado.
He leído el comentario de José Antonio y, si me lo permites, igual que él, también te recomiendo esa película.
Un saludo, José
Agradezco tus comentarios, Angel. Creo que logro su cometido.
EliminarSaludos.
¡Pobre oso! Tranquilo en su cueva y tiroteado por un intruso. Saludos, José
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