De alguna vida
Era un paseo normal. Miraba distraída escaparates, cuando sentí su mirada. Ojos negros que me dejaron hipnotizada y me hicieron sentir electricidad en la piel. No sé cuánto tiempo pasó, nos miramos tan intensamente... Podría jurar que me besó y que lo reconocí de algún sueño o de alguna vida.
Escrito por Marisol
Que bonita historia de amor. Me gusta esa forma de contarla, no sabemos si es un sueño, o realidad. Lo mejor reconocer a alguien por un beso.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Saludos.
Ese reconocimiento que electriza y que deja duda de haber sido previamente un sueño o un mundo alterno, merece aplausos.
ResponderEliminarO de otra dimensión y traspasó la puerta para ver a tu protagonista. Me gusta ese toque romántico-fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pablo.
La clave está en «podría jurar» lo que refleja el asombro del personaje ante un suceso que escapa a la lógica cotidiana. ¿De dónde conoce a este hombre? La respuesta habrá que buscarla más allá de las cincuenta palabras.
ResponderEliminarSaludos, anónim@.
Hay historias de amor tan bonitas que ya no sabes si es realidad o estás soñando.
ResponderEliminarMe ha gustado como lo cuentas.
Besos
Muy bueno, ese encuentro (quizá reencuentro) de dos personas que se han conocido en la dimensión de los sueños me ha recordado el fantástico relato "Ojos de perro azul" de García Márquez.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo veo una historia de amor, de las bonitas, bonitas, vamos, de esas historias en las que una mujer se enamora a primera vista, pero si se me va mucho, mucho, pero que mucho, muchísimo la pinza, veo un flechazo entre esa mujer que está mirando escaparates y una prenda de piel (por aquello de alguna vida...). Ya nos explicarás anónim@ y me dirás si se me ha ido mucho la imaginación. Sea como sea, me gusta la historia.
ResponderEliminarBesos.
Malu.
A veces los sueños se cumplen, otras veces parece que vives en un sueño eterno y la mayoría de las veces tienes tanto sueño que no te acuerdas de soñar. Hoy estoy prosaica, lo siento.
ResponderEliminarUn saludo
¡Me encanta! ¿lo reconoce de un sueño, de una vida anterior...? No descarto que sea de un universo paralelo cómo comenta Pablo.
ResponderEliminarYo también he sentido el flechazo al leerlo.
Un saludo
También me recuerda a Dracula, cuando el conde Dracul se encuentra por primera vez, con la reencarnación de su esposa.
ResponderEliminarQué especiales son esos encuentros cuando con solo mirar a los ojos de otra persona, sin haberla visto antes, sabes que la conoces de siempre. Si encima existe amor entre ambas, gloria bendita. Un saludo.
ResponderEliminarPara mí que se ha enamorado de un maniquí. En cualquier caso, buen retrato de ese momento mágico en el que nace el amor.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Estoy con Carles en todo su comentario. Me recuerda a "De cartón piedra", de Serrat, aunque aquí el género de los protagonistas está invertido y, si la acción transcurre en la actualidad, probablemente el material sea la fibra de vidrio. Enhorabuena y saludos.
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