Tom y Jerry

"Abrázame, Nino, que no puede tardar". "Si estuviera aquí mamá...". "Sería peor, ya lo sabes". "Psssch, ¡calla!".

Una llave buscó la cerradura con torpeza, abrió la puerta y el olor a taberna penetró en la estancia. Mientras, indiferente, la televisión siguió con sus dibujos animados y su particular violencia edulcorada.
Escrito por Luis San José - Web

19 comentarios :

  1. Luis narras el terror que tiene unos niños a la llegada de su padre, un padre borracho y que los maltrata. Incluso esos niños prefieren sufrir ellos los golpes a que esté su madre, ya que entonces parece ser que sería ella la que se llevaría la peor parte.
    Luis, un relato duro, pero lo cuantas de tal manera que percibo hasta ese olor a taberna, y el sonido de esa televisión de fondo.
    Buen relato Luis, me ha gustado.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Luis. Me gusta el título que le has puesto al relato. Me gusta cómo sugieres el maltrato que ha sufrido la madre de estos niños y que se adivina en su conversación. Me gusta el miedo que denotan unos niños solos, pero, supongo que el mayor, teme más a tener una compañía que no es saludable. Me gusta cómo insinúas con ese olor a taberna, de dónde viene ese padre y en qué condiciones. Y me gusta ese final en que en la televisión Tom y Jerry se dan mamporros ficticios con violencia edulcorada.
    Me gustan, sé que me repito, tus relatos, Luis, porque ninguna palabra tiene desperdicio y son el producto de tu trabajo e ingenio, que saben siempre elegir la más adecuada en cada sitio.
    ¡Enhorabuena!
    Un abrazo.
    Pablo.

    ResponderEliminar
  3. La violencia que los niños ven en los dibujos televisivos es inocua. La verdadera violencia proviene de un padre alcohólico que maltrata a su familia. Lo peor es que temen más por la madre que por ellos mismos.
    Lo has contado magníficamente. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Cómo has sabido dirigirnos y sumergirnos en un escenario de alcoholismo y violencia con la escueta conversación entre unos niños asustados y la descripción certera de conceptos como la torpeza y el olor a taberna. El título y la última frase me parecen geniales en una narración de terror encerrada en un mundo infantil. Un gran micro, Luis, mi enhorabuena. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Uf, Luis. No se vale ser el maestro del microrrelato y pegarnos estos tortazos. Me he acordado del cárabo y seguro que ya no duermo esta noche.
    Un saludo (no me atrevo a más).

    ResponderEliminar
  6. Una pareja de simpáticos ratoncitos que han de tratar de sobrevivir a las malas artes y abusos de un gato, un personaje que en pantalla tiene su gracia, incluso a veces, él es la víctima, pero cuyo correlato humano que tan bien dibujas resulta un verdadero monstruo, como todo el que se ensaña sin motivo con un niño, circunstancia confirmada con ese olor a taberna. Un punto de vista muy bien cogido. Hasta me han dado ganas de volver a ver esos dibujos que tanto me gustaban para edulcorarme un ratito, que nunca viene mal ante tanta realidad áspera.
    Un abrazo fuerte, Luis

    ResponderEliminar
  7. Gracias por vuestros comentarios.!lo difícil que me resultó con sólo 50 palabras!

    ResponderEliminar
  8. Aterrador. Es la palabra que me vino a la cabeza cuando leí tu relato. Ese diálogo es como un abismo por el que se derrama la infancia y esa llave, ese olor, son absolutamente desoladores.
    Has conseguido contar con muy pocas palabras cómo se destroza una vida. Muy bueno.
    Un abrazo Luis.

    ResponderEliminar
  9. ¡La violencia! Siempre rodeado por la violencia, unas veces más... dulcemente y otras... Hasta en el comer, y que no me digan los veganos... ¿acaso no beben? En mi familia, todos se están convirtiendo en vegetarianos... cada vez veo a más gente... y yo cada vez más omnívoro. Viene a cuento otra de mis pasiones: el ajedrez. Me llaman comepiezas, pero eso será tema de otro relato.
    Un abrazo par todos.

    ResponderEliminar
  10. Luis, es estremecedor y preciso, tu relato. Dices que te ha costado usar sólo 50 pàlabras pero el resultado es magistral; desde luego, ha merecido la pena tu esfuerzo. Recibe toda mi admiración.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. En este relato nos contagias la asfixia y la perplejidad de los aterrados protagonistas, su veloz aprendizaje de cómo el mal y la violencia pueden hacer acto de presencia en sus vidas para trastocarlo todo. Y como intentan centrar su atención en algo como los dibujos animados, para evadirse de esa realidad, que es ese padre alcoholizado y violento.
    El título va perfecto al relato, nos pone en situación.
    Me ha gustado. Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Gracias una vez más a todos.

    ResponderEliminar
  13. El título consigue que al leer el relato sea una bofetada.El tema es tremendo y el miedo de esos niños se palpa. Muy, pero muy bueno.

    ResponderEliminar
  14. Luís, muy duro los malos tratos que sin nombrar se intuyen en tu relato. He visto a esos niños acurrucados esperando con terror el regreso de un padre alcoholico y maltratador. He olido el miedo y ese olor a taberna que nos describes.
    Enhorabuena por este gran micro.
    Besos

    ResponderEliminar
  15. Gracias, Maite, Pilar...
    Me encanta la... "fotografía verbal", la tensión, la adrenalina a flor de piel. Hubiera hablado de la gran ausente, de la madre, pero eso con otras 50 palabras
    Besos a gogó.

    ResponderEliminar
  16. Terrible imagen nos dejas. Esos susurros entre los hermanos lo dicen todo. Una violencia embriagada y gratuita, unos dibujos de fondo que marcan las retinas de los niños, que saben soportar esa situación, que la prefieren antes que de dañe a su mamá.
    Un 50 duro y bien tramado. Felicidades por ello.
    Un beso Luis.

    ResponderEliminar
  17. ¡Qué terrible contraste con la realidad nos deja esas dos palabras finales: "violencia edulcorada"!
    Un relato tan bien condensado en 50 palabras, que nos llega ese olor a taberna y sabemos que la persecución no será como la de los los protagonistas del título.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Querido Luis, qué bien lo cuentas y qué duro se lee.
    El maltrato como tema principal y las inocentes y castigadas vidas de dos niños indefensos, con una madre desaparecida y un padre repugnante.
    El relato es muy grande, te animo a que nos cuentes una segunda parte desde los ojos de la madre.
    Te mando un beso grande y toda mi admiración.
    Malu.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ay, Malu! ¡Cómo me inspiras!
      Gracias también a María Belén y a M. Carmen.
      Besos a todos y a ver si recupero el pulso de las letras, porque tengo otras pasiones que me están asfixiando.
      Besos

      Eliminar

Si no tienes cuenta, elige "Nombre/URL" en lugar de "Anónimo". ¡Gracias!