Y por eso tú estás muerto
Y nos besamos una última vez, y dijimos "ya hablaremos" y te fuiste. Y al tiempo nos encontramos, y estuvimos hablando, pero no me dijiste lo que yo estaba soñando, y por eso yo ahora lloro y tú estás muerto. Y todo por no decirme "yo aún también te quiero".
A veces las palabras que no se dicen acaban transformándose en frustración, en dolor, como una asignatura eternamente pendiente. Me ha encantado, refleja una gran sensibilidad. Suerte, Manu. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Mª Jesús, me gusta que te haya gustado :)
ResponderEliminarMe ha gustado bastante, Manu. Me parece envuelto en el aire romántico de Bécquer.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias Enrique, aunque creo que comparar con quien has comparado es mucho comparar.... ;)
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